Autor: PATRICIA COHEN | THE NEW YORK TIMES
Para la economía siria, el camino a seguir inicia con el alivio de las sanciones
Para la economía siria, el camino a seguir inicia con el alivio de las sanciones Tras la caída del régimen:Aunque el colapso del régimen de Bashar al Assad en Siria fue sorprendentemente rápido, la reconstrucción de la devastada economía que dejó será dolorosamente lenta. Tras casi 14 años de guerra civil, la mayoría de los pozos de petróleo y gas, carreteras, redes eléctricas, tierras de cultivo e infraestructura de Siria están en ruinas. El 90% de la población vive en la pobreza. El valor de la libra siria se ha desplomado, y las reservas de divisas extranjeras del banco central están casi agotadas. Antes de la guerra, el petróleo representaba dos tercios de las exportaciones de Siria y la agricultura constituía una cuarta parte de la actividad económica. Más recientemente, la exportación más rentable de Siria era el captagon, una anfetamina ilegal controlada por un cartel de élites políticamente conectadas. “Todo el sistema económico en Siria no está funcionando”, dijo Samir Aita, economista sirio y presidente del Círculo de Economistas Árabes.
Ahmad al Sharaa, líder de la coalición rebelde que tomó el poder, tiene una tarea abrumadorapor delante: unificar a las facciones rebeldes, reconstituir el gobierno, restablecer el Estado de Derecho, proporcionar seguridad y gestionar servicios esenciales y recursos escasos.
Aun así, hay un consenso generalizado de que el paso más importante para reconstruir la economía de Siria solo puede ser dado por Estados Unidos: levantar las capas de sanciones punitivas que aislaron efectivamente a Siria del comercio e inversión in-ternacionales. Las restricciones estadounidenses impuestas en 2019 a los flujos financieros tenían como objetivo castigar al régimen de Al Assad. Ahora, están privando a Siria del dinero necesario para la reconstrucción y el desarrollo económico. Las familias y las organizaciones de ayuda no pueden enviar asistencia; los refugiados no pueden transferir dinero desde cuentas bancarias occidentales; el Fondo MonetarioInternacional y el Banco Mundial no pueden ofrecer ayuda. Levantar las sanciones, incluso con exenciones temporales, “es una prioridad”, dijo Aita. Poner fin a todas las restricciones financieras también implicaría eliminar la designación de terrorista impuesta a Al Sharaa y su organización, Hayat Tahrir alSham, por parte de Estados Unidos y las Naciones Unidas. Pero, en última instancia, Al Sharaa, quien tuvo vínculos previos con Al Qaeda, no podrá funcionar eficazmente como jefe de Estado si se le etiqueta como terrorista.
Esta semana, Geir Pedersen, enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, dijo que los líderes rebeldes habían emitido “declaraciones tranquilizadoras” sobre la formación de un gobierno de “unidad e inclusión”. Estados Unidos tiene otras cartas económicas para jugar. El centro de la producción petrolera y los pozos que aún funcionan están en el noreste de Siria, un territorio controlado por una milicia liderada por kurdos y respaldada por EE.UU. El petróleo anteriormente proporcionaba aproximadamente la mitad de los ingresos del país, dijo Joshua Landis, codirector del Centro de Estudios de Medio Oriente de la Universidad de Oklahoma. Esos campos, señaló, pertenecen al gobierno en Damasco y deberían ser devueltos a su control. Resucitar la producción de petróleo y gas no será fácil. Antes de la guerra, Siria producía 383.000 barriles diarios. Ahora produce menos de 90.000, y el país importa más petróleo del que exporta. ESSERPECNARFDavid Goldwyn, un alto funcionario de energía en la administración de Barack Obama (2009-2017), señaló que el gobierno sirio necesitará establecer claramente que posee y puede vender esos recursos, y garantizar la seguridad. Esto último es esencial no solo para la producción de petróleo y gas, sino también para traer de vuelta a muchos de los 8 millones de refugiados que huyeron del conflicto. Atraer a aquellos con educación, habilidades y recursos es crucial para la recuperación de Siria. Los vecinos de Siria también tienen un gran interés en el retorno de los refugiados y en la reconstrucción. Turquía, que comparte frontera con Siria y alberga a más de 3 millones de refugiados, está en la mejor posición y tiene mayor influencia. El Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien apoyó a los rebeldes y financió a un grupo aliado con Al Sharaa, busca extender su influencia allí.
También tiene estrechos vínculos con la industria de la construcción en Turquía, y probablemente presionará para obtener contratos de reconstrucción y proporcionar asistencia para la reconstrucción, según Henri Barkey, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Lehigh.
Por el momento, el futuro económico de Siria depende de la capacidad del gobierno en Damasco para consolidar el control y establecer su legitimidad, satisfaciendo no solo a su diversa población, sino también a Estados Unidos y sus aliados, que tienen la última palabra sobre las sanciones.. Años de conflicto arruinaron el sector energético, golpearon la moneda y estrangularon el crecimiento de la nación. Tras la caída del régimen: PERSONAS hacen fila para sacar dinero de un cajero automático en Damasco. Los sirios enfrentan un panorama económico