Autor: MARTA ARRIAGADA y BALTAZAR SILVA
AMIGOS, EXMINISTROS y colaboradores relatan historias desconocidas del exmandatario
La líder opositora a Nicolás Maduro, María Corina Machado, narra la última conversación que tuvieron a pocas horas del fatídico accidente. Jaime Mañalich y Paula Daza rememoran cuando les dijo que se encargaría “personalmente” de la gestión de las vacunas contra el COVID-19. Su exasesor, Benjamín Salas, detalla su decisión de llamar a la ONU en el momento más álgido del estallido.
Andrés Allamand recuerda su instinto competitivo y Andrés Zaldívar, la cercanía que siempre tuvo con la DC. | A UN AÑO DE LA MUERTE DE SEBASTIÁN PIÑERA: Carla Munizag Pablo Longueira, como ministro de Economía de Sebastián Piñera, dur Jaime Mañalich y Paula Daz La salida de los mineros y Antonio Ledezma.
Allamand y Piñera luego AMIGOS, EXMINISTROS y colaboradores relatan historias desconocidas del exmandatario LLAMADO A BACHELETBenjamín Salas y el estallido: “Fue él quien tuvo la iniciativa de llamar a observadores de la ONU”“Que vengan y que nos hagan recomendaciones.
Aquí no hay nada que esconder”, fue lo primero que dijo el Presidente Sebastián Piñera a sus cercanos en La Moneda, en medio de los tormentosos días del estallido posterior al 18-O, cuando escuchó que, a través de distintas personas del mundo político, surgió la idea de que vinieran representantes de organismos internacionales para observar la situación de derechos humanos en Chile.
Benjamín Salas, uno de los asesores más cercanos al Presidente Piñera y quien hoy se desempeña en la Corte Internacional de Justicia en La Haya, recuerda: “Un día en la mañana, antes de iniciar su agenda regular del día, el Presidente llamó al equipo cercano, a su oficina, para informarnos que, en casode que los organismos internacionales tuvieran interés de observar lo que pasaba en Chile, él quería invitarlos”, cuenta y afirma que en ese momento, sentado en su escritorio tomó su celular y llamó por teléfono, sin intermediarios, a la expresidenta Michelle Bachelet, que en ese momento se desempeñaba como alta comisionada para los Derechos Humanos. En su estilo, Piñera la saludó por su nombre. Le comentó, en breve, la idea de invitar a representantes que pudieran hacer observaciones sobre lo que estaba pasando en Chile, a lo que la exmandataria agradeció la invitación. A continuación, el Presidente abordó la idea de invitar a la Comisión Interamericana de DD.HH. que también había expresado su interés en venir. A pesar de que algunos personeros de gobierno manifestaron no estar de acuerdo, hizo un segundo llamado a la entonces subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia, para que se hiciera cargo de las gestiones. Según cuenta Salas, “apenas esto surgió en la discusión política, él tomó la decisión.
Fue él el que tuvo la iniciativa de llamar a observadores de la ONU y poco tiempo después se configuró la misión de su oficina que vino”. nEL DIÁLOGO DEL 5 DE ENERO CON LA LÍDER OPOSITORA VENEZOLANALunes 5 de febrero de 2024. Sebastián Piñera, desde su hogar en Lago Ranco, se conecta a una reunión por Zoom con los distintos líderes del grupo Libertad y Democracia. La instancia tenía como propósito ayudar con ideas y dar ánimo a una de las protagonistas allí presentes: María Corina Machado, la cara visible de la disidencia al régimen de Nicolás Maduro. Así lo recuerda ella: “Estábamos arrancando un año durísimo, todavía no había fecha para las elecciones, el régimen días antes había ordenado que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anunciara mi definitiva inhabilitación como candidata. Era un momento duro para mí, y tal como en los demás momentos difíciles por los que pasé esos últimos años, llegó Sebastián Piñera”. Machado toma una pausa para seguir con su relato. “Fue una conversación inolvidable. Me impresionó su confianza. Me decía vamos para adelante.
