La fotografía como medio para contar historias de mujeres invisibilizadas
La fotografía como medio para contar historias de mujeres invisibilizadas SYLVANA VON KUNOWSKY, Fotógrafa (@fotografadepartos) y activista por la diversidad corporal y los derechos sexuales y reproductivos de la mujer. convertirlos en relatos que interpelen, generen conversación y abran espacio a nuevas narrativas sobre la experiencia de ser mujer. VIOLENCIA SIMBÓLICA:L a fotografía es un lenguaje poderoso, capaz de revelar lo que ha sido ignorado. En un mundo donde las historias de las mujeres han sido contadas desde miradas externas o distorsionadas por prejuicios, narrarnos a nosotras mismas a través de la imagen es un acto necesario. Como fotógrafa documental, cuento historias de mujeres reales, muchas veces invisibilizadas. Historias de partos respetados, maternidades auténticas, cuerpos diversos y la reapropiación de nuestra imagen. Mi trabajo no solo captura instantes, sino que buscaCONTAR HISTORIAS PARA CAMBIAR MIRADASA través de la fotografía podemos ampliar la representación del cuerpo de la mujer en su diversidad. Uno de mis proyectos, llamado Vulvamía, aborda la relación con nuestra vulva, un tema aún rodeado de tabúes. Con Vulvamía, a través de retratos íntimos y personales, busco que cada mujer pueda verse con amor y reconocer la belleza única de su propia piel. Vulvamía es una invitación a mirarnos sin miedo, a reconocernos y apropiarnos de nuestra imagen. Y es que, a lo largo del tiempo, nos han enseñado a sentir vergüenza de nuestra vulva y, en general, de nuestro cuerpo. Hemos aprendido a compararnos con modelos irreales y a ocultarnos. Desde la pornografía hasta la publicidad, se nos ha impuesto un único estándar de belleza, generando inseguridad ydesconexión con nosotras mismas. Desde niñas, estamos expuestas a la violencia estética. Se nos enseña que nuestro valor está en nuestra apariencia, que hay cuerpos correctos e incorrectos, y que debemos modificar nuestra imagen para ser aceptadas. Crecemos viendo cuerpos retocados en la publicidad y juzgados en nuestra vida cotidiana, lo que genera una relación tensa con nuestro reflejo.
Vivir en una sociedad que nos impone cómo debemos vernos y sentirnos en nuestra propia piel me ha hecho abordar el tema este año con “Esta soy yo”, un taller donde cada mujer explora y resignifica su imagen a través del autorretrato fotográfico. Esta soy yo es una oportunidad para descubrirnos sin imposiciones externas y construir nuestra propia imagen desde el respeto, el amor y la autenticidad. El taller no solo enseña técnicas fotográficas, sino que se convierte en un espacio de exploración personal, donde cada mujer puede narrar su propia historia visual. La idea es alejarnos de los discursos de empoderamiento impuestos y permitir que cada participante descubra su propio poder. AL OTRO LADO DE LA PIELOtro de mis proyectos más importantes es “Al otro lado de la piel”, una serie documental que retrata partos respetados enChile, mostrando su potencia y belleza. Desde pequeñas, muchas mujeres crecemos con imágenes de partos dolorosos y traumáticos como la única opción posible. Con este proyecto muestro que existen otras experiencias: partos vividos desde el amor, el respeto y la autonomía. Considero que la violencia obstétrica, normalizada en los sistemas de salud, puede disminuir si comenzamos a respetar los deseos de las mujeres y comprendemos la importancia de la gestación y el nacimiento.
La forma en que llegamos al mundo nos marca para toda la vida, y el respeto por los procesos naturales del parto no solo protege a la madre y al bebé, sino que impacta en el bienestar emocional de toda la familia.
Este trabajo ha sido expuesto en México, Rapa Nui, la Biblioteca de Santiago y el Primer Congreso Internacional de Parto y Nacimiento en Chile, convirtiéndose en una referencia dentro del movimiento por los derechos del nacimiento. Así, en un mundo saturado de imágenes idealizadas y cuerpos editados, la fotografía nos recuerda la importancia de mostrarnos tal como somos. Como fotógrafa y activista, creo profundamente en la necesidad de narrar nuestras propias historias, porque solo cuando nos vemos con honestidad podemos empezar a transformar la mirada con la que el mundo nos observa. RAZALASOIG. La fotografía tiene un poder inmenso para transformar la forma en que nos vemos y nos entendemos. No es solo una herramienta estética, sino un medio para contar historias que emocionan, que a veces incomodan y que cambian perspectivas. VIOLENCIA SIMBÓLICA: R E S