ay ocasiones en que el inconsciente habla. Y entonH: la verdad, hasta entonces reprimida, racionaliza, desviada hacía esto olo otro, aflora. Eslo que ha ocurrido estos días. Apenasayerle ocurrióalaministra Orellana. Tratando de explicar la demora con que se removió a Monsalve (uego, al parecer, de c
ay ocasiones en que el inconsciente habla. Y entonH: la verdad, hasta entonces reprimida, racionaliza, desviada hacía esto olo otro, aflora. Eslo que ha ocurrido estos días. Apenasayerle ocurrióalaministra Orellana.
Tratando de explicar la demora con que se removió a Monsalve (uego, al parecer, de cavilaciones sostenidas por él con el mismo presidente) dijo que ello se explicaba porque “no estamos hablando de un portero (-... es quien estáa cargo dela seguridad del país”. La frase no puede ser peor porque, frente laim+ hacer difeputación de un delito, parece considerar legítimo rencias en el trato entre quien desempeña un oficio y quien detenta un graun cargo de poder: Es obvio quela fraserevela vísimo malentendido puesto que el respeto y consideración se debe el mismo a todossin considerar el lugar queocupan, el prestigio queostentan oel poder queejercitan. Luego, frentea la misma situación el portero y el subsecretario merecen ser tratados de la misma forma. Es probable que la ministra Orellana haya querido decir otra cosa; pero es justamente el problema del inconsciente que queriendo decir una cosase acaba diciendo, sin quererlo, otra.
Y lo queen este caso se dijoesevi era; peviniendo de ro dicho por una autoridad es especialmente reprochable. ina Perono fue ese el único caso en que el inconsciente habló. "También está el caso del empleo por parte de Monsalve derecursos públicos paraira explicar asu familia elincidente quelo comprometía.
Es verdad que mientras viajaba Monsalve era subsecretario y es verdad entonces que, desde ese punto devista, se cumplió el protocolo de carabineros como observó el subsecretario Cordero; pero ocurre que el problemano es de protocolos sino de privilegios, porque ¿ de qué otra forma calificar el hecho quese permitaa un acusado de abuso sexual postergar su renuncia a fin de que pueda dar explicaciones a su familia? No cabe duda. En este caso elinconscientehabló de nuevo: y es que, como eraobvio, ungobierno que se siente redentor de un pueblo abusado debe también por ese solo hecho sentirse superior.
Y siendo así ¿ por quéno concederse esta o aquella ventaja? Se ha dicho otras veces y valela pena repetirlo: el problema delosredentores (es cosa de leer a Nietzsche) es que es una forma encubierta de reclamar superioridad. Y en fin está el caso dela conferencia de prensa del presidente.
En este caso el inconsciente no habló solamente cuando se maltrató a una encargada de prensa (a prueba del maltrato es que, como muestran las imágenes, ella se agacha en actitud sumisa queera la actitud que reclamaba la molestia presidencial) sino también y especialmente en la actitud reiterada y compulsiva del presidente de dar explicaciones una y otra vez ¿ acaso no es esa la actitud de quien se siente lo sea culpable? Esto recuerda el texto de Freud ¡ a persona pregunta quien será esa persona del sueño porque, agrega, “no era mi madre”. Freud concluye: entonces era su madre. Lo que parece más lejano al paciente, dice Freud, es donde se encuentra la verdad buscada. Pues bien. Toda la larga e increíble conferencia de prensa del presidente tuvo por objeto mostrar espontánea: mente que no había nada oculto. Freud diría, pues bien: entonces ha de haber algo oculto, porque de otra forma esa conducta reiterada y casiobsesiva porquenadie pensara que se ocultaba algo, no se explicaría..