Salimos con un plan de trabajo esa vez, armamos un compromiso irrestricto de acompañar la lucha”. La historiaseguiría al día siguiente, poco antes del fatídico accidente, cuando la activista venezolana contactó al asesor del expresidente para concretar una llamada telefónica. Fue ahí, recuerda, que el exmandatario le envió, una vez más, palabras de aliento de cara a lo que se venía. “Esto se va a dar, las elecciones se van a dar y las vas a ganar. No se rindan, yo los voy a acompañar, estaré encima”, fueron parte de las palabras que recuerda ella con sumo agradecimiento. No habían pasado más de dos horas, cuando Pedro Urruchurtu, asilado hoy en la Embajada de Argentina en Caracas desde hacía más de nueve meses, irrumpió en su oficina para notificarle sobre el accidente.
“Pedro no podía hablar, no me pudo decir nada, simplemente me entregó su teléfono con la noticia de lo ocurrido”. Las conexiones entre ambos, sin embargo, no comenzaron esos días, sino mucho antes, a fines de 2014.
Corría el mes de diciembre, cuando Machadofue acusada por el régimen de querer llevar adelante un “plan de magnicidio”. Pocos días después, recibe un llamado de Sebastián Piñera, presidente de Chile hasta marzo de ese año.
Sorprendida, dice que recibió una proposición que nunca olvidó: “¿ Te ayudaría que vaya para allá? He hablado con el expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, y queremos ir”. La visita finalmente se formalizaría en enero del 2015 y Corina la recuerda como si hubiese sido ayer. “Estábamos en un vehículo y le pido al chófer que desvíe un momento. Pasamos al lado de la autopista, y había cientos de personas afuera”. Machado recuerda que tanto Piñera como Pastrana salieron del auto y la gente se les empezó a acercar.
Ahí, recuerda la líder opositora venezolana, “un niño se aproximó a los dos presidentes para contarles su testimonio, de que estaba desde la madrugada haciendo fila para poder conseguir un pollo para él y sus hermanos. Eso a él lo marcó para siempre”. nSebastián Piñera el 2015, en Venezuela, junto a María Corina Machado (ambos al centro), Andrés Pastrana, la señora de Leopoldo López, Lillian Tintori, y Antonio Ledezma. A D I D E CEn la fotografía: Pedro Pablo Díaz, Sebastián Piñera y Roberto Méndez en Caburgua en la década del 90.
ANÉCDOTAS DE AMIGOSPedro Pablo Díaz: “En los últimos seis o siete años, creo que todos los zapatos que tenía se los regalé yo”Para el círculo de amigos cercanos del expresidente Sebastián Piñera, los viajes eran una oportunidad para entusiasmarlo en una tarea que a él no le acomodaba para nada: comprarse ropa.
De hecho, el exembajador Pedro Pablo Díaz, dice con humor: “De los últimos seis o siete años, creo que todos los zapatos que tenía Sebastián, se los regalé yo”. “Un día descubrí que le dolían los pies y encontré unas de una marca que son espectaculares, muy cómodas y se las llevé de regalo para la última Navidad y se las ponía con terno. Siempre me decía regálame unas más elegantitas”, recuerda Díaz y afirma que esas compras siempre eran en los viajes. De repente él decía miren, qué linda la polera y nosotros le decíamos cómpratela pues, Sebastián y él decía, para qué, si tengo.
Había que empujarlo, porque le decíamos esa polera está gastada y respondía pero sirve”. El exministro de Economía, Félix de Vicente, agrega que a pesar de que Sebastián Piñera era un hombre generoso con sus amigos, era “apretado consigo mismo”. “Una vez estábamos en Buenos Aires y él andaba con las camisas medias rotas y le dije que tenía un dato bueno para ir a comprar camisas, entonces fuimos y se compró 10.
Y yo le pregunté para qué 10 y me dijo que se compraba 10 para no volver a comprarse más”. nSUS EXPERIENCIAS DEPORTIVAS CON EL EXMANDATARIO:Andrés Allamand guarda hasta el día de hoy una fotografía que retrata el momento en que Sebastián Piñera y él acababan de bajar por el río Biobío en rafting, en la década del 90.
Es uno de los muchos recuerdos que el exministro de Defensa y de Relaciones Exteriores guarda del expresidente fallecido, a quien convenció de entrar en política a mediados de los 80, forjando “una amistad a toda prueba”. “Jugamos mil partidos de fútbol y tenis, pero más que eso, nos asomamos a las montañas, subimos muchos cerros y bajamos decenas de ríos peligrosos. Desafiar los riesgos era su naturaleza”, cuenta Allamand desde España, donde se desempeña comodestaca de la personalidad del expresidente es el sentido de competencia que tenía. “El ADN de Sebastián era ser competitivo. Por eso le apasionaba el deporte y adoraba el vértigo del peligro”, afirma. Coinciden sus más cercanos en que hasta para hacer trekking, caminaba más rápido para ir de los primeros. “En el tenis era muy competitivo.
