El gran desafío de Cobquecura
El gran desafío de Cobquecura Cobquecura enfrenta hoy grandes desafíos y amenazas, pero también se le abren enormes oportunidades de desarrollo.
Lograr el equilibrio entre crecimiento económico y respeto al medio ambiente y a las comunidades es un reto no menor que debe ser abordado con altura de miras, escuchando no solo a los fundamentalistas o únicamente a los que creen que pueden comprarlo todo, sino que también a la mayoría silenciosa que lidia a diario con el subdesarrollo.
C on la reciente adjudicación del asfaltado de un tramo de 10,5 kilómetros de la ruta costera N-42, entre Taucú y Colmuyao; más la pavimentación, actualmente en ejecución, de 5,4 kilómetros entre Colmuyao y La Orilla; Cobquecura dará un gran paso en el mejoramiento de su conectividad vial, al completar toda la extensión de su ruta costera pavimentada, lo que tendrá un impacto positivo en la calidad de vida de sus habitantes y en el desarrollo económico, ya que incentivará el turismo y hará más eficiente el transporte de carga.
En materia de vialidad, el proyecto de ruta costera entre Dichato y Cobquecura, cuya pieza clave es el puente en la desembocadura del río Itata, sigue enredado en la permisología, a la espera del respectivo estudio ambiental y del apoyo político para su financiamiento. Esta iniciativa, que podría licitarse en 2027 ó 2028, permitirá reducir significativamente los tiempos de viaje entre Concepción y Cobquecura, lo que redundará en un fuerte incremento de los visitantes.
A pesar de los evidentes beneficios que la mejor conectividad representará para la zona, en Cobquecura existen aprensiones por lo que significará el aumento de los flujos de turistas, ya que advierten que podría afectar la tranquilidad de un destino caracterizado por el turismo familiar, deportivo y de naturaleza.
De hecho, destaca la preocupación de la comunidad por la protección de la biodiversidad de esta zona, lo que se ha expresado en el rechazo a proyectos acuícolas y de generación eólica, no así contra los loteos inmobiliarios que se multiplican de manera inorgánica.
Y si bien el valor del suelo en la comuna sigue en aumento, presionado por los negocios inmobiliarios que no han encontrado resistencia de las autoridades, la comuna sigue exhibiendo indicadores sociales de rezago, por ejemplo, en materia de ingresos monetarios de los hogares, empleo y acceso a servicios básicos, como agua potable, alcantarillado, electricidad, salud, educación y transporte, entre otros.
Un tema no menor son las constantes interrupciones del suministro eléctrico, debido a la desidia de las autoridades y las empresas eléctricas por mejorar la infraestructura de transmisión y distribución, no solo en la comuna, sino que en toda la Provincia de Itata. De hecho, técnicamente, hoy no sería factible la instalación de una gran industria en Cobquecura, porque no existe la potencia suficiente para abastecerla. Lo anterior también representa un freno para el desarrollo turístico, ya que, sin electricidad, es imposible pensar en la construcción de más hoteles y comercios.
Sin duda, mejorar la conectividad de Cobquecura representa una gran oportunidad de crecimiento para esta comuna turística y agrícola, pero dicho crecimiento debe ser conducido a través de instrumentos de planificación estratégica que hoy no existen y que trasciendan la gestión de una autoridad, vale decir, que permitan velar por un crecimiento sostenible e inteligente que sea capaz de proteger y potenciar sus activos (atractivos) naturales y patrimoniales y de integrar a la comunidad en sus beneficios. Cobquecura enfrenta hoy grandes desafíos y amenazas, pero también se le abren enormes oportunidades de desarrollo.
Lograr el equilibrio entre crecimiento económico y respeto al medio ambiente y a las comunidades es un reto no menor que debe ser abordado con altura de miras, escuchando no solo a los fundamentalistas o únicamente a los que creen que pueden comprarlo todo, sino que también a la mayoría silenciosa que lidia a diario con el subdesarrollo..