Autor: na Silva Zamora.
Karina Silva Zamora
Karina Silva Zamora Marco López Aballay, EscritorContacto: edicionesdelfin@yahoo.es @edicionesdelfin marcolopezcultura@gmail.com En la ruta que une a Cabildo con Putaendo encontramos una gran cantidad de animitas que llaman la atención a automovilistas, motoqueros y camioneros que, obedeciendo a un protocolo acaso espiritual, tocan sus bocinas para saludarles y pedirles que les acompañen en el viaje. En el sector Guayacán hay una que, dada su gran extensión, así como sus coloridos adornos, constituye un paso casi obligado para saludarle y pedirle favores. Su nombre: Kari-Hace unos días tuve la posibilidad de estacionarme y acercarme.
En su interior hay plantas, imágenes religiosas, peluches, flores, fotografías de la joven y placas de agradecimiento por múltiples favores concedidos, principalmente de jóvenes estudiantes que agradecen su intervención en exámenes y pruebas de admisión a la universidad. Imaginé que Karina posee dones milagrosos y quise saber en qué condiciones fallecería en ese lugar. En conversaciones con mi hermano -quien también estacionó-, me dijo que a la joven la habrían arrojado muerta en la quebrada que deslinda con la grutita. Entre reflexivas palabras dijo: «lamaldad humana no tiene lí-mites» y aprobé con un sí más bien melancólico y pensativo. No sé por qué motivos sentí la necesidad de indagar los hechos y narrarlos, aunque fuese en mi diario de vida.
Entre los antecedentes que pude recabar, me encontré con una notable crónica que realizara el año 2020 el columnista de Diario El Tra-bajo, Miguel Rojas Pizarro, mediante la cual, el autor señala que la joven fue brutalmente violada, asesinada y posteriormente abandonada en el sector señalado. Los hechos corresponden al día 16 de febrero del año 2008 y que a esa fecha -año 2020aún no había justicia para la joven de 23 años.
Entre otros aspectos, Miguel sostiene que «des-pués de doce años de este brutal crimen, el paso del tiempo complica aún más el hallazgo de los asesinos, especialmente ante el riesgo que los sospechosos abandonen el país o las evidencias sean borradas por el paso del tiempo y el olvido de la justicia, y las autoridades. Según el Código Penal chileno, es la Fiscalía la encargada de dirigir las acciones de la policía». Otros medios narran los hechos similares a los expuestos por Miguel.
Diario La Cuarta, con fecha 30 de mayo del 2008, sostiene que el primo de la víctima, Anto-nio Santibáñez Silva (30) ysu madre, Ana Maiga Silva Guajardo (53) fueron detenidos en Valparaíso por encontrarse presuntamente involucrados en la investigación de violación y homicidio de Karina Silva. La policía sospechaba del joven como autor del crimen y su madre como encubridora. Tales sospechas se suscitaron cuando el primo de la víctima, dirigiendo la búsqueda, dio milagrosamente y en tiempo récord con el hallazgo del cuerpo de la joven. Otra situación extraña seríala de Juan Huerta Silva(47), amigo de Antonio Santibáñez, quien al enterarse que la víctima había sido encontrada, entró en pánicohuyendo en su camioneta con destino desconocido. Cincuenta días después apareció muerto. Al parecer se había suicidado tras ingerir un poderoso pesticida. «Los detectives obtuvieron una muestra del ADN de Huerta y lo parearon con el del líquido seminal encontrada en la víctima. Coincidieron.
Esto probaría que la joven fue violada, al menos, por este sujeto». (Diario LaCuarta). Considerando las circunstancias de este horrible crimen y la búsqueda de la justicia que algún día esperamos que llegue, me quedo con la imagen de esta joven en su animita. En sus fotografías se aprecia feliz, llena de energía, luminosa y con ganas de conquistar el mundo.
En su enorme jardín hay arbolitos, maceteros, flores frescas y secas, bidones de agua, y al interior de la animita, junto a sus fotografías, hay imágenes de María y Jesús, diplomas y placas con frases de agradecimiento, muñecos, peluches, banderas chilenas y medallas del Club de Huasos El Guayacán.
Una cómoda banca invita a sentarse, respirar aire fresco, y sentir la suave presencia de Karina, una joven como toda criatura que soñó con un mundo ideal y gracias a su esfuerzo egresó de Química en la Universidad Católica de Valparaíso. Pero la realidad fue más dura y le arrebató sus sueños de juventud. Ahora no nos queda más que decir un hasta siempre querida Karina. Gracias por cruzarte en nuestro camino. Descansa en paz y en armonía con el universo..