Educadores van al rescate del patrimonio pedagógico de Gabriela Mistral
Educadores van al rescate del patrimonio pedagógico de Gabriela Mistral H oy se celebra una nueva edición del Día de los Patrimonios Culturales, y junto con abrir las puertas de edificios emblemáticos, esta celebración ofrece una oportunidad para repensar otros patrimonios: los inmateriales, los que habitan en ideas y oficios. En ese sentido, un grupo de educadores escolares y universitarios ha decidido poner en el centro un legado que ha sido más citado que practicado: el pensamiento pedagógico de Gabriela Mistral.
Aunque su poesía es mundialmente reconocida, son cada vez más las voces que reclaman atención sobre la faceta de e d u c a d o r a d e quien recibió el Premio Nobel en 1 9 4 5, h a c e 8 0 años. No por nostalgia, sino porque --como afirma Víctor Berríos, a c a d é m i c o d e País Humanista y director del Magíster en Liderazgo Escolar de la U. San Sebastián-"la solución a muchas crisis actuales de la educación ya estaba en sus textos.
Fue una de las primeras en hablar de metodologías activas, del protagonismo del estudiante y de una pedagogía de la ternura que no ha perdido vigencia". Para la poetisa y maestra, "la clase debía ser hermosa, además de rigurosa. Enseñar era para ella un acto ético y estético", comenta María Isabel Orellana, directora del Museo de la Educación Gabriela Mistral, ubicado en el centro de Santiago. Otra característica, suma Berríos, es que "el profesor jamás debe hacer lo que el niño puede hacer por sí solo. El estudiante debe ser protagonista de la clase". Una mirada que comienza a materializarse en iniciativas como el Observatorio Mistraliano, fundado en 2024 por docentes de distintas localidades.
Daniela Saavedra, profesora del ramo Ciudadanía y Valores en la Escuela Brasilia de Limache e integrante del colectivo, comenta que su propósito es cultivar el pensamiento mistraliano desde la práctica diaria. "En un contexto educativo estandarizado, su propuesta nos devuelve el sentido de enseñar", expresa.
En su caso, esto se traduce en clases donde leer y escuchar poesía abre la puerta al diálogo, la empatía y la creatividad. "Es algo muy sencillo, pero que permite que los niños se reencanten con la poesía, porque muchas veces la escuela se vuelca a lo cognitivo, al análisis de los textos y no a sentirlos, a vibrar con ellos", detalla la educadora. Algo similar realiza su colega Constanza Gallardo, profesora multigrado de 1 y 2 básico en una escuela Montessori de Quilpué. Cada semana lee poemas de Mistral a sus alumnos, invitándolos a transformarlos en dibujos. "Estamos creando un mini libro poético. Al principio mostraron resistencia, quizás por el prejuicio hacia la poesía, pero luego, aunque encontraran palabras desconocidas y un estilo más complejo que los cuentos, descubrieron versos que podían interpretar con imágenes", relata. A su vez, instalaron un "buzón del amor", donde se envían mensajes de ternura entre los compañeros. Pero esta relectura de Mistral no se queda en el aula.
El Museo de la Educación que lleva su nombre también ha intensificado su trabajo para dar a conocer esta dimensión. "Nosotros tenemos un alto porcentaje de estudiantes de Pedagogía que nos visitan, aunque con los años eso ha ido cambiando, ya que ella está mucho más en el imaginario de las personas. Ahora vienen interesados en el tema de la educación, pero también más público general para conocer su pedagogía, desde niños hasta personas de la tercera edad", cuenta Orellana.
Este fin de semana, como parte de las actividades del Día de los Patrimonios, presentarán un monólogo inspirado en el Poema de Chile, obra póstuma de Mistral, y el Museo estará abierto a partir de las 10 de la mañana.
Honrarla leyéndola Aunque cada vez son más quienes buscan promover su figura (el pasado 7 de abril, su natalicio, se celebró por primera vez el Día de Gabriela Mistral), los investigadores de su obra señalan que persiste una paradoja: pese a que muchos de los principios mistralianos --como la centralidad del vínculo afectivo, la conexión con la naturaleza y la valoración del rol docente-coinciden con enfoques pedagógicos contemporáneos, su legado sigue parcialmente ausente de la formación docente formal.
Pedro Pablo Zegers, miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua y experto en su obra, atribuye esto a varios factores: "Fue autodidacta, no tuvo formación académica formal en pedagogía, y su pensamiento tiene un tono poético y religioso que incomoda a la academia. Pero nadie como ella encarnó la figura de la maestra: sensible, exigente y profundamente comprometida". La deuda es histórica.
No solo se ignoraron sus aportes en vida --por ejemplo, se le negó el ingreso a una Escuela Normal por sus ideas consideradas subversivas--, sino que aún hoy no existen escuelas que apliquen de forma estructurada su propuesta educativa. A cambio, han sido las acciones individuales de profesores y bibliotecarios las que han mantenido viva su llama.
Como María Angélica Espinoza, encargada CRA (programa que busca mejorar la calidad de la educación a través de las bibliotecas escolares) en la Escuela Sagrada Familia de Nazareth, quien hace 25 años promueve actividades literarias inspiradas en la poeta. "Gabriela nos llama a enseñar siempre: en la sala, en el patio, en la calle", dice parafraseando a la intelectual. "Si la leyéramos más, veríamos que su pedagogía es profundamente actual. Nos enseña a formar personas y no solo estudiantes", suma. Este resurgimiento mistraliano, aún incipiente, propone no solo celebrar su figura, sino actualizarla. "No se trata de mirar hacia atrás con nostalgia, sino de recoger lo que ya está dicho y volverlo acción. Si hay una manera de honrarla no es con plazas o estatuas, sino con espacios formales para que se la lea, tanto en las universidades, como en las escuelas", dice Berríos.
Su legado educativo resurge en las aulas, pero aún de forma incipiente, dicen especialistas: Educadores van al rescate del patrimonio pedagógico de Gabriela Mistral MARÍA FLORENCIA POLANCO n Con "buzones del amor", poesía ilustrada y metodologías participativas, profesores aplican su enfoque, donde el aprendizaje se vive con emoción y creatividad. "Nadie como ella encarnó la figura de la maestra: sensible, exigente y profundamente comprometida", señala un experto en su obra.
Mistral comenzó dando clases de forma autodidacta en la Escuela de la Compañía Baja (La Serena), pero educó en varios colegios, como el Liceo de Niñas de Antofagasta (en la foto). EL MERCURIO `` En un contexto educativo estandarizado, su propuesta nos devuelve el sentido de enseñar".. ............................................................... DANIELA SAAVEDRA PROFESORA DE LA ESCUELA BRASILIA (LIMACHE) Esta fue la primera reunión del grupo de educadores que formó el Observatorio Mistraliano en 2024 y que busca expandirse. Participan profesores de la Región de Valparaíso y Metropolitana. Trabajo de los alumnos de la Escuela Brasilia (Limache). CEDIDA CEDIDA.