Autor: JONÁS FIGUEROA SALAS Arquitecto urbanista
Comuna inconclusa
Señor Director: Desprendida de las viejas comunas de Santiago y Maipú, lugar del antiguo aeropuerto que recibía las visitas de estadistas de talla mundial, que hoy han borrado el país de sus listados de excursiones políticas y económicas, Cerrillos nunca ha logrado ser algo más que un patio trasero de entidades mayores, manojo de trozos dispersos de poblaciones aisladas, sin llegar a constituir barrios ni menos ciudad.
Carente de una centralidad funcional de equipamientos y estructuras cívicas que organicen el territorio en torno a un proyecto de ciudad, nunca ha superado ser lo que fue, suburbio de industrias, bodegas e instalaciones institucionales volcadas en su interior, y nunca proporcionando calidad, ornato y prestigio al espacio público.
La reconversión de usos del viejo aeropuerto ha promovido crecimientos inmobiliarios que siguen por la misma senda de la dispersión, carente de organización espacial y funcional, que podrían estratégicamente aportar resoluciones urbanas de calidad al interminado proyecto de ciudad.
Lo peor es que las antiguas autoridades llevaron la bandera del cambio que nunca se produjo y las que vendrán tampoco tienen idea de lo que hay que hacer para superar estas anomalías que repercuten en la percepción y la psiquis de los vecinos, que transitan a diario por veredas rotas, ocupadas por vehículos, espacios terrosos desolados, sin que las autoridades se dignen mejorar la imagen de suburbio carente de las calidades mínimas que a estas alturas debiese tener la inconclusa comuna de Cerrillos, que tuvo aeropuerto y universidad, que tuvo, pero no retuvo.
Ni siquiera el propio servicio de Metro que se asomó por una esquina apartada de la comuna, ha logrado constituirse en un valor urbano, obligando a los usuarios a cruzar arterias de gran volumen de tráfico poniendo en arave peligro su seguridad.