Autor: JOAQUÍN AGUILERA R.
Uno de cada diez trabajadores son extranjeros y un 20% de ellos se emplea en el comercio
Uno de cada diez trabajadores son extranjeros y un 20% de ellos se emplea en el comercio Durante los últimos 15 años, la proporción de trabajadores de nacionalidad extranjera se multiplicó prácticamente siete veces en el mercado laboral chileno.
Así lo constata una revisión histórica de los datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre el año 2010 y el segundo trimestre de 2025, donde se observa que la proporción de este grupo de la población sobre el empleo total avanzó desde un 1,6% hasta un 10,9% en dicho período.
En el mismo lapso, su presencia en la fuerza de trabajo pasó de 1,5% a 10,8%, y en la población en edad de trabajar, de 1,3% a 8,3%. Esta expansión ha ido de la mano con el incremento proporcional de la población extranjera en el país, según la caracterización realizada por el CIES-UDD en conjunto con la Asociación de AFP, donde se constata que si en 2002 solo un 1,3% de la población residente era foránea, en 2017 se triplicó a 4,3% y a la fecha se expandió a un 8,8%. Su distribución, sin embargo, es heterogénea.
Por macrozona, los trabajadores extranjeros representan cerca del 13% de los ocupados entre las regiones de Arica y Parinacota y la de Coquimbo, versus un valor inferior a 4% entre la Región de Biobío y la Región de Magallanes.
Un 77% se ubican en la macrozona centro, donde representan un 16% del total. ¿Empleo bajo presión? El avance de la población exZEÁBEPILEF tranjera en el mercado laboral es especialmente relevante en un contexto de crisis de empleo, donde la tasa de desocupación (8,9%) es la más alta desde 2021, en el caso de las mujeres es peor (9,9%) y la creación de puestos de trabajo es prácticamente nula en la última medición oficial. La investigadora Daniela Leitch, de la UDD, sostiene que este escenario no se ha dado por “una presión excesiva” de parte de la población extranjera.
En este sentido, el documento expone que al analizar la creación de empleo en 12 meses, en la gran mayoría de los trimestres se observa que dichos puestos de trabajo han sido ocupados plenamente por trabajadores chilenos. De hecho, si no se considera la población extranjera, la tasa de desempleo aumenta apenas desde 8,9% a 9%. Eso sí, su peso relativo es significativo.
Un ejemplo fue el trimestre enero-marzo de 2025, cuando un 33% de los empleos creados fue ocupado por extranjeros (25,8 mil de un total de 77,7 mil). Sin embargo, en el trimestre abril-junio de 2025 la tendencia se revirtió: hubo una destrucción neta de 1.845 empleos, resultado de un aumento de 25 mil ocupados chilenos frente a una caída de 26,8 mil extranjeros. De acuerdo con la experta, es el estancamiento de la economía lo que está detrás de las cifras actuales.
“El mercado laboral no está creando empleos en general, no es una presión que venga de la oferta de trabajo, sino que es más bien un problema de demanda por trabajo y hay muchas personas ofreciendo”. Más informales Más en detalle, la demanda por empleo de la población extranjera sí puede ejercer una mayor presión sobre la ocupación total en aquellos rubros donde tienden a concentrarse. Es así, por ejemplo, en las actividades del comercio, donde se emplea el 21,7% de los trabajadores foráneos.
En segundo lugar se ubica el rubro de servicios de alojamiento y comidas (19,2% ), seguido por actividades profesionales y administrativas (14,4% ), transporte y comunicaciones (11,2% ), manufactura (10%) y construcción (7,6%). “Si uno hace el doble clic por rubro, sí podría pensar que a un nivel específico podría haber una mayor presión, especialmente en aquellos sectores que muestran más lentitud en la generación de empleo o menos dinamismo”, sostiene Leitch.
Si bien la mayoría de los trabajadores extranjeros son personas que han aprobado cursos de un nivel educacional equivalente a la enseñanza media (45%) o estudios superiores (36%), la informalidad laboral ha sido sistemáticamente más alta en este grupo, particularmente desde 2022 en adelante. En el segundo trimestre de este año, la tasa de informalidad foránea fue de 29%, versus un 25,6% en el caso de la población nacional.
El documento teoriza que esta trayectoria refleja el impacto de la pandemia y sus secuelas, si se considera que entre 2020 y 2022 había una tendencia homogénea entre chilenos y extranjeros, que incluso alcanzaban una menor informalidad en determinados períodos.
“La reapertura intermitente de la economía y las dificultades administrativas y legales para acceder a empleos formales por ejemplo, visas de trabajo impulsaron un aumento sostenido de la informalidad (), este patrón sugiere que, más allá de las condiciones del mercado laboral general, los trabajadores inmigrantes enfrentan barreras adicionales para insertarse en empleos formales y estables”, dice el estudio.. El ingreso de este segmento a la ocupación ha sido proporcional a su crecimiento en la población total, pero se concentra más en rubros como el comercio y ciertos servicios.
La proporción total de trabajadores foráneos creció desde un 1,6% en 2010 hasta 11% durante el año en curso: En su mayoría, los trabajadores extranjeros se desempeñan en rubros como el comercio o servicios de alojamiento y comidas.