EDITORIAL: Paz Social y Diálogo: Eso exige la comunidad
EDITORIAL: Paz Social y Diálogo: Eso exige la comunidad EDITORIAL: Paz Social y Diálogo: Eso exige la comunidad EDITORIAL: Paz Social y Diálogo: Eso exige la comunidad ditorialPaz Social y Diálogo: Eso exige la comunidad Las protestas de tres comités de vivienda de Puerto Aysén son una muestra de descontento social, y así como esas más de 150 familias legítimamente reclaman su derecho a la casa propia, nuevamente aparecen los fantasmas que también legítimamente generan las acciones ciudadanas que interrumpen la tranquilidad de toda una comunidad. El objetivo de esta editorial no es debatir sobre la validez de una toma de ruta, ni tampoco desconocer el enojo de quienes se ven afectados por estas medidas de presión. El punto, puesto en perspectiva, es la acción colectiva y ciudadana de exigir que la gestión gubernamental esté a la altura de las demandas de la gente, especialmente de los más vulnerables. Aquí no se trata de ser de oposición y criticarlo todo, porque esa manera simplona de ejercer la actividad política hoy mantiene absolutamente distanciada a la comunidad de esas prácticas. Pero tampoco se puede aceptar la soberbia gubernamental cuando está en juego la dignidad de las personas. La gente quiere ver acciones y conocer medidas y propuestas para avanzar, para fomentar desarrollo, y cuando la crítica es solamente ideológica, su contribución al debate es cero, y termina transformándose en oportunismo. Y hemos dicho que acá debe haber también un correlato legislativo y acciones adecuadas desde el Gobierno Regional y su Consejo, y los concejos municipales, para enfrentar estas problemáticas. Aquí lo que menos importa es el lucimiento personal. Lo relevante es hacerse cargo de las necesidades de la gente, dialogar y buscar acuerdos, puntos de encuentro.
El Gobierno Nacional y Regional deben entender y asumir que la ciudadanía anhela ver a las autoridades en una actitud más proactiva, porque aun reconociendo que la cosa pública funciona a ritmo lento y burocrático, siempre es bueno mantener un diálogo sincero y directo con la comunidad, las organizaciones, y con los gremios empresariales en torno a los inconvenientes que enfrentamos como región. Siempre el diálogo será la vía adecuada para superar las controversias, y en cualquier circunstancia, debe transformarse en un instrumento de entendimiento y consenso, en generador de acuerdos. Eso es lo que la ciudadanía anhela; dialogar y buscar acuerdos para avanzar en aquellos temas que más sensibilidad social generan.
La comunidad espera que las cosas funcionen, que la democracia funcione, que el Estado de Derecho funcione, que la institucionalidad funcione, y no se condicione la paz social a factores que deben ser advertidos o atendidos con más sentido de urgencia. Sin Asignar Sin Asignar.