La sequía es un problema que aqueja a la región de Coquimbo desde hace poco más de 15 años. En donde hemos ido viendo como los paisajes de la región se secan cada vez más y como los embalses quedan preocupantemente vacíos.
La sequía es un problema que aqueja a la región de Coquimbo desde hace poco más de 15 años. En donde hemos ido viendo como los paisajes de la región se secan cada vez más y como los embalses quedan preocupantemente vacíos.
La implacable sequíaDesde hace unas cuatro décadas la región de Coquimbo atraviesa años cada vez más secos; el calentamiento global y la crisis hídrica han cambiado el panorama de la región, históricamente agrícola, y la han transformado en un territorio de condiciones climáticas extremas, donde cultivar y permanecer en la ruralidad parece un acto milagroso. A pesar de esto, las comunidades agrícolas continúan, han sabido adaptarse y actualmente abarcan cerca del 30% de los suelos.
Para ir en apoyo de esta agricultura que permanece, profesionales de CONAF han estudiado cómo la naturaleza se ha adaptado a las nuevas condiciones climáticas y, por medio de un trabajo que incorpora estas adaptaciones, han implementado nuevos métodos con prometedores resultados. Si bien las lluvias del invierno pasado nos dieron un pequeño alivio no podemos olvidar que algunos embalses de nuestra región siguen en cifras verdaderamente preocupantes.
Puclaro, con un 16% de su capacidad, Recoleta, con un 15% y La Paloma, con un 11%. Por otra parte pero no mucho mejor restan los embalses La Lagunaen un 38%, Cogotí con 30% cifras que siguen siendo escasas ante la incertidumbre del futuro. Hay que tener en cuenta que nada ni nadie nos asegura cuánto va a llover este año. La conciencia individual con respecto a la escasez hídrica es sumamente importante. Cada persona puede hacer un pequeño aporte reduciendo su consumo. En estos meses de verano se vuelve a poner de moda la vergonzosa tendencia de regar el suelo, un suelo sin vegetación, esta forma de desperdiciar agua solamente busca refrescar el ambiente. Las personas que realizan estas actividades, demuestran poca empatía y consideración con el medio ambiente y el prójimo.
Así como se les pide a los ciudadanos de a pie tener conciencia respecto al consumo hídrico, es necesario que los empresarios se pongan la mano en el corazón y no en el bolsillo e implementen medidas para reducir el consumo de agua o hacer reutilización de estas. La innovación y la búsqueda de nuevas oportunidades, para encontrar una mejora de la gestión de los recursos hídricos debe de ser una prioridad.
La planta desaladora de emergencia tiene un plazo proyectado de puesta en marcha para fines de 2025 y principios de 2026, la esperanza está puesta en que no se extiendan los plazos de esta solución que mejorará miles de vidas..