Autor: a Cabrera Muñoz
Un impulso a la educación desde María Elena
Un impulso a la educación desde María Elena ESLas Mujeres NO tienen l Ñ m / te S para su desarrolloEL MERCURIO[EFYODO VEGETALSoluciones Sesarrollo fúmanosoyantofagasta. clEmprenderUna voluntaria líder de«uma fórmula miiisocials lapresidenta enla Región de Antofagasta de las Damas de Azul, que asisten a pacientes con patologías al corazón. Catalina Jiménez Jiménez secrióen Antofagasta solamente consu madre y junto asus abuelos enla avenida Rendic. Estudió durante la enseñanza básica enel Colegio Providencia y la media en el Liceo de Niñas. Sulaborestá inspirada en su hija, que nació enferma del corazón: “Con su corazón dilatado, grande y con soplos. Tenía de vida, ya que presenpocas esperanzas taba preinfartos”. “Presenté a mi hija a la Virgen y a Dios. Si me hacían el milagro, algún día yo haría una gran labor para ayudar a los bebés o adultos con cardiopatías. Quería ayudar al prójimo con lo que yo viví”, destacó. Agregó que “salió adelante mi bebita.
Y desde ahí mi hija jamás volvió a decaer (para mífueun gran milagrosin cirugías). Ahora con45 años vive su vida normal”. “Siempre he incentivado el amor al prójimo, también con eltema animalista, por miamoralos perritos en abandono. Me motivé igual a ayudara indigentes: ellos pasan frío, hambre, son mal mirados, pero son seres humanos, son mis amigas yamigos”, comentó. Sin embargo, su mayor logro estrabajar por el enfermo cardiópata sin esperar nada a cambio, perteneciendo a las Damas de Azul. Por ello, asisten en el Hospital Regional a todo enfermo del corazón, ya sea de Antofagasta o venga de otra región. Este voluntariado fue fundado por el doctorcardiólogo Ricardo FemándezCruzaten 1978. “Les diría a las mujeres que seamos más luchadoras, más humanas para se-A dar apoyo, guir ayudando al prójimo. contención, más unión, más esperanza. Que sigan las metas que se proponen, querer es poder”, destacó. y jefas ingeniera comercial dela carrera de Recursos Hu-manos del CFT e Instituto Profesional Santo Tomás. Javiera Henríquez Olguín llegó a los cincoañosaviviren Antofagasta, ciudad que ha marcado su desarrollo personal y profesional. Sus padres son microempresarios y se trasladaron por razones laborales al norte y gracias a su esfuerzo creció en un entorno donde el emprendimiento siempre estuvo presente. “Ver su trabajo me inspiró a interesarme porla innovación yel impactosocial. Crecíen un ambiente donde la educación y la perseverancia eran fundamentales. Estudié en Liceo Andrés Sabella de Antofagasta y luegoen la Universidad Santo Tomás, donde me formécomo ingeniera comercial”, precisó. Agregó que realizó un magíster en Innovación Social en Economía Solidaria en la Universidad de Salamanca, España, reforzando su convicción de quela educación y el emprendimiento pueden transformar vidas. “Desdejoven, sentí unafuerte motivación por apoyar a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, brindándoles herramientas para mejorar su futuro educativo y laboral. Esto generando oportunidades, promoviendo la autonomía y el desarrollo a través del emprendimiento”, comentó. Uno de sus mayores logros ha sido equilibrar su crecimiento profesional con su rol de madre, demostrando que es posible alcanzar metas sin renunciar alos sueños. Además de impulsar iniciativas que benefician a jóvenes en situación vulnerable. “Si hay algo que quiero dejar como aporte a la región, es el impulso del emprendimiento en niños y mujeres en situación vulnerable.
