¡Un siglo discutiendo sobre impuestos!
¡ Un siglo discutiendo sobre impuestos! ? DIERAN ARES "¡ Uwsiglo debatiendo sobre los impuéstos?", puede ser la reacción del lector cuya publicación de este libro que aborda los 100 años desde la promulgación de la Ley de Impuesto a la Renta, encuentra a Chile en medio de una nueva discusión de reforma tributaria, aunque esta vez --si bien sigue siendo lentacarece de algunos de los consensos fundamentales que existieron hace un siglo. Coincidencia o no, es interesante consignar que, tras la aprobación de la ley de Impuesto a la Renta en 1924, la primera reforma estructural se hizo cuarenta años después, es decir, en 1964.
Las siguientes grandes reformas vinieron en 1974,1984 y 2014. ¿Qué pasará ahora en 2024? Como se observará en las páginas de este libro, muchos de los temas siguen siendo los mismos: necesidad de aumentar los ingresos del fisco, cubrir los gastos sociales, que paguen los "más ricos", disminución del gasto público, mayor eficiencia en el uso de los recurs edistribución de la riqueza, j 'ocial, mayor control para disminuir la evasión y simplificación de la burocracia.
Todo ello, junto auna autoridad --representada en los ministros de Hacienda de todas las ministros de Hacienda de todas las ministros de Hacienda de todas las ministros de Hacienda de todas las ministros de Hacienda de todas las ¡ Un siglo discutiendo sobre impuestos! A cien años de la promulgación de la Ley de Impuesto a la Renta, el libro de los académicos Ángel Soto y Cecilia Cifuentes (U. de los Andes), del cual publicamos un breve extracto, revisa las discusiones que han orientado ese debate y las consiguientes decisiones de política pública. épocasque han presionado para que se aprueben rápido los aumentos tributarios en el Congreso Nacional, apelando a la falta de recursos y a los problemas presupuestarios de los programas prometidos a la ciudadanía --varios en ejecuciónque no cuentan con el financiamiento necesario. Incluso, como escribió revista Qué Pasa en 1983: "En la edad adulta, el cuco infantil se vuelve realidad en el Servicio de Impuestos Internos. Pavor, horror y un sinnúmero de adjetivos similares son los que mejor describen el sentimiento que se siente respecto de él. Considerando que algunos lo transforman en odio y rencor, sin temor a exagerar. Bajo la firme convicción, arraigada históricamente, de que en Chile se pagan los impuestos más altos del mundo, la mayoría --quien más quien menosintenta eludir el pago de dichos tributos hasta donde le es posible.
Lo que no quita que, esos mismos, vivan en ascuas esperando una revisión de sus cuentas impositivas". No obstante, nos parece, sigue pendiente una discusión fundamental en materia tributaria, respecto de cuál en materia tributaria, respecto de cuál en materia tributaria, respecto de cuál en materia tributaria, respecto de cuál (Continúa en la página 14). ¡Un siglo discutiendo sobre impuestos! (Viene de la página 13) es el fundamento filosófico que existe tras el pago de impuestos por parte de los contribuyentes. Es decir, identificar las razones profundas que debieran dar legitimidad a un aumento o disminución de estos. Un debate --creemosque debe alejarse del populismo y la consigna.
El economista francés y Premio Nobel de Economía, Jean Tirole, refiriéndose a la necesidad de estos debates profundos en economía afirmó: "Estoy convencido de que tenemos las políticas económicas que merecemos y que, mientras el gran público carezca de cultura económica, tomar decisiones correctas requiere mucho valor político. Los políticos dudan, en efecto, a la hora de adoptar políticas impopulares porque temen la sanción electoral que de ello podría derivarse.
En consecuencia, una buena comprensión de los mecanismos económicos es un bien público: me gustaría que otros hagan una inversión intelectual para incitar a los políticos a tomar unas decisiones colectivas más racionales... A falta de curiosidad intelectual, adoptamos un comportamiento de parásito (free rider) y no invertimos lo suficiente en comprender los mecanismos económicos". Este proyecto sobre la historia de los impuestos comenzó con una pregunta sencilla: realizada la independencia de Chile hacia 1810-1818, los criollos seguramente se preguntaron "¿ y ahora qué? ¿ cómo financiamos esta nueva República?" Pero lo que hemos descubierto hasta ahora es que, desde ese mismo momento, nos encontramos básicamente con una argumentación técnica recaudatoria, donde pocos (o nadie) quiere meterse la mano al bolsillo y pagar. Si bien se cubrió de un debate doctrinario liberal, fundamentalmente primaron los intereses de los grupos tomadores de decisión.
Los legisladores eran jueces y parte y cualquier medida les afectaría directamente a ellos, A comienzos del siglo XX, se trató de incorporar elementos científicos en el cálculo de las tasas impositivas; pero continuó el dominio de los intereses corporativos y de los conflictos de interés no declarados. Luego de avanzado el siglo, esto no sólo se mantuvo, sino que también se buscó aumentar las exenciones en medio de una discusión teñida de ideología. En el presente, las reformas aplicadas desde mediados de los años 1970 en adelante ciertamente contribuyeron a una modernización técnica en materia tributaria.
