COLUMNAS DE OPINIÓN: Del feminismo a la sororidad pendiente: Luces y sombras del avance femenino en el Siglo XXI
COLUMNAS DE OPINIÓN: Del feminismo a la sororidad pendiente: Luces y sombras del avance femenino en el Siglo XXI Mg. en RRII (Universidad de/Salvador) Del feminismo a la sororidad pendiente: Luces y sombras del avance femenino en el Siglo XXI, intes habíamos hablado tanto. Nunca antes nos marchado tanto. Nunca antes habíamos jistado tanto. Y, sin embargo, aquí estamos, todavía ando batallas que creíamos superadas. A más de décadas de iniciado este siglo, las mujeres hemos conseguido abrir espacios, levantar la voz frente a abusos I injusticias y ampliar nuestros derechos como no lo habríamos imaginado hace apenas algunos años. Pero mientras avanzamos hacia afuera, todavía tropezamos con los obstáculos que cargamos dentro, como el machismo heredado, la competencia absurda y la falta de sororidad. Porque sí, hemos conquistado mucho. Hoy tenemos leyes que protegen a las víctimas de violencia de género, protocolos para denunciar abusos en espacios laborales y a:adémicos, y un respaldo social que antes no existía. Ya no somos las mismas mujeres que aguantaban en silencio. Hoy ocupamos cargos públicos, lideramos movimientos sociales, denunciamos en tribunales y en redes sociales, nos negamos rotundamente a aceptar que callar es única salida. El feminismo, con todas sus vertientes matices, logró instalarnos en el centro de la discusión ica. Pero cuando miramos de cerca, entre nosotras, no o es tan claro ni tan limpio. A veces me pregunto si realmente hemos comprendido e significa la sororidad.
Si de verdad estamos stas a tender la mano a la otra cuando la vemos Porque, así como hemos derribado estructuras istas que parecían inquebrantables, también hemos o testigas y protagonistas, aunque duela decirlo de o entre mujeres nos saboteamos, nos juzgamos y, eor aún, nos violentamos. Me ha tocado verlo y escucharlo.
Mujeres que minimizan el abuso que sufrió otra colega porque “a mí nca me pasó” o porque “a mí siempre me ha tratado o peor aún, frente a lo que ha sufrido una familiar, vecina o amiga, que “debió hacer silencio” o “por qué lo provocó. Mujeres que cierran filas con agresores por miedo a perder beneficios personales o simplemente por culo político.
Mujeres que prefieren competir antes e colaborar. ¿Es que acaso pensamos que repetir las ismas lógicas patriarcales, pero con faldas, nos hace istintas? ¿ O será que todavía llevamos dentro la marca deleble del machismo que nos enseñaron desde niñas? Se habla muy poco sobre el sesgo machista de las mujeres, ese lado oscuro que preferimos no reconocer esconder bajo la alfombra. En lo cotidiano lo podemos nguircomo celos, envidia o rivalidad. En investigaciones científicas, en cambio, se dice que es parte de la heurística, r lo tanto, inconscientemente asociamos a lo masculino el raciocinio, con el hacer las cosas bien, con el éxito y ci liderazgo. Por ende, nos predispone a desconfiar de capacidades de nuestras pares femeninas. No nos gusta hablar de esto porque incomoda. Porque enfrenta con nuestras propias contradicciones. Pero si hemos que los cambios sean reales, también tenemos Ihacernos cargo de estas grietas internas.
La lucha gana sólo en la calle ni en los discursos públicos. ;n se gana en la práctica cotidiana, en la empatía n la capacidad de reconocer el dolor de la otra como aunque no nos caiga bien, aunque piense distinto, e no sea parte de nuestro grupo. istoria nos debe mucho, es cierto. Pero también nos s entre nosotras. Nos debemos respeto, apoyo y, o, coherencia. Porque tal vez el gran desafío que da pendiente no es sólo vencer al machismo de, sino desarmar el que llevamos dentro.
Ese que surra al oído que la otra es una amenaza, que no e nuestra ayuda, que su dolor no es tan legítimo o el nuestro. mientras no logremos erradicar ese machismo o, la sororidad seguirá siendo un discurso ero incompleto. Porque de nada sirve gritar juntas [za si puertas adentro seguimos siendo verdugas Opinión JessicaM. lgor Chacano ¡ odistay Licenciada en Comunicación Social otras..