Editorial: Desafíos tras el apagón
Editorial: Desafíos tras el apagón ElEditorialSurgen desafíos a nivel local, expuestos e principalmente por1 pasado miércoles un informe oficial expuso errores críticos en la respuesta del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) sobre el apagón que afectó a gran parte del país el martes 25 de febrero. La investigación detalla fallos en la comunicación, omisiones y problemas en los sistemas de respaldo. En el caso de La Araucanía, fueron distintos sectores los que paulatinamente comenzaron a reportar un corte que se extendió en una primera instancia por seis horas, y en algunos sectores hasta por once horas. La jornada reveló lo que hemos avanzado, pero también las brechas en materia de emergencia.
Hablar de que se avanzó mucho responde a la forma en que se abordó esta contingencia a nivel local, con una rápida coordinación de los servicios del Estado, centralizados en Senapred, y con una planificación óptima con miras a lo que sería un toque de queda por sólo ocho horas.
Vale ahí destacar el comportamiento de la ciudadanía para dar cumplimiento al toque de queqa, sin enfrentamientoslosjefes comunales. nihechos violentos que trajeran a la memoria recuerdos como los de los saqueos tras el terremoto o enla crisis social donde hubo medidas de este tipo. Otro punto a considerar fue la decisión de decretar estado de excepción de catástrofe, adoptada para anticiparse a los efectos de una contingencia en la que pocas personas tenían respuestas claras. Y es así donde están los desafíos que dejó el apagón.
Por un lado, lo ocurrido expone lo endeble que es el sistema eléctrico nacional al paralizarse casi por completo el servicio en catorce regiones y la tarea que hay por delante de revisar cómo opera el sistema en cada región para evitar que la desconexión de una línea de transmisión tenga afectación a más de 1.100 kilómetros de distancia.
También surgen desafíos a nivel local, expuestos porlos jefes comunales, y la falta de insumos para enfrentar una emergencia de estas características.. Lo ocurrido expone lo endeble que es el sistema eléctrico nacional al paralizarse el servicio en catorce regiones. Editorial