Creo firmemente que, siseles brinda apoyo desdetemprana edad, pueden cambiar su futuro”, expresó Henríquez. mujeres que “Les diría las seamos cada vez más luchadoras y más humanas”Javiera Henríquez OlguínCatalina Jiménez Jiménez“Quiero dejar como aporte 1lso del emprendimiento en niños y mujeres”. el impu [ /Las Mujeres NO tienen l Ñ m / te S para su desarrolloEL MERCURIOESTEYODO [50] soluciones Bezarmolo humano" O VEGETAL. loIVARna vida en la educación. Ana Cabrera Muñozes la directora del Liceo Técnico Profesional -Científico Humanista de María Elena desde 2019. Su infancia se desarrolló en la oficina salitrera Victoria hasta que llegó a estudiaraAntofagastaal Liceo Técnico y luego ala Universidad Católica del Norte. “Estudiéy metituléde profesoradeCastellano, profesión queamo hasta el día de hoy Creo enla educación pública yen eso mesiento comprometida desde María Elena, conesta misión", precisó AnaCabrera. Comentó que “un gran logro es que desde María Elena podamos innovaren la educación, darle la importancia que debe tenerla educación técnica”. Paraellosugran virtudes generarredes de colaboración con las diferentes empresas mineras. “Y abrirles así a los alumnos las puertas a mejores aprendi-zajes y que salgan mejor preparados”, recalcó la directora. La profesoradestacó que “debeexistir una equidad degéneroenlasespecialidades técnicas, que son consideradas para varones, ya que no es así. Las mujeres también somos capaces”. Comentó que “hoy tenemos la especialidad de mecánica automotriz detercero medio con el 50% de mujeres. Un hitoyvamos por más”. Además, enfatizó que laeducación pública puede avanzar con vocación, dedicación y entrega. Lleva 45 años educando. Entrelos avancestecnológicos del liceo destacó la instalación del maker space gracias a participar en Impulsa 4.0 para desarrollar las habilidades del siglo XX: robótica, realidad virtual y mecatrónica. Respecto a la eduación STEM, comentó que “queremos dar un salto en el desarrollodela ciencia y la tecnología. Paraellovamosadesarrollareltrabajo interdiscipli-nario que persigue aprendizajes tecnológicos, artísticos, matemáticos y delas ciencias” expresó. “Estoy liderando el taller de autoayuda desde hace nueve años y espero seguir adelante”. asósu infancia entre Antofagasta y la oficinasalitrera Pedro de Valdivia, donde también realizó sus estudios.
Miriam Araya Tapia es la presidenta del taller autoayuda La Esperanza que realiza una destacada labor por la en María Elena. salud mental en Pedro”. Sus Mirianviviósu infancia padres llegaron ala salitrera desde Ovalle:su papá aún está vivo con 89 años. Desde el 2013 funciona el taller La Esperanza como organización con personalidad jurídica. Crearon esta agrupación para ayudar a mujeres preferentemente que sufrieran alguna enfermedades como depresión, crisis de o ansiedad. pánico “Mi mayor inspiración para esta labor deservicio fue mi madre quesiemprela vi preocuparse porel prójimo.
La verdad es que Dios pone en el corazón el ayudar a otros que necesitan”, comentó Araya“Ungran logro es que desde acá podamos innovar enla educación técnica”. Agregó que “mi motivación es creer si puedo ayudarlas, en las personas y por qué no hacerlo. Mis mayores logros como mujer es ser esposa, madre, hija, amiga y vecina. Soy una mujer de fe, creo fielmente que Dios es el que pone los desafíos. El poder ayudar es uno de los mayores logros”, recalcó. Su momento más gratificante es verla alegría de otros y que su familia esté bien.
Su aporte a la región como mujeres solo decir que “el querer es poder”. Enfatizó que “Dios nos dio un rol muy importante como mujeres: somos dadoras de vida, somos mujeres especiales que cada vez que nos proponen onos proponemos algo, lo hacemos”. “Estoy liderando el taller hace más de nueve años: mi objetivo es poder seguir adelante con el grupo y poderayudar a más personas de micomunidad”, expresó Araya. El desafío de aportar ala salud metal.
