Autor: CATALINA MUÑOZ-KAPPES
Hidrógeno verde: Australia cambia el foco de la exportación a usos locales
Hidrógeno verde: Australia cambia el foco de la exportación a usos locales El gobierno ve que es más “sensato” exportar minerales, como el hierro o el cobre, que tengan una menor huella de carbono, que hacer envíos de hidrógeno o amoniaco verde. Un vuelco en su estrategia de hidrógeno verde dio Australia. El país está apostando por desarrollar esta industria en los próximos años como parte de su estrategia para descarbonizarse. Sin embargo, a diferencia de otros países, el foco de Australia ya no está en poder exportar el hidrógeno verde.
El estado de Australia Occidental, la región minera del país y cuya capital es Perth, actualizó recientemente su estrategia de hidrógeno verde para moverse desde el objetivo de exportar el combustible, a poder aprovecharlo dentro de las industrias australianas, un logro que dicen es mucho más realista. En cambio, proyectos propuestos que exportarían a otros países el hidrógeno verde se ven lejanos y con el riesgo de que nunca se materialicen. “Si estuviéramos aquí hace tres o cuatro años, habría-mos estado hablando de cómo vamos a exportar hidrógeno verde a Alemania o a los Países Bajos.
Ahora se trata de cómo podemos aprovechar nuestra ventaja comparativa en minerales y usar energía renovable para hacer más ecológicos esos minerales, de modo que cuando esos minerales salen de nuestras costas, tengan una huella de carbono menor. Esa parece ser una forma más sensata de verlo”, explica Anthony Sutton, executive director del Departamento de Trabajo, Turismo, Ciencia e Innovación en el gobierno de Australia Occidental. Como estados federados, cada región tiene sus propias estrategias respecto a temas como el hidrógeno verde.
Así, los principales objetivos de la estrategia para el hidrógeno renovable entre 2024 y 2030 de Australia Occidental son apoyar “proyectos de importancia estratégica en amoníaco ecológico, metales ecológicos y procesamiento de minera-En las estrategias mineras y de descarbonización de Australia se presta especial atención a la relación con las primeras naciones del país. Es más, en las reuniones gubernamentales, los funcionarios tienen como costumbre leer un reconocimiento a los propietarios tradicionales de las tierras. Madeleine King, ministra de Recursos equivalente a la ministra de Minería en Chile, explicó a “El Mercurio” la importancia del vínculo entre las compañías mineras y los pueblos originarios.
“En el sector de recursos terrestres, y particularmente en Australia Occidental, debido a que son grandes operaciones, esa relación con los pueblos de las primeras naciones es realmente muy importante porque las compañías mineras saben que, si no trabajan juntos, no lograrán nada”, afirma. Desde la década de los 90, el país reconoce la propiedad de los pueblos originarios sobre sus tierras. “El sector de los recursos tiene una relación extraordinaria con los pueblos originarios. Necesitan tener acuerdos de uso de la tierra con ellos. Son el mayor empleador de los pueblos originarios en todo el país.
A través de pagos de royalties y acuerdos de uso de la tierra, proporcionan financiación a las comunidades de las primeras naciones para que puedan hacer lo que quieran con ese dinero”, explica King. les, incluidos minerales críticos, en Kwinana y las regiones de Pilbara, Medio Oeste y Sudoeste (de Australia del este)” e “invertir en infraestructura y activación de centros de hidrógeno y áreas industriales estratégicas en Kwinana, Pilbara y las regiones del Medio Oeste”. Ya existen algunas iniciativas para usar el hidrógeno verde en la industria minera.
Por ejemplo, la empresa minera Fortescue tiene instalado en su mina de hierro en la región de Pilbara una planta solar de 60 MW, con la que produce hidrógeno verde para abastecer a los buses que transportan a los trabajadores. La planta solar se instaló con ayuda financiera de fondos federales de Australia. El campamento minero se ubica a cerca de dos horasde Perth en avión. La cadenaLa estrategia del gobierno va más allá de utilizar el hidrógeno verde en la industria minera en el estado de Western, Australia. Por ejemplo, Hysata, una startup que está fabricando electrolizadores más eficientes para separar hidrógeno del oxígeno, ha recibido financiamiento del gobierno.
“Hysata también recibió financiación del gobierno australiano a través de la Agencia Australiana de Energía Renovable (Arena) para ayudarla a demostrar nuestro electrolizador a escala comercial, así como una pequeña cantidad de financiación de subvención del gobierno del estado de Nueva Gales del Sur”, dice PaulBarret, CEO de Hysata. El objetivo de tener electrolizadores con una mayor eficiencia es que requieren, en el caso de las energías renovables, de una menor cantidad de paneles solares o turbinas eólicas. “El hierro reducido (en emisiones) directamente mediante hidrógeno verde es la única vía comercial, demostrada a gran escala, para descarbonizar la industria siderúrgica. El hierro verde también aportará un valor significativo a las economías de los países exportadores de mineral de hierro, como Chile y Australia”, afirma Barret. Australia también está enfocada en atraer inversores para desarrollar proyectos de energía renovables.
Por ejemplo, el estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, tiene el plan de apoyar al sector privado para lograr, a 2030, al menos 12 gigavatios de nueva generación de electricidad renovable, como la eólica y la solar, dicen desde el Departamento de Cambio Climático, Energía, Medio Ambiente y Agua del estado. N Vínculo con primeras naciones o pueblos originarios. También buscan invertir en iniciativas que hagan más rentable la cadena de producción Uno de los buses de la mina de Fortescue, ubicado en el sector de Pilbara en Australia Occidental, que funciona con hidrógen