COLUMNAS DE OPINIÓN: Humanismo y medicina
COLUMNAS DE OPINIÓN: Humanismo y medicina Se han publicado en este diario varios artículos sobre el humanismo en economía, ciencia y en nuestra cultura. La medicina no escapa al binomio ciencia y humanismo. Hipócrates, aplicando la observación sistemática, pasó la medicina de la magia y hechicería a la ciencia, la que ha permitido avances impensados: trasplantes, tratamiento de cánceres, terapias individualizadas basadas en la genética, entre muchos otros.
Por lo anterior, las escuelas de medicina deben exigir una máxima rigurosidad en la enseñanza de las ciencias; sin embargo, quien sufre una enfermedad grave no solo experimenta las consecuencias físicas de estas, además, la vivencia de su existencia está afectada. La existencia de los humanos no está encerrada solo en su interior, además, se empapa del medio en que vive e irradia a este. El efecto de una enfermedad grave no es solo el sufrimiento físico o mental, sino también el existencial y las consecuencias que ello trae a sus cercanos.
Los egresados de las escuelas de medicina deben comprender y sentir que la persona enferma es un ser con expectativas, proyectos, afectos, igual que ellos, y las enfermedades les hacen perder la alegría de vivir, apareciendo angustias, miedos, incertidumbres.
Algunos de esos problemas los podemos solucionar con una buena medicina, pero otros son del alma del enfermo y lo que él pide es ser escuchado y comprendido en su globalidad, tanto en lo físico como en sus derivadas: pérdida de trabajo, quiebres familiares, invalideces, destrucción de autoimagen. Otros problemas los creamos nosotros, al dar señales que frustran a nuestros pacientes en sus expectativas cuando recurren al médico: verlos en forma apurada, no escucharlos, no preocuparnos del costo de las indicaciones, entre otros.
En un estudio, Alejandro Goiç demostró que actitudes médicas como el respeto al paciente, compartir la toma de decisiones y la comunicación tenían un cumplimiento de 50% a 33%. Para evitar lo anterior es fundamental entregar al estudiante una formación humanista, además de una sólida formación científica y técnica: qué significa la existencia de un hombre, comprender que cada ser es único, irrepetible y que para lograr su pleno desarrollo como persona, su existencia no puede estar teñida de sufrimientos físicos o psíquicos. También la formación humanista permite entender que el enfermo vive en una sociedad con la cual hay una intensa interacción, y así dará importancia a los factores sociales en la patogenia de muchas enfermedades.
La bioética es otra derivada de las consideraciones anteriores, cuya enseñanza debe conducir a inculcar al alumno tratar al paciente como él desearía ser tratado en una situación similar, y comprender que la medicina es una profesión cuyo ejercicio está centrado en el otro.
El humanismo y la bioética no pueden ser solo ramos que el alumno toma para ser promovido de curso, ni ser solo adornos en la malla curricular; deben estar presentes en el día a día, inculcados por los docentes. Al educar, los docentes deben entregar sólidas bases científicas y técnicas de la medicina, pero tan importante como lo anterior es formar un ser humano.
Albert Einstein, quien dedicó su vida a algo tan científico como la física, no olvidó el valor del humanismo y en su libro "Mi visión de mundo" escribe: "No es suficiente enseñar a los hombres una especialidad. Con ello se convierten en algo así como en máquinas utilizables, pero no en individuos válidos. Para ser individuo válido, el hombre debe sentir intensamente aquello a lo que puede aspirar. Tiene que recibir un sentimiento vivo de lo bello y lo moralmente bueno. En caso contrario, se parece más a un perro bien amaestrado que a un ente armónicamente desarrollado.
Debe aprender a comprender las motivaciones, ilusiones y penas de las gentes para adquirir una actitud recta respecto de los individuos y la sociedad". La Academia Chilena de Medicina ha creado un grupo de trabajo en educación médica que, entre otras materias, aborda cómo incorporar formación humanista en los estudiantes de medicina, transmitiendo así recomendaciones a los decanos de medicina del país, para incorporar este tema en los currículos de formación médica.
Humanismo y medicina "... el humanismo y la bioética no pueden ser solo ramos que el alumno toma para ser promovido de curso, ni ser solo adornos en la malla curricular; deben estar presentes en el día a día, inculcados por los docentes... ". DR. EMILIO ROESSLER BONZI Presidente Academia Chilena de Medicina. - -