Un impulso a la educación desde María Elena ESLas Mujeres NO tienen l Ñ m / te S para su desarrolloEL MERCURIO[EFYODO VEGETALSoluciones Sesarrollo fúmanosoyantofagasta. clEmprenderUna voluntaria líder de«uma fórmula miiisocials lapresidenta enla Región de Antofagasta de las Damas de Azul, que asisten a pacientes con patologías al corazón. Catalina Jiménez Jiménez secrióen Antofagasta solamente consu madre y junto asus abuelos enla avenida Rendic. Estudió durante la enseñanza básica enel Colegio Providencia y la media en el Liceo de Niñas. Sulaborestá inspirada en su hija, que nació enferma del corazón: “Con su corazón dilatado, grande y con soplos. Tenía de vida, ya que presenpocas esperanzas taba preinfartos”. “Presenté a mi hija a la Virgen y a Dios. Si me hacían el milagro, algún día yo haría una gran labor para ayudar a los bebés o adultos con cardiopatías. Quería ayudar al prójimo con lo que yo viví”, destacó. Agregó que “salió adelante mi bebita.
Y desde ahí mi hija jamás volvió a decaer (para mífueun gran milagrosin cirugías). Ahora con45 años vive su vida normal”. “Siempre he incentivado el amor al prójimo, también con eltema animalista, por miamoralos perritos en abandono. Me motivé igual a ayudara indigentes: ellos pasan frío, hambre, son mal mirados, pero son seres humanos, son mis amigas yamigos”, comentó. Sin embargo, su mayor logro estrabajar por el enfermo cardiópata sin esperar nada a cambio, perteneciendo a las Damas de Azul. Por ello, asisten en el Hospital Regional a todo enfermo del corazón, ya sea de Antofagasta o venga de otra región. Este voluntariado fue fundado por el doctorcardiólogo Ricardo FemándezCruzaten 1978. “Les diría a las mujeres que seamos más luchadoras, más humanas para se-A dar apoyo, guir ayudando al prójimo. contención, más unión, más esperanza. Que sigan las metas que se proponen, querer es poder”, destacó. y jefas ingeniera comercial dela carrera de Recursos Hu-manos del CFT e Instituto Profesional Santo Tomás. Javiera Henríquez Olguín llegó a los cincoañosaviviren Antofagasta, ciudad que ha marcado su desarrollo personal y profesional. Sus padres son microempresarios y se trasladaron por razones laborales al norte y gracias a su esfuerzo creció en un entorno donde el emprendimiento siempre estuvo presente. “Ver su trabajo me inspiró a interesarme porla innovación yel impactosocial. Crecíen un ambiente donde la educación y la perseverancia eran fundamentales. Estudié en Liceo Andrés Sabella de Antofagasta y luegoen la Universidad Santo Tomás, donde me formécomo ingeniera comercial”, precisó. Agregó que realizó un magíster en Innovación Social en Economía Solidaria en la Universidad de Salamanca, España, reforzando su convicción de quela educación y el emprendimiento pueden transformar vidas. “Desdejoven, sentí unafuerte motivación por apoyar a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, brindándoles herramientas para mejorar su futuro educativo y laboral. Esto generando oportunidades, promoviendo la autonomía y el desarrollo a través del emprendimiento”, comentó. Uno de sus mayores logros ha sido equilibrar su crecimiento profesional con su rol de madre, demostrando que es posible alcanzar metas sin renunciar alos sueños. Además de impulsar iniciativas que benefician a jóvenes en situación vulnerable. “Si hay algo que quiero dejar como aporte a la región, es el impulso del emprendimiento en niños y mujeres en situación vulnerable.
