¿Una nueva guerra (comercial) en el horizonte?
¿ Una nueva guerra (comercial) en el horizonte? HERALDO MUÑOZ HACE ALGUNOS DÍAS, EE.UU., bajo la administración administración del Presidente Presidente Joe Biden, decidió imponer aranceles extraordinarios a las importaciones provenientes de China. Algunos analistas creen que esta decisión podría escalar hacia una confrontación comercial comercial bilateral extendida, con efectos efectos más allá de ambos países.
El gobierno de Biden, en medio del clima electoral del presente año, decidió imponer aranceles de un 100% a los vehículos eléctricos, eléctricos, un 50% a los semiconductores semiconductores y paneles solares, y un 25% al acero y aluminio provenientes de China, y anunció nuevos impuestos impuestos a los minerales críticos y a las baterías de litio.
Según Biden, la superpotencia asiática “no compite, compite, sino que hace trampas”. La preocupación del Presidente es que su apoyo a las industrias tecnológicas tecnológicas en EE.UU. incluyendo incluyendo subvenciones a los fabricantes de chips sea anulado por el ingreso ingreso de productos chinos subsidiados. subsidiados.
DESDE LA ÓPTICA ESTADOUNIDENSE, ESTADOUNIDENSE, debido a que la economía china se ha desacelerado, el gobierno gobierno del Presidente Xi Jinping se ha empeñado en reactivar el crecimiento subsidiando la producción producción de vehículos eléctricos y otros productos que no tienen suficientes suficientes compradores en su territorio. territorio. La sobreproducción obliga a China a exportar los productos subsidiados. El déficit comercial de EE.UU. resulta cuando China, que estimula un alto nivel de ahorro, ahorro, comercia con un país de alto nivel de consumo como EE.UU.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, sostuvo en una reunión del G7, la semana pasada, que el exceso de capacidad industrial de China “amenaza la viabilidad de las empresas en todo el mundo”, y que, por tanto, el problema no es solamente de EE.UU. vs. China. China. Para Washington resulta esencial esencial un frente mido con la Unión Europea (UF) para competir con China, y que este expanda su consumo consumo interno. BEIJING acusó motivaciones políticas políticas en el alza de los aranceles y ha expresado que podría adoptar represalias comerciales contra productos estadounidenses.
La Casa Blanca, evidentemente, está preocupada del impacto de las importaciones chinas en el empleo empleo local, especialmente en sectores sectores tecnológicos de punta y en las industrias verdes de estados clave para la elección de noviembre noviembre como Michigan, Wisconsin y Pennsylvania. Donald Trump criticó a Biden por actuar muy lentamente contra contra las importaciones chinas y no adoptar medidas aún más duras. Trump propuso un arancel parejo del 10% a todas las importaciones, y un 60% o más a las importaciones importaciones chinas. WASHINGTON argumentó que los nuevos impuestos representan un “enfoque inteligente”, con aranceles dirigidos, y no como lo obrado durante la administración Trump que apuntó a una guerra comercial extendida con China.
Y se explicó que Biden, a diferencia de Trump, no intenta que vuelvan vuelvan a EE.UU. empresas y puestos de trabajo que emigraron a territorio territorio chino, sino que potenciar la creación y mantención de empleosen empleosen industrias emergentes de alta alta tecnología. Más al norte, Canadá está experimentando experimentando una oleada de importaciones importaciones de vehículos eléctricos chinos, especialmente los modelos de Tesla, fabricados en Shanghái, quintuplicando los 44.000 autos recibidos el año pasado. Por lo mismo, la industria automotriz local local demanda que el gobierno del Primer Ministro, Justin Trudeau, adopte medidas arancelarias de protección similares a las de Biden. Entretanto, la UF evalúa la imposición imposición de aranceles a los vehículos eléctricos y al acero chinos.
LOS ECONOMISTAS Gernot Wagner Wagner y Conor Walsh de la Universidad Universidad de Columbia argumentan que es errado imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos de bajo costo, pues estos impuestos harán que estos autos sigan siendo un artículo de lujo para los ricos, ricos, de un valor por sobre los 55.000 dólares en promedio, a diferencia de los modelos chinos, como el BYD Seagull, que cuesta menos de 10.000 dólares.
El punto es que cada auto elécfrico elécfrico producido por empresas como General Motors o Ford reduce las ganancias de los vehículos a bencina y, por eso, ambas compaflías compaflías automotoras sumadas vendieron menos de 150.000 vehículos vehículos eléctricos, una fracción ínfima de los 15 millones de autos nuevos vendidos en EE.UU. el año pasado. pasado.
LOS ECONOMISTAS mencionados argumentan que usar aranceles hace que las compañías automotrices automotrices estadounidenses tengan menos menos incentivos para invertir en nuevas tecnologías y competir, y, más aún, que los autos eléctricos chinos podrían eventualmente entrar entrar a EE.UU. si compañías, como BYD, instalan plantas manufactureras manufactureras en México, por ejemplo.
Concuerdo que una mejor estrategia estrategia sería imponer aranceles a las importaciones intensivas en carbono, para estimular a los productores productores de otros países a descarbonizar descarbonizar sus productos, como aplicará aplicará la UE a partir de 2026. En una perspectiva de freno al cambio climático, climático, sería más razonable poner impuestos a la alta emisión de carbono carbono y no a los vehículos eléctricos eléctricos o a los paneles solares chinos. Heraldo Muñoz fue canciller de Chile entre 2014 y 2018. { OPINIÓN } ¿ Una nueva guerra (comercial) en el horizonte? LOS AUTOS ELÉCTRICOS chinos están sujetos a un arancel deI 100% en Estados Unidos..