Editorial: Minería: demandas y obligaciones
Editorial: Minería: demandas y obligaciones ElEditorialLa industria debe gatillar la creaciónor estos días se discuten -lo que es normal¡ varios proyectos vinculados a la gran minería. Antofagasta Minerals, por ejemplo, tiene en ciernes el futuro de Zaldívar, lo que dependerá de las autorizaciones para eluso de agua. También está el caso de Quiborax, cuyas faenas fueron paralizadas por el I Tribunal Ambiental por supuestos daños ambientales acusados por el Consejo de Defensa del Estado. Podemos sumar las demandas sociales que tendrá el acuerdo entre SQM y Codelco para la explotación del litio o las complicaciones logísticas que registrará la ampliación de Centinela, cuya magnitud es inmensa.
Escondida y Spence (que planean expansiones) tendrán lo mismo, pues se trata de una industria muy expuesta en materia laboral, social, ambiental y económica. ¿Qué espera la población de la minería? Evidentemente, que la relación sea cordial y quede un ecosistema enel territorio. Ese será sea una plataforma que mejorela calidad de vida dela población, pero por sobre todo, que instale un ecosistema potente que empuje a otrossu principal legado en el tiempo. De eso, a aún hay poco. sectores, de modo que el desarrollo sobreviva más allá de la existencia del propio mineral.
Si el territorio debe ofrecer las garantías para el desarrollo de la industria, haciendo eficientes sus procesos, la minería debe proveer, junto con lo público, las condiciones para que las personas puedan gestionar sus vidas en su totalidad. Lamentablemente, Antofagasta es una región rica en recursos, donde la minería ha obtenido enormes ganancias, pero la población -ciertamente, por varias causasno tiene una educación, salud ni desarrollo social de calidad. Es posible que los grandes causantes sean las autoridades miopes y cierta mezquindad dela industria -algunas empresasal no potenciar el espacio en el que se desarrolla. Esto debe cambiar. Sila ecuación sigue como hasta ahora, la incomodidad continuará. La industria debe involucrarse más.. El territorio debe dar garantías al inversionista y eso se ha materializado, pero la industria no ha tenido un trato con las comunidades para asegurar su desarrollo. Editorial