Hay una historia con Gerardo Varela (exministro de Educación). Una vez iban a jugar un partido padre-hijo con él, y cuando llegaron a la cancha, el hijo de Varela se veía muy grande y con pinta de bueno, entonces el Presidente le dice: sabe, mejor juguemos nosotros contra los hijos”, cuenta otro amigo. nAllamand y Piñera luego del raftingen el río Biobío, en los 90. secretario general Iberoamericano. Uno de los rasgos que el exministroPANDEMIA DEL COVID-19Pública, Paula Daza, en tanto, recuerda su afán por estar al día en los informes. En una ocasión, en vez de enviarle el reporte diario a las 22:00, se lo envió a las 05:00 horas. A las 5:01, Piñera le respondió “gracias”. Luego, hizo una convocatoria a reunirse a las 07:30 en La Moneda. En esa cita, en su estilo, le consultó a Daza: “¿ A qué hora me envió el documento, subsecretaria?”. “A las 05:00, Presidente”, contestó. “¿Y a qué hora se lo respondí?”. “A las 05:01 Presidente”, lo que generó risas en los presentes. nMarzo de 2020. Sebastián Piñera cita a reunión a su ministro de Salud, Jaime Mañalich. El tema en cuestión: las vacunas contra el covid-19. “Sabe, Jaime, usted dedíquese a lo que está haciendo y déjeme a mí a cargo de esto”, dijo el exmandatario.
Pocos días después se contactó, en forma directa, con los laboratorios Pfizer, AstraZeneca y Sinovac, a los que les manifestó el compromiso de ser sede de ensayos clínicos y de adquirir las dosis suficientes para inmunizar a la población. La exsubsecretaria de SaludJaime Mañalich y Paula Daza, exministro y exsubsecretaria de Salud. T R A L A B O R D N A J E L ALa salida de los mineros fue transmitidapor televisión.
LA HAZAÑA DE LOS 33Un llamado bastó para que Luis Urzúa, el jefe de turno de los 33 mineros en el momento en que se derrumbó la mina San José, aceptara sin dudas una invitación que el expresidente Sebastián Piñera le hacía para ir con él y otros invitados al Parque Tantauco. “Fui contactado por una persona de su equipo y llegamos en avioneta hacia el parque y en ese viaje tuve la oportunidad de volar en helicóptero con él. Recorrimos la costa de Tantauco y pudimos ver delfines y los lugares que se quemaron en unos incendios”, recuerda Urzúa.
El minero Mario Sepúlveda comenta que a pesar del tiempo transcurrido tras la hazaña, el expresidente siempre mantuvo contacto con los mineros, sobre todo para los aniversarios del rescate: “Siempre organizaba algo para juntarnos como compañeros y pasarlo bien un ratito, conversar, echar la talla. Él y su equipo se ponían a la misma altura nuestra. Nosotros somos buenos para tallas y él también.