Sin embargo, a pesar de la evidencia histórica y económica, los elementos ideológicos permanecen (2023-2024). En 1776, en su libro La riqueza de En 1776, en su libro La riqueza de Ficha de autor Cecilia Cifuentes es académica de la Escuela de Negocios ESE de la Universidad de los Andes. Ángel Soto es académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes.. las naciones, Adam Smith estableció cuatro cánones de la tributación general.
En primer lugar, los súbditos [ciudadanos] "deben contribuir al sostenimiento del gobierno en la medida de lo posible en proporción a sus respectivas capacidades", vale decir, según el ingreso que disfruta "bajo la protección del Estado". Segundo, "el impuesto que cada individuo debe pagar debe ser cierto y no arbitrario". Cuestión que dice relación con la incertidumbre en la tributación, que de producirse "estimula la insolencia y favorece la corrupción". El tercer aspecto tiene que ver con el momento y la forma, es decir, el impuesto sobre una renta de la tierra o de las propiedades, debe pagarse al mismo tiempo que dicha renta es recaudada, como así también los impuestos sobre los bienes de lujo que son pagados por el consumidor, se deben pagar de a poco según se compran; Cuarto, "todos los impuestos deben estar diseñados para extraer de los bolsillos de los contribuyentes o para impedir que entre en ellos la menor suma posible más allá de lo que ingresan en el tesoro público del estado". Así entonces se debe tener cuidado con la cantidad de burocracia cuyo salario puede absorber gran parte de lo recaudado; no obstruir el trabajo ni desanimarlo dañando actividades que podrían dar empleo; y no poner impuestos demasiado altos, pues "un impuesto excesivo genera una gran tentación de evadirlo" y las confisca= tentación de evadirlo" y las confisca= tentación de evadirlo" y las confisca= tentación de evadirlo" y las confisca= ciones o multas por dicha acción pueden arruinar "el beneficio que la sociedad podría haber recibido gracias a la inversión de sus capitales". De esta forma, "los impuestos resultan frecuentemente más gravosos para los ciudadanos que beneficiosos para el soberano". Impuesto a la Renta y desarrollo económico Impuestos: un reflejo del entorno económico, político y social Los impuestos, al igual que l: ideas, tienen consecuencias. Así lo demostraron los economistas Arthur B. Laffer, Brian Domitrovic y Jeanne C. Sinquefield, quienes reinterpretaron la historia económica considerando los efectos de la política tributaria.
Efectivamente, desde 1974 cuando Laffer dibujo su famosa curva en una servilleta mientras cenaba en el hotel Washington, se ha puesto de manifiesto que los agentes reaccionan a las distorsiones que genera el nivel tributario modificando su comportamiento, "de modo que el resultado de una subida impositiva puede ser justo el contrario al esperado". Si bien esta cuestión es cierta, no debemos olvidar que los impuestos, tal como las ideas, están determinados por el contexto histórico que les vio nacer, y --en general --son una reacción a la situación política, económica o social de una coyuntura determinada e incluso, ¿por qué no?, de una moda o e incluso, ¿por qué no?, de una moda o e incluso, ¿por qué no?, de una moda o e incluso, ¿por qué no?, de una moda o e incluso, ¿por qué no?, de una moda o e incluso, ¿por qué no?, de una moda o. ¡Un siglo discutiendo sobre impuestos! corriente ideológica imperante. Desde siempre han estado presentes sin importar la condición del régimen, la riqueza, o las clases sociales, tanto para exigirlos como para eximirlos.
Imperios, democracias o tiranías, se le atribuye a Benjamin Franklin (1716) la frase: "En este mundo sólo hay dos cosas seguras, la muerte y pagar los impuestos", Al respecto es interesante lo que señala Charles Adams (2001) en su libro For Good and Evil.
The Impact of Taxes on the Course of Civilization, para quien los tributos han estado siempre presentes con un fuerte impacto en nuestras vidas y podrían llegar a ser --para bien y para mal-"el motor que mueve la historia". En su opinión, tanto la prosperidad o decadencia de las naciones siempre han tenido "un factor impositivo" que los convierte en un poderoso agente que moviliza a las personas, mucho más allá de lo que los gobiernos quieran (o puedan) admitir. Los contribuyentes cuando están enojados pueden ser una amenaza letal para las autoridades de turno. Inicialmente pueden rebelarse a través de la evasión fiscal, pero luego vendrán los disturbios y finalmente la violencia. En ese sentido, la historia --dice Adamsdemuestra que la presión fiscal podría ser catastrófica para quienes presionen demasiado a sus contribuyentes.
Tiene razón Nicolás Delalande quien se refiere al tema en una perspectiva histórica como "batallas fiscales" (Les Batailles de LImpót) y relaciona a estos con el consentimiento y la resistencia que existe entre el Estado y la democracia.
