Autor: NICOLÁS LUCO
Ojo con el método
Ojo con el método OPINIÓNEl jueves, dos públicos iniciaban sendos experimentos. Uno, en la Estación Mapocho; el otro, en la mitad sur del Parque Bicentenario, en Vitacura. Una coincidencia para conversar. En la Estación Mapocho, en mesas redondas para siete personas, incluyendo a un facilitador, debían listar y priorizar los desafíos país y luego acordar soluciones. A veces chocaban. Eran 800 personas. Algunas mesas aplaudían los acuerdos. En el Bicentenario, vi a funcionarios de gobierno, emprendedores grandes y chicos, jóvenes con sus ideas de negocios, listos y listas ofreciendo una oportunidad. En la Estación Mapocho, liderados por las universidades de Chile y Católica de Chile, partía “Encuentros por Chile” (https://t.ly/cWpJK). Una facilitadora, Paula Peters, me contó de la preparación, del método para aceitar el intercambio. Mucho trabajo previo. Cajitas de colores con papeles para escribir tres desafíos para el país en cinco años, luego votar y priorizar, y finalmente, proponer vías de solución.
El Presidente Boric, ahí, propuso: “Los invito a que, en estas mesas redondas, y no me cabeninguna duda que va a ser posible por el ánimo que reina en este lugar, a que cuando conversemos con alguien que piensa distinto tratemos de encontrar la mejor versión de su argumento y, por lo tanto, encontrar el punto en común”. Aseguró que así podría llegar a acuerdos con Guillermo Ramírez, presidente de la UDI, ahí presente. Ese proceso terminará con propuestas para el año electoral. En 8 hectáreas del Parque Bicentenario encontré otras conversaciones entre dispares. El primer día entraron 19 mil personas, esperaban 50 mil en tres días. Con dedicación, la corporación“Emprende tu mente” (EtM) armó el ambiente (https://t.ly/ l5pb5). Crucial fue el cofundador de la organización, Daniel Daccarett.
Tres frases: “Creemos firmemente en el emprendimiento como una herramienta de movilidad social y en el poder transformador de los pares improbables”. “Emprender no tiene nada que ver con hacer negocio (). Veo acá a miles de empresarios con ganas de ayudar, ayudar con lo más preciado que tienen, su tiempo”. “El mayor dolor de una pyme no es el financiamiento, sino el sentirse solo, un bicho raro, queno lo escuchen, que no le tiendan una mano o no le abran una puerta”. Mi vecino de asiento, Raúl Donckaster, abogado, exalcalde de La Reina, había participado en la Estación Mapocho y luego en el Bicentenario. Se declaró “exultante”. Le había tocado servir de mentor en un “Wheel pitch”: por seis minutos, dio vueltas en una rueda de Chicago con un emprendedor. Mentores y jóvenes se reunían en mesitas bajo una gran carpa. O se subían al “Wheel pitch”, o a un globo aerostático o a un auto eléctrico o a un auto clásico, o a autitos chocadores y más. Un juego. Los emprendedores atendían alineados en larguísimas mesas ante un cartel clarito definiendo su idea. Y a conversar. Y estands. Me interesó el de la Región de Ñuble, la segunda más pobre, seduciendo. Fueron reuniones con cuidadas técnicas para abrir conversaciones productivas..