COMPARTIENDO LA VIDA: Dios y la Inteligencia Artificial: Impactos en Nuestra Vida Comunitaria
COMPARTIENDO LA VIDA: Dios y la Inteligencia Artificial: Impactos en Nuestra Vida Comunitaria ¡ Hola Comunidad! ! ¿Alguna vez se han preguntado cómo la tecnología tecnología refleja nuestra creatividad y capacidades humanas? humanas? En esta encrucijada tecnológica en la que nos encontramos, la inteligencia artificial (lA) emerge como una manifestación de la creatividad humana, un reflejo de la capacidad que Dios nos ha dado para imaginar, construir y transformar el mundo. Como recuerda San Pablo en su primera carta a los Corintios (1 Cor 12,4-6): «Hay diferentes dones espirituales, espirituales, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversos ministerios, pero el Señor es el mismo. Hay diversidad diversidad de obras, pero es el mismo Dios quien obra todo en todos.
La manifestación del Espíritu que a cada uno se le da es para provecho común». Este pasaje nos llama a reconocer que la inteligencia inteligencia y la creatividad que hemos puesto en la construcción de máquinas inteligentes son dones recibidos de Dios, quien nos ha hecho a su imagen y semejanza (Gen 1,26). Sin embargo, en nuestro afán de avanzar, no debemos olvidar que estas invenciones invenciones son herramientas; productos de nuestra creación, no señores de nuestra moral ni portadores de la Verdadera Sabiduría que proviene del Creador.
La lA puede ayudarnos en muchos aspectos: puede puede ser un instrumento para cuidar a los vulnerables, promover justicia y compartir la riqueza del amor de Dios, siempre que no perdamos de vista que la verdadera verdadera inteligencia, la que edifica la comunidad y enciende la esperanza, proviene de la fuente misma de toda vida: Dios.
Las palabras de Jesús en Mateo nos resultan aún más relevantes en este contexto: «Amarás a tu prójimo prójimo como a ti mismo» (Mt 22,39). La tecnología, incluida la lA, debe servirnos para esa finalidad: fortalecer fortalecer los lazos de hermandad, acoger a los excluidos excluidos y promover una vida digna para todos.
También el apóstol Santiago nos advierte: «La religión pura y sin mancha delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo» (Sant 1,27). La responsabilidad moral que tenemos es usar estos dones con sabiduría, sin permitir que nos alejen del camino del amor y la justicia. En última instancia, la presencia de la lA en nuestra nuestra comunidad nos desafía a cultivar una ética que refleje nuestra condición de criaturas amadas por Dios.
Como bien lo expresa San Juan en su primera carta: «Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios» (1 Juan 4,7). La verdadera verdadera inteligencia, la que nos conecta con el rostro de Cristo en el prójimo, debe guiar siempre nuestra nuestra creatividad tecnológica para construir un mundo mundo más justo, misericordioso y en comunión con el plan divino. Más de una vez nos hemos sorprendido hablando con una máquina o interactuando con plataformas digitales, por ejemplo, en el banco. Nos ha tocado a todos! La tecnología, a veces, nos sorprende con respuestas inesperadas.
Sin embargo, la reflexión de esta semana, sobre Dios y la inteligencia artificial, artificial, nos invita a reconocer que, si somos criaturas de Dios, nuestra mayor aspiración debe ser contribuir a la edificación del Reino con responsabilidad, responsabilidad, fe y esperanza.
Aprovechemos esta tecnología tecnología con la certeza de que todo don perfecto proviene del Padre de las luces, en quien no hay cambios ni sombra de variación (Stgo 1,17). COMPARTIENDO LA VIDA: Dios y la Inteligencia Artificial: Impactos en Nuestra Vida Comunitaria Por: P. Fernando Provoste H., Párroco “San Miguel” Nueva Imperial Tras la yeta de los sueños Por: Delfina Flores Véjar.