Cuando él no podía estar mandaba a su equipo y a su gente para que estuviéramos siempre unidos de alguna forma”. nMineros rememoran su relación con Piñera tras el rescateMañalich y Daza recuerdan su rol en la gestión de las vacunas: “Déjenme a mí a cargo de esto”. María Corina Machado y el último Zoom: “Fue una conversación inolvidable, me impresionó fue su confianza”Andrés Allamand: “El ADN de Sebastián era ser competitivo”O N E R O M X E L APablo Longueira, como ministro de Economía de Sebastián Piñera, durante su primer mandato. FUE MINISTRO DE ECONOMÍA:El último viernes de enero de 2010, el expresidente Sebastián Piñera invitó a Pablo Longueira a la ceremonia en el Tribunal Calificador de Elecciones que lo declaraba presidente electo. Las diferencias que habían existido en el pasado habían quedado atrás luego de la proclamación que la UDI hizo en diciembre del 2008 como su candidato. Tras ello, Longueira integró el comando presidencial junto a Andrés Chadwick, Rodrigo Hinzpeter y Andrés Allamand que llevó al triunfo al exmandatario. Recuerda Longueira que días después de dicha ceremonia, partió de vacaciones en la avioneta de su amigo Marcelo Ruiz a Villarrica. “Estaba reportándome a la torre de Chillán, cuando se escucha simultáneamente a un señor solicitando información para abastecerse de combustible. Era Sebastián Piñera en su helicóptero. Al identificar mi voz, me dice que quiere pedirme un favor y que nos cambiemos de canal. Me pide que le haga el gabinete que yo haría y se lo mandara a un correo que me dio. Me instalé a escribirlo todo el sábado y al anochecer se lo envíe. Le advertía un conjunto de equilibrios que debía contemplar y le sugerí personas, algunas incluso con sus respectivas carteras. A mediados de semana, me fue a buscar Marcelo en su catamarán para que diéramos una vuelta y para sorpresa mía me cuenta que le habían ofrecido Economía al científico Pablo Valenzuela. Ahí supe que el correo estaba implementándose ya que le había sugerido que sorprendiera nombrando a un científico en Economía y le pusiera un buen economista de subsecretario”, recuerda Longueira. “Dos días antes de dar a conocer su primer gabinete, me llamó. Me señaló que nombraría a varios ministros de los nombres que le había propuesto y que había cambiado de opinión, no sacaría senadores. Yo en el correo le señalaba que la prensa sostenía que iría Hinzpeter a Interior, Larroulet a la Secretaría General de la Presidencia y Ena von Baer de vocera. De ser así, debía completar su equipo político sacando del Senado a Allamand, Chadwick y a mí.
Le advertía que la crítica duraría unos días, pero con ello, RN y la UDI se sentirían incorporados”. Aunque en un primer momento no lo hizo en los siguientes cambios de gabinete llegaron Chadwick, Allamand, Longueira y Evelyn Matthei al equipo ministerial. nANDRÉS ZALDÍVAR Y EL DESEMBARCO DE PIÑERA EN LA DERECHA PESE A SER DE FAMILIA DC:Sebastián Piñera y Andrés Zaldívar en La Moneda, siendo senadores, en 1994. con la deuda subordinada.
“Yo recuerdo que uno de los momentos importantes en el Senado, donde tuvimos una relación permanente y muy conjunta en la comisión de Hacienda, fue cuando hicimos todo el trabajo que tenía que ver con la deuda subordinada que era un tema delicado, financiero, que se había heredado de la dictadura y él fue el hombre desde la oposición que convenció a su sector, a algunos que no estaban muy convencidos con el proyecto.
Y yo representé al gobierno y fue una negociación exitosa, porque sacamos adelante el proyecto”. Dicha negociación en que ambos senadores oficiaron como protagonistas culminó en que se entregara un determinado plazo para que los bancos destinaran parte de sus utilidades para pagar la deuda con el Banco Central en menos de 10 años.
“Eso le dio tranquilidad al sistema financiero chileno que había estado tan degradado, que nos limitaba los créditos en el exterior y ese proyecto nos permitió ordenar el sistema financiero chileno”, explica Zaldívar y afirma: “Mi recuerdo de él es que fue siempre una persona con vocaciónEl exsenador y exministro DC, Andrés Zaldívar, recuerda entre risas que un día del año 1969 viajó a Nueva York y como tenía una gran amistad con José Piñera, padre del expresidente y en esos años embajador de Chile ante las Naciones Unidas, se alojó en el departamento en el que vivían. Esa vez, al joven Sebastián Piñera “lo desalojaron” de su habitación para que allí durmiera Zaldívar.
Es una de tantas anécdotas que recuerda el expresidente del Senado, quien a pesar de las diferencias políticas que tuvo con el exmandatario, reconoce que siempre hubo una cercanía especial con la familia Piñera, aún cuando después Sebastián Piñera se acercó al mundo de RN y la UDI, cosa que a Zaldívar lo sorprendió: “Yo siempre le decía que parecía la oveja negra dentro de ese conjunto de personas que no lo querían mucho. Es sabido que en el plebiscito del 88 participó por el NO y estuvo en el Caupolicán el año 80 con su padre.