Más de alguien puede preguntarse ¿ por qué existen los impuestos? Una duda que también debiera hacernos pensar ¿ por qué los resistimos? o ¿ por qué los pagamos?, pero más allá de las respuestas que puedan surgir, de lo que no hay duda es que, como dicen los franceses Éric Anceau y Jean-Luc Bor= dron en su libro Histoire mondiale des impóts (2023), han determinado la construcción del Estado.
Que para nosotros va mucho más allá, porque finalmente implica una relación de poder y subordinación (o subyugación). En esa línea es importante ver En esa línea es importante ver En esa línea es importante ver cómo --a modo de ejemplo en el caso «100 años de chilenoel impuesto a la renta surgió pola renta en un contexto de naciente discusión s24:20%4s social en que el Estado estaba asuCecilia Cifuentes y miendo nuevas responsabilidades que Ángel Soto; debían ser financiadas. Como veremos prólogo de Rolf 5 P hi Liders.
Tirant más adelante en este libro, si bien fue Humanidades, discutido y existieron intentos de implementarlo en el siglo XIX, no fue sino en el contexto de la denominada "cuestión social" de comienzos del siglo XX y la "crisis del centenario" en 1910, cuando se tomó la decisión de Valencia (España), 2024,253 páginas. 2024,253 páginas. 2024,253 páginas. avanzar más concretamente hacia su implementación.
Tensiones políticas, intereses de grupo, necesidades sociales insatisfechas, crisis económica, pobreza, guerras mundiales, ideas económicas que comienzan a predominar --como lo fue el keynesianismo y el modelo de industrialización sustitutiva de importacionesentre múltiples otros factores históricos, determinaron su evolución, aunque básicamente se mantuvo el tema en torno a la necesidad de aumentar la recaudación fiscal, sin grandes cambios estructurales de fondo ya que "ideológicamente" eran concordantes con las propuestas imperantes. Avanzado el siglo XX, el cambio de paradigma hacia un modelo de economía de libre mercado también significó un giro en la relación entre el Estado y la ciudadanía en torno al tema tributario.
Inicialmente, se recogió una discusión que se venía dando a nivel teórico en escuelas de economía como la Universidad de Chicago, pero también las recomendaciones de misiones como la Klein-Saks a mediados de los años 50, avanzando --al menos en materia de ideashacia diagnósticos que propusieran una simplificación tributaria, la disminución de la evasión y unos impuestos que fueran más fáciles de recaudar, pero que por sobre todo fomentaran el ahorro, la inversión y el crecimiento económico, entendiendo que desde ahí se puede conseguir mucho más en resolver varios de los problemas sociales pendientes. Las ideas tienen consecuencias, y efectivamente a partir de 1974-1975, en materia económica comenzó una importante transformación que significó el mayor avance en materia de progreso en Chile, convirtiéndolo en un modelo de referencia internacional.
Lo que es interesante de resaltar, como veremos más adelante, es que la puesta en marcha de este Plan de Recuperación Económica como se le conoció en 1975, vino precedido de una refor= ma tributaria que dio el paso siguiente en 1984.
Un Estado más eficiente (no más grande), una institucionalidad más sólida y respetada, la modernización del Servicio de Impuestos Internos, incentivos al ahorro e inversión y luego, ya en democracia, ciudadanos que se fueron empoderando determinaron esta relación, que en materia tributaria demandó más eficiencia en el gasto público, transparencia y rendición de cuentas.
Entrada la primera década del siglo XXI, mayores demandas, expectativas insatisfechas, así como otras variables abusivas en el comportamiento de ciertos agentes, alimentadas por las ideologías que miraban también lo que estaba ocurriendo en otros lugares del planeta, significaron un nuevo giro histórico en materia tributaria para cubrir el nuevo rol social del Estado y los impuestos a la renta como vía redistributiva, que más allá de sus resultados, negativos como veremos a lo largo de este libro, viene a reafirmar esa estrecha relación a lo largo de la historia.
En las preguntas ¿ a quién cobrar?, ¿cuánto y para qué?, está implícita una relación entre Estado y sociedad donde el consentimiento, la confianza y la legitimidad son cruciales, especialmente cuando el primero de estos dos actores --el Estadose ha convertido "en un escenario en disputa" y que al mismo tiempo debe dar cuenta de sus resultados.
Así entonces, siguiendo al historiador José Antonio Sánchez Román, "la cuestión de la legitimidad política es clave, puesto que un gobierno considerado ilegítimo es uno cuyos gastos son inmediatamente sospechosos para la ciudadanía". ¿No ha sido acaso este un problema recurrente a lo largo de la historia? En definitiva, los impuestos muestran históricamente los vínculos que se tienen tanto con las actividades económicas, como "con las formas de organización política", sus "prácticas, representaciones y percepciones culturales de los distintos grupos y sujetos sociales". tos sociales"..