Hospital de La Serena cumple 7 años implementando buenas prácticas
Hospital de La Serena cumple 7 años implementando buenas prácticas CON CERTIFICACIÓN INTERNACIONAL En estos años, se han implementado en el recinto de salud guías clínicas certificadas por la Asociación Profesional de Enfermeras de Ontario, Canadá.
CEDIDA En la actualidad, el recinto de salud dispone de 150 profesionales de enfermería capacitados como "champions", quienes ejercen funciones de liderazgo en la implementación de las guías clínicas desarrolladas por la Asociación de Enfermeras y Enfermeros Profesionales de Ontario de Canadá (RNAO). En un esfuerzo sostenido por transformar la atención en salud pública desde un enfoque basado en la evidencia, el hospital de La Serena se ha consolidado como uno de los principales referentes en Chile en la implementación del modelo de Buenas Prácticas en Salud (BPSO). Esta iniciativa no solo posiciona al hospital como pionero al estar certificado desde 2018 y ser uno de los primeros seis establecimientos del país en adoptar estas prácticas, sino que también ha permitido instalar una nueva cultura asistencial. En ella, la seguridad del paciente, la estandarización de procedimientos y la calidad técnica se integran con un fuerte sentido humano del cuidado, promoviendo una mejora continua en el quehacer clínico, sobre todo en hospitalización.
Gracias a este trabajo, se han implementado en el recinto de salud guías clínicas certificadas por la RNAO (Asociación Profesional de Enfermeras de Ontario de Canadá) orientadas a la prevención de lesiones por presión (escaras), prevención de caídas y lesiones asociadas, así como al manejo seguro de accesos vasculares, y actualmente, se encuentran en proceso la incorporación de nuevas herramientas y protocolos.
Al respecto, Macarena Reyes, enfermera coordinadora del programa RNAO del hospital de La Serena, señaló que las buenas prácticas se implementan a través de una declaración de principios basada en un modelo de cuidado centrado en la persona y su familia. "Tenemos varios objetivos, buscamos disminuir la variabilidad del cuidado, transferir la evidencia investigativa a la práctica, también fortalecer los equipos multidisciplinarios, elevar los estándares de cuidado, reducir los costos en salud y que se dejen de realizar prácticas que no tienen ningún impacto o que pueden generar daño al paciente", dijo.
El recinto de salud ha iniciado una implementación progresiva de estas guías en los servicios clínicos de hospitalización como Medicina, Cirugía, Paciente Crítico (UPC) y Pediatría, posicionándose como uno de los primeros recintos hospitalarios del país en adoptar este modelo de manera transversal.
El trabajo ha implicado una actualización profunda de protocolos institucionales, alineando cada uno de ellos a las recomendaciones internacionales, y una capacitación permanente que ya supera los 150 trabajadores formadas como impulsores técnicos de cambio, especialmente enfermeros.
Estos impulsores, conocidos como "champions", cumplen un rol fundamental: lideran la implementación de cada guía en sus respectivas unidades, promueven el diálogo clínico, resuelven dudas técnicas y motivan a sus equipos en torno a un estándar común de excelencia.
Pablo Salinas, enfermero de la Unidad de Paciente Crítico del hospital de La Serena, actualmente se desempeña como champion y ha tenido un papel destacado en el desarrollo de la guía de accesos vasculares. "Esto viene a mejorar verdaderamente la calidad de la atención y brindar un cuidado profesional y efectivo que genere confianza en los pacientes, porque es clave basarse en la evidencia científica más actual. Eso es lo que propone la RNAO, aplicar lo que la ciencia demuestra como la mejor forma de cuidar hoy.
Esto me motiva profundamente y busco transmitirlo a mis colegas, porque al final, se trata de salvar vidas y ofrecer el mejor cuidado posible con el conocimiento más sólido disponible para las personas que recuperan su salud con nosotros", destacó.
MODELO EJEMPLAR EN PREVENCIÓN DE CAÍDAS En el marco de la implementación de las guías de RNAO, el Servicio de Medicina del Hospital de La Serena ha logrado instalar una experiencia ejemplar de prevención de caídas, situándose como una unidad pionera. Las caídas intrahospitalarias, reconocidas como eventos centinelas por su potencial gravedad, representan una de las amenazas más persistentes en los entornos clínicos a nivel general. Consciente de esta realidad, la unidad decidió pasar de un enfoque reactivo a uno preventivo, priorizando la seguridad del paciente como eje central de su quehacer diario. La enfermera supervisora de la unidad, Georgina Fernández ha liderado esta transformación con una visión clara y comprometida.
A partir de un análisis exhaustivo de los eventos ocurridos particularmente durante los meses de verano, cuando la incidencia tiende a elevarse, el equipo diseñó un minucioso plan de mejora basado en tres pilares: conocimiento técnico, cultura organizacional y acción continua.
El primer paso fue aplicar el protocolo de prevención de caídas basado en las guías de RNAO, que incluye una evaluación sistemática del riesgo, la capacitación del personal y la implementación de estrategias clínicas de anticipación al evento.
Uno de los cambios más estructurales fue la instauración de las "rondas de seguridad cada una hora", una estrategia que consiste en visitas sistemáticas por parte del personal clínico a cada paciente para consultar por sus necesidades específicas: control de dolor, asistencia para movilizarse o simplemente si requiere algo que pueda prevenir una acción riesgosa por cuenta propia. "Una caída puede afectar gravemente al paciente, prolongar la hospitalización, generar miedo y podría tener consecuencias legales. Por ello, analizamos los casos ocurridos, perfilamos a los pacientes con riesgo y detectamos cómo mejorar a través de las rondas de seguridad, siempre centrados en el cuidado de la persona", señaló Georgina Fernández. Los resultados hablan por sí solos. A marzo del presente año, el sector C del Servicio de Medicina alcanzó más de 100 días sin caídas, mientras otros sectores han acumulado más de 90 días sin eventos de este tipo. Cada caída reinicia el conteo lo cual genera una mayor motivación del personal, apropiación del problema y vigilancia compartida. Hoy, su desafío es mantener esta cultura en el tiempo, esperando alcanzar 365 días sin caídas. Para lograrlo, la supervisión continua y el monitoreo del cumplimiento del protocolo serán esenciales, así como la motivación constante del equipo por la mejora continua. EQUIPO EL DÍA La Serena.