Después tomó una línea separada, en el 90”. En el Senado, ambos congresistas lideraron en la comisión de Hacienda, las negociaciones que tenían que verpública y que aportó al país, mucho heredado de su propia familia y siempre fue un gran colaborador en el gobierno de Patricio Aylwin”. “Siempre fue un hombre con raíz democratacristiana y la mantuvo”, comenta. nA D N U G E S A LPUERTAS ADENTRO DE LA OFICINAPor más de 20 años, la periodista Carla Munizaga trabajó codo a codo con Sebastián Piñera como su asesora de prensa, siendo una pieza clave y testigo de momentos políticos duros, pero también amenos.
En todos, la recomendación de Piñera para su equipo siempre fue: “Sin amor y sin humor no se puede estar bien”. Cuenta Munizaga que parte de la rutina de Piñera en La Moneda era visitar la capilla ubicada en el palacio y los momentos de alegría los expresaba cantando. “Cantaba solo y fuerte. Cuando estaba contento lo hacía notar a través de la música”, comenta, y agrega que en los momentos difíciles era cuando más exigía: “pedía precisión en las cifras, en los datos, en todo. Las “Negrita” hoy rebautizadas como“Chokita” eran infaltables entre sus golosinas favoritas, porque eran un recuerdo de niño. En su gusto por la lectura, Piñera tenía un fuerte apego a la filosofía. Socios estrechos del expresidente recuerdan el momento en que perdió uno de sus libros más preciados y que después Gonzalo Blumel, exministro, lo encontró y se lo regaló. Isabel Plá, exministra de la Mujer, recuerda un viaje juntos en helicóptero, acompañados también de Andrés Chadwick y Cecilia Pérez, que salió desde el aeródromo de Vitacura y aterrizó en Ranco. “Empezó sin parar a tomarnos la lección de los volcanes, cumbres y los lagos por los que sobrevolábamos. Nos retaba: “¡ Oiga, pero no se saben la geografía de Chile!”. nCarla Munizaga, exjefa deprensa de Sebastián Piñera. Los desconocidos consejos que el exmandatario le pidió a Longueira para conformar su primer gabineteCarla Munizaga: “Cantaba solo y fuerte.
Cuando estaba contento lo hacía notar”“Yo siempre le decía que parecía la oveja negra dentro de ese conjunto de personas que no lo querían mucho”. AMIGOS, EXMINISTROS y colaboradores relatan historias desconocidas del exmandatario LLAMADO A BACHELETBenjamín Salas y el estallido: “Fue él quien tuvo la iniciativa de llamar a observadores de la ONU”“Que vengan y que nos hagan recomendaciones.
Aquí no hay nada que esconder”, fue lo primero que dijo el Presidente Sebastián Piñera a sus cercanos en La Moneda, en medio de los tormentosos días del estallido posterior al 18-O, cuando escuchó que, a través de distintas personas del mundo político, surgió la idea de que vinieran representantes de organismos internacionales para observar la situación de derechos humanos en Chile.
Benjamín Salas, uno de los asesores más cercanos al Presidente Piñera y quien hoy se desempeña en la Corte Internacional de Justicia en La Haya, recuerda: “Un día en la mañana, antes de iniciar su agenda regular del día, el Presidente llamó al equipo cercano, a su oficina, para informarnos que, en casode que los organismos internacionales tuvieran interés de observar lo que pasaba en Chile, él quería invitarlos”, cuenta y afirma que en ese momento, sentado en su escritorio tomó su celular y llamó por teléfono, sin intermediarios, a la expresidenta Michelle Bachelet, que en ese momento se desempeñaba como alta comisionada para los Derechos Humanos. En su estilo, Piñera la saludó por su nombre. Le comentó, en breve, la idea de invitar a representantes que pudieran hacer observaciones sobre lo que estaba pasando en Chile, a lo que la exmandataria agradeció la invitación. A continuación, el Presidente abordó la idea de invitar a la Comisión Interamericana de DD.HH. que también había expresado su interés en venir. A pesar de que algunos personeros de gobierno manifestaron no estar de acuerdo, hizo un segundo llamado a la entonces subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia, para que se hiciera cargo de las gestiones. Según cuenta Salas, “apenas esto surgió en la discusión política, él tomó la decisión.
