El último gran negocio de la mafia: el robo de salmones
El último gran negocio de la mafia: el robo de salmones THE ECONOMISTCon chaquetas reflectantes y botas pesadas, los hombres en las imágenes de las cámaras de seguridad casi parecen trabajadores del lugar... hasta que uno saca un arma.
El 20 de marzo, al menos 10 hombres irrumpieron en una planta de almacenamiento en frío en San Antonio, un puerto en el centro de Chile, amenazaron a los empleados y escaparon en cuatro camiones cargados de salmones valorados en unos 600 millones de pesos (US$ 616.000 ). Su plan no duró mucho. En abril, la policía recuperó parte del pescado en San Felipe, una comuna cercana, y en agosto arrestaron a 11 personas relacionadas con el robo. Los responsables del operativo, llamado Operación Santo Salmón, creen que la banda planeaba vender los salmones durante la Semana Santa, cuando muchos católicos evitan la carne y prefieren el pescado.
Los robos se han convertido en un gran problema para el segundo mayor sector de exportación de Chile: la salmonicultura, que generó 6 billones (millones de millones) de pesos en ingresos y empleó a u n a s 7 0. 0 0 0 personas en 2023. Según SalmonChile, la asociación que representa a los productores de sal-món, en 2018 se registraron solo dos robos. Desde entonces, esa cifra ha aumentado considerablemente.
Entre 2019 y 2023, hubo 158 robos de salmones, la mayoría de ellos dirigidos a car-En el marco de la Operación Santo Salmón, detectives de la BrigadaInvestigadora de Robos San Antonio de la PDI detuvieron a tres personas por un robo con intimidación que afectó a un frigorífico de la comuna en marzo pasado. gas de camiones en ruta. Se sospecha que muchos más no son reportados. Esta ola de delitos ha golpeado duramente a la industria. SalmonChile estima que las pérdidas desde 2019 s u p e r a n l o s 67.000 millones de pesos. Las empresas han tenid o q u e g a s t a rmás en seguros y equipos de rastreo. Los conductores de camiones temen por su seguridad, ya que los asaltos a veces son violentos; dos conductores fueron secuestrados du-rante robos este año. Muchas empresas han optado por evitar rutas habituales en el sur del país. Algunos choferes incluso han comenzado a usar chalecos antibalas. Ricardo García, de Salmones Camanchaca, una empresa de acuicultura, calcula que estos gastos adicionales, combinados con las pérdidas, están costando a la industria alrededor del 1% de sus utilidades operativas brutas cada año. Varios factores explican el aumento reciente del crimen. Robar un camión lleno de salmones que suele estar valorado en unos 200 millones de pesos siempre fue atractivo. DERECHOSEXCLUSIVOSPero desde que la demanda interna de pescado aumentó casi un 20% entre 2013 y 2020, las bandas delictuales probablemente ganan más dinero que nunca al vender los salmones en mercados locales. Al mismo tiempo, la represión del Gobierno contra el robo de madera puede haber llevado a las “mafias de la madera” del país a fijarse en los envíos de salmón. Los robos de salmones son más frecuentes en la Región del Biobío, que históricamente ha sido una de las más afectadas por el robo de madera. Los congresistas chilenos están empezando a tomar medidas. No solo se trata de que la delincuencia afecta a los negocios; también está en juego la salud pública. Los mercados inundados de salmón robado que ha sido almacenado (y a veces procesado) en condiciones dudosas representan un riesgo para la población. Algunos miembros de la Cámara de Diputados han propuesto un proyecto de ley basado en las normas contra el contrabando de madera que convertiría el robo de salmones en un delito específico con penas severas. Según García, una mayor coordinación entre las empresas y la policía ya ha reducido los delitos este año: se han registrado solo 12 robos hasta ahora, frente a los 24 del año pasado. Por ahora, sin embargo, el robo de salmones sigue funcionando demasiado bien para las mafias chilenas del sector acuícola. Artículo traducido del inglés por “El Mercurio”.. La acuicultura es un gran negocio en Chile. Robar peces también lo es. THE ECONOMIST