La sostenibilidad exige mejorar la relación de los puertos con su entorno social, ambiental y laboral
La sostenibilidad exige mejorar la relación de los puertos con su entorno social, ambiental y laboral los puertos con su entorno social, ambiental y laboral. Avanzar hacia una visión moderna e integradora en materia logística es clave para el desarrollo y economía del país.
Esto es justamente lo que hemos buscado plasmar en las nuevas bases de licitación que junto a las empresas portuarias estatales estamos desarrollando, a través del Programa de Desarrollo Logístico del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), y cuya materialización comenzaremos a ver desde 2026 en las consultas al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y en 2028, a través de las licitaciones de las futuras concesiones de los frentes de atraque.
Estas bases generan mayores exigencias para la industria tanto marítima como terrestre con especial énfasis en mitigar el impacto urbano; así como también acciones tendientes a descarbonizar la cadena logística mediante la incorporación de energías limpias y renovables. Que hoy Chile cuente con un sistema logístico-portuario robusto, eficiente y de demostrado liderazgo, no es casual y responde al rol para el cual las concesiones portuarias fueron diseñadas: aportar a la competitividad del país.
Solo a modo de ejemplo: en los últimos 25 años, la inversión privada de las concesiones portuarias bordeó los US$ 2.000 millones, posicionando a nuestro país La apertura de Chile a los mercados internacionales ha sido uno de los pilares del desarrollo económico nacional de las últimas décadas. Las cifras así lo demuestran. Pese a ser un país pequeño, nuestros vínculos son múltiples y profundos y dan cuenta de la vocación global de nuestra economía. Esta apertura exige disponer de un sistema logístico-portuario eficiente, competitivo y seguro; capaz de prestar servicios adecuados a las cargas, las naves y los pasajeros.
Asimismo, debe responder a los desafíos que los tiempos actuales presentan, tarea no tan simple si se considera que las concesiones vigentes se iniciaron hace ya 25 años, en un país completamente distinto al que vivimos hoy.
A casi tres décadas de ese momento, si bien los objetivos son los mismos robustecer la competitividad, potenciar la capacidad portuaria e impulsar el comercio exterior, existe una demanda adicional e ineludible denominada sostenibilidad, que nos exige mejorar la relación de OIRUCREMLE como un actor relevante de la región. Adicionalmente, este gobierno ha impulsado proyectos de inversión clave para habilitar mejores condiciones a nuestro comercio exterior.
Medidas como la ampliación del molo de abrigo en Antofagasta, el mejoramiento de las rutas de acceso terrestre en San Antonio y San Vicente, el aumento de capacidad de zonas de regulación de frecuencias en Arica, Iquique, Antofagasta o San Antonio, el aumento de la altura de ola máxima para la operación de San Antonio y el desarrollo de plataformas tecnológicas han sido un gran aporte para mantener nuestro liderazgo con visión de futuro en la costa Pacífico del continente. En este mismo sentido destaca especialmente la reciente implementación de la Ventanilla Única Marítima (VUMAR), iniciativa que sistematiza y digitaliza los trámites para la llegada y salida de los buques. VUMAR no solo presenta un importante paso en eficiencia gracias a la disminución de costos, horas de trabajo e incluso papelería, sino también consolida nuestra búsqueda permanente por ubicarnos en las grandes ligas. Planificar nuestros futuros pasos y anticipar los desafíos que vienen, considerando las peculiaridades de cada territorio y la proyección de nuestras actividades comerciales, es la tarea que ahora nos compete.
En ella encontramos también una oportunidad de repensar cómo potenciamos nuestro país según sus propias características, ya sea por medio del desarrollo de la industria del hidrógeno verde en Magallanes; del litio en el Norte Grande; el impulso del turismo de cruceros en la Patagonia, la Antártica y otras regiones del país; o bien por medio de la ampliación de las capacidades de los terminales de Valparaíso, Iquique o San Vicente, y, ciertamente, del Puerto Exterior de San Antonio, pieza clave del desarrollo logístico nacional de las próximas décadas. Avanzar comprometidos con las exigencias de los nuevos tiempos será clave para mirar con optimismo el futuro. Para ello, una vez más, el trabajo público privado coordinado será crucial en la materialización de proyectos que permitan a la logística ser ese protagonista silencioso del desarrollo económico de nuestro país. DESAFÍOS QUE VIENEN VISIÓN MODERNA.
Esto es justamente lo que hemos buscado plasmar en las nuevas bases de licitación que junto a las empresas portuarias estatales estamos desarrollando, a través del Programa de Desarrollo Logístico del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT). ANÁLISIS: JUAN CARLOS MUÑOZ, ministro de Transportes y Telecomunicaciones. El gobierno ha impulsado proyectos de inversión clave para habilitar mejores condiciones al comercio exterior de nuestro país.