Creo firmemente que, siseles brinda apoyo desdetemprana edad, pueden cambiar su futuro”, expresó Henríquez. mujeres que “Les diría las seamos cada vez más luchadoras y más humanas”Javiera Henríquez OlguínCatalina Jiménez Jiménez“Quiero dejar como aporte 1lso del emprendimiento en niños y mujeres”. el impu [ /Las Mujeres NO tienen l Ñ m / te S para su desarrolloEL MERCURIOESTEYODO [50] soluciones Bezarmolo humano" O VEGETAL. loIVARna vida en la educación. Ana Cabrera Muñozes la directora del Liceo Técnico Profesional -Científico Humanista de María Elena desde 2019. Su infancia se desarrolló en la oficina salitrera Victoria hasta que llegó a estudiaraAntofagastaal Liceo Técnico y luego ala Universidad Católica del Norte. “Estudiéy metituléde profesoradeCastellano, profesión queamo hasta el día de hoy Creo enla educación pública yen eso mesiento comprometida desde María Elena, conesta misión", precisó AnaCabrera. Comentó que “un gran logro es que desde María Elena podamos innovaren la educación, darle la importancia que debe tenerla educación técnica”. Paraellosugran virtudes generarredes de colaboración con las diferentes empresas mineras. “Y abrirles así a los alumnos las puertas a mejores aprendi-zajes y que salgan mejor preparados”, recalcó la directora. La profesoradestacó que “debeexistir una equidad degéneroenlasespecialidades técnicas, que son consideradas para varones, ya que no es así. Las mujeres también somos capaces”. Comentó que “hoy tenemos la especialidad de mecánica automotriz detercero medio con el 50% de mujeres. Un hitoyvamos por más”. Además, enfatizó que laeducación pública puede avanzar con vocación, dedicación y entrega. Lleva 45 años educando. Entrelos avancestecnológicos del liceo destacó la instalación del maker space gracias a participar en Impulsa 4.0 para desarrollar las habilidades del siglo XX: robótica, realidad virtual y mecatrónica. Respecto a la eduación STEM, comentó que “queremos dar un salto en el desarrollodela ciencia y la tecnología. Paraellovamosadesarrollareltrabajo interdiscipli-nario que persigue aprendizajes tecnológicos, artísticos, matemáticos y delas ciencias” expresó. “Estoy liderando el taller de autoayuda desde hace nueve años y espero seguir adelante”. asósu infancia entre Antofagasta y la oficinasalitrera Pedro de Valdivia, donde también realizó sus estudios.
Miriam Araya Tapia es la presidenta del taller autoayuda La Esperanza que realiza una destacada labor por la en María Elena. salud mental en Pedro”. Sus Mirianviviósu infancia padres llegaron ala salitrera desde Ovalle:su papá aún está vivo con 89 años. Desde el 2013 funciona el taller La Esperanza como organización con personalidad jurídica. Crearon esta agrupación para ayudar a mujeres preferentemente que sufrieran alguna enfermedades como depresión, crisis de o ansiedad. pánico “Mi mayor inspiración para esta labor deservicio fue mi madre quesiemprela vi preocuparse porel prójimo.
La verdad es que Dios pone en el corazón el ayudar a otros que necesitan”, comentó Araya“Ungran logro es que desde acá podamos innovar enla educación técnica”. Agregó que “mi motivación es creer si puedo ayudarlas, en las personas y por qué no hacerlo. Mis mayores logros como mujer es ser esposa, madre, hija, amiga y vecina. Soy una mujer de fe, creo fielmente que Dios es el que pone los desafíos. El poder ayudar es uno de los mayores logros”, recalcó. Su momento más gratificante es verla alegría de otros y que su familia esté bien.
Su aporte a la región como mujeres solo decir que “el querer es poder”. Enfatizó que “Dios nos dio un rol muy importante como mujeres: somos dadoras de vida, somos mujeres especiales que cada vez que nos proponen onos proponemos algo, lo hacemos”. “Estoy liderando el taller hace más de nueve años: mi objetivo es poder seguir adelante con el grupo y poderayudar a más personas de micomunidad”, expresó Araya. El desafío de aportar ala salud metal.