Fue él el que tuvo la iniciativa de llamar a observadores de la ONU y poco tiempo después se configuró la misión de su oficina que vino”. nEL DIÁLOGO DEL 5 DE ENERO CON LA LÍDER OPOSITORA VENEZOLANALunes 5 de febrero de 2024. Sebastián Piñera, desde su hogar en Lago Ranco, se conecta a una reunión por Zoom con los distintos líderes del grupo Libertad y Democracia. La instancia tenía como propósito ayudar con ideas y dar ánimo a una de las protagonistas allí presentes: María Corina Machado, la cara visible de la disidencia al régimen de Nicolás Maduro. Así lo recuerda ella: “Estábamos arrancando un año durísimo, todavía no había fecha para las elecciones, el régimen días antes había ordenado que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anunciara mi definitiva inhabilitación como candidata. Era un momento duro para mí, y tal como en los demás momentos difíciles por los que pasé esos últimos años, llegó Sebastián Piñera”. Machado toma una pausa para seguir con su relato. “Fue una conversación inolvidable. Me impresionó su confianza. Me decía vamos para adelante.
Salimos con un plan de trabajo esa vez, armamos un compromiso irrestricto de acompañar la lucha”. La historiaseguiría al día siguiente, poco antes del fatídico accidente, cuando la activista venezolana contactó al asesor del expresidente para concretar una llamada telefónica. Fue ahí, recuerda, que el exmandatario le envió, una vez más, palabras de aliento de cara a lo que se venía. “Esto se va a dar, las elecciones se van a dar y las vas a ganar. No se rindan, yo los voy a acompañar, estaré encima”, fueron parte de las palabras que recuerda ella con sumo agradecimiento. No habían pasado más de dos horas, cuando Pedro Urruchurtu, asilado hoy en la Embajada de Argentina en Caracas desde hacía más de nueve meses, irrumpió en su oficina para notificarle sobre el accidente.
“Pedro no podía hablar, no me pudo decir nada, simplemente me entregó su teléfono con la noticia de lo ocurrido”. Las conexiones entre ambos, sin embargo, no comenzaron esos días, sino mucho antes, a fines de 2014.
Corría el mes de diciembre, cuando Machadofue acusada por el régimen de querer llevar adelante un “plan de magnicidio”. Pocos días después, recibe un llamado de Sebastián Piñera, presidente de Chile hasta marzo de ese año.
Sorprendida, dice que recibió una proposición que nunca olvidó: “¿ Te ayudaría que vaya para allá? He hablado con el expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, y queremos ir”. La visita finalmente se formalizaría en enero del 2015 y Corina la recuerda como si hubiese sido ayer. “Estábamos en un vehículo y le pido al chófer que desvíe un momento. Pasamos al lado de la autopista, y había cientos de personas afuera”. Machado recuerda que tanto Piñera como Pastrana salieron del auto y la gente se les empezó a acercar.
Ahí, recuerda la líder opositora venezolana, “un niño se aproximó a los dos presidentes para contarles su testimonio, de que estaba desde la madrugada haciendo fila para poder conseguir un pollo para él y sus hermanos. Eso a él lo marcó para siempre”. nSebastián Piñera el 2015, en Venezuela, junto a María Corina Machado (ambos al centro), Andrés Pastrana, la señora de Leopoldo López, Lillian Tintori, y Antonio Ledezma. A D I D E CEn la fotografía: Pedro Pablo Díaz, Sebastián Piñera y Roberto Méndez en Caburgua en la década del 90.
ANÉCDOTAS DE AMIGOSPedro Pablo Díaz: “En los últimos seis o siete años, creo que todos los zapatos que tenía se los regalé yo”Para el círculo de amigos cercanos del expresidente Sebastián Piñera, los viajes eran una oportunidad para entusiasmarlo en una tarea que a él no le acomodaba para nada: comprarse ropa.
De hecho, el exembajador Pedro Pablo Díaz, dice con humor: “De los últimos seis o siete años, creo que todos los zapatos que tenía Sebastián, se los regalé yo”. “Un día descubrí que le dolían los pies y encontré unas de una marca que son espectaculares, muy cómodas y se las llevé de regalo para la última Navidad y se las ponía con terno. Siempre me decía regálame unas más elegantitas”, recuerda Díaz y afirma que esas compras siempre eran en los viajes. De repente él decía miren, qué linda la polera y nosotros le decíamos cómpratela pues, Sebastián y él decía, para qué, si tengo.
Había que empujarlo, porque le decíamos esa polera está gastada y respondía pero sirve”. El exministro de Economía, Félix de Vicente, agrega que a pesar de que Sebastián Piñera era un hombre generoso con sus amigos, era “apretado consigo mismo”. “Una vez estábamos en Buenos Aires y él andaba con las camisas medias rotas y le dije que tenía un dato bueno para ir a comprar camisas, entonces fuimos y se compró 10.
Y yo le pregunté para qué 10 y me dijo que se compraba 10 para no volver a comprarse más”. nSUS EXPERIENCIAS DEPORTIVAS CON EL EXMANDATARIO:Andrés Allamand guarda hasta el día de hoy una fotografía que retrata el momento en que Sebastián Piñera y él acababan de bajar por el río Biobío en rafting, en la década del 90.
Es uno de los muchos recuerdos que el exministro de Defensa y de Relaciones Exteriores guarda del expresidente fallecido, a quien convenció de entrar en política a mediados de los 80, forjando “una amistad a toda prueba”. “Jugamos mil partidos de fútbol y tenis, pero más que eso, nos asomamos a las montañas, subimos muchos cerros y bajamos decenas de ríos peligrosos. Desafiar los riesgos era su naturaleza”, cuenta Allamand desde España, donde se desempeña comodestaca de la personalidad del expresidente es el sentido de competencia que tenía. “El ADN de Sebastián era ser competitivo. Por eso le apasionaba el deporte y adoraba el vértigo del peligro”, afirma. Coinciden sus más cercanos en que hasta para hacer trekking, caminaba más rápido para ir de los primeros. “En el tenis era muy competitivo.
Hay una historia con Gerardo Varela (exministro de Educación). Una vez iban a jugar un partido padre-hijo con él, y cuando llegaron a la cancha, el hijo de Varela se veía muy grande y con pinta de bueno, entonces el Presidente le dice: sabe, mejor juguemos nosotros contra los hijos”, cuenta otro amigo. nAllamand y Piñera luego del raftingen el río Biobío, en los 90. secretario general Iberoamericano. Uno de los rasgos que el exministroPANDEMIA DEL COVID-19Pública, Paula Daza, en tanto, recuerda su afán por estar al día en los informes. En una ocasión, en vez de enviarle el reporte diario a las 22:00, se lo envió a las 05:00 horas. A las 5:01, Piñera le respondió “gracias”. Luego, hizo una convocatoria a reunirse a las 07:30 en La Moneda. En esa cita, en su estilo, le consultó a Daza: “¿ A qué hora me envió el documento, subsecretaria?”. “A las 05:00, Presidente”, contestó. “¿Y a qué hora se lo respondí?”. “A las 05:01 Presidente”, lo que generó risas en los presentes. nMarzo de 2020. Sebastián Piñera cita a reunión a su ministro de Salud, Jaime Mañalich. El tema en cuestión: las vacunas contra el covid-19. “Sabe, Jaime, usted dedíquese a lo que está haciendo y déjeme a mí a cargo de esto”, dijo el exmandatario.
Pocos días después se contactó, en forma directa, con los laboratorios Pfizer, AstraZeneca y Sinovac, a los que les manifestó el compromiso de ser sede de ensayos clínicos y de adquirir las dosis suficientes para inmunizar a la población. La exsubsecretaria de SaludJaime Mañalich y Paula Daza, exministro y exsubsecretaria de Salud. T R A L A B O R D N A J E L ALa salida de los mineros fue transmitidapor televisión.
LA HAZAÑA DE LOS 33Un llamado bastó para que Luis Urzúa, el jefe de turno de los 33 mineros en el momento en que se derrumbó la mina San José, aceptara sin dudas una invitación que el expresidente Sebastián Piñera le hacía para ir con él y otros invitados al Parque Tantauco. “Fui contactado por una persona de su equipo y llegamos en avioneta hacia el parque y en ese viaje tuve la oportunidad de volar en helicóptero con él. Recorrimos la costa de Tantauco y pudimos ver delfines y los lugares que se quemaron en unos incendios”, recuerda Urzúa.
El minero Mario Sepúlveda comenta que a pesar del tiempo transcurrido tras la hazaña, el expresidente siempre mantuvo contacto con los mineros, sobre todo para los aniversarios del rescate: “Siempre organizaba algo para juