Población Juan Aspeé se resiste a morir entre el barro, la delincuencia y el olvido
Población Juan Aspeé se resiste a morir entre el barro, la delincuencia y el olvido Alguna vez Ocurre que el silencio pujante hoy el barno es Ufl de Juan Aspeé no es solo abandono, también es amenaza. cascarón casi A fines de abril pasado, ,,,. ,,,, ueSILclulLauo, una balacera en calle Gabriela Gabriela Mistral sacudió la donde la calma aparente. Un homiinseoliridad homiinseoliridad se b VOIVIO mtLma. cidio frustrado terminó con la detención de unpeligrosodelincuente. Esacapturs unpeligrosodelincuente.
Esacapturs no tire un caso aislado, Juan Olivares Meza ya que tras el arrestodel pecionnca@hdersanantoniocl pecionnca@hdersanantoniocl ligroso pistolero vinieron operativos policiales que permitieron recuperar Hay Hay barrios que envejecen con digni dad, cuyas calles se mercadería robada desde contenedores. El avalúo de lo recuperado superó los arrugan como las páginas 400 millones de pesos. de un viejo libro querido. “No es secreto para naperojuan naperojuan Aspeé, esa podiequeaquíoperanbanblación diequeaquíoperanbanblación enclavada ahora das. Vienen en la noche. en el corazón industrial de descargan cosas, se reparSan reparSan Antonio. no tuvo esa ten.
A veces uno ve luces suerte, en los sitios eriazos, pero Se apagó de a poco, codrugada, como bestias cielatinamente se fue la digmejor no meterse”, confiemo confiemo un farol que nadie volgas devorando el barrio. nidad.
Sa un trabajador del bamo vió a encender y hoy, en Los pocos talleres mecáni“Esto era bonito antes, que razonablemente presus presus calles, queda el ruido cos que aún sobreviven tenía alma, recuerda un fiere el anonimato.
Sabe de los motores portuarios son islas en un mar de vecino octogenario de la que mirar o decir de más y el polvo de los conteneabandono, avenida La Playa, la misma puede costar caro. dores, que antaño era la puerta Y es que el barrio, en la “Esto no es vivir, nadie BARRIO CON HISTORIA de entrada al barrio y hoy práctica, ya no le pertenequiere pertenequiere ni puedeviviren un La historia de Juan Aspeé es un tramo deshecho, Ilece a sus vecinos. Está en lugarasi.
Aquíloque hace se escribe con nostalgia. node pozones. sinveredas manos del olvido instituesta instituesta gente es aguantar porAquí hubo discotecas donni semáforos. cional y de los intereses que en algún momento de los jóvenes bailaban “POr aquí ahora pasan económicos, Todo parece puede llegar un billetito hasta tarde, parroquias de puros camiones, antes indicar que el destino de cuando agranden el puervarias denominaciones, y aquí mismo (apunta hacia Juan Aspeé está sellado. to”, dice un hombre degoun club deportivo que enla esquina) había un resCon no más de 300 parrra parrra azul en la calle Gabriecendía los domingos con taurante y el almacén de la sonas residiendo, en su la Mistral, mientras regritos y goles. Era un ba. señora Vitalia que estaba mayoría adultos mayores. mienda una rueda de camo vivo. Orgulloso. Pero lleno todo el día. Ahora los parejas solas y trabajadomión trabajadomión como quien lleva déla expansión portuaria fue únicos que vienen son los res temporales, el barrio, cadas entre fierros. No avanzandocomo un pulpo que andan en sus nsaldaentre calles abandonadas, quiere dar su nombre. silencioso, Primero se fuedes en la noche. ”, dice el silencio y crimen, se asoAquí, hablar puede ser peron los jóvenes. Después hombre, bajando la voz al ma al triste final de su hisligioso. hisligioso. los almacenes. Luego. paufinal de la oración, toria, O tN LOS ÚLTIMOS DOS MESES LA CALLE GABRIELA MISTRAL HA SIDO ESCENARIO DE HECHOS POLICLALtS Dt GRAN CONNOTACION SOCIAL. EL BARRIOSE HAIDO MURIENDO EN ELTOTALABANDONOOFICLAL En la calle Gabriela Mistano intransitable durante tral, devenida en aparcadelos inviernos. No hay paviro paviro de camiones que busmonto, no hay veredas. So can alguna reparación ya lo quedan los surcos que nojuegan niños. La calle se dejan los camiones pesaha convertido en un pandos que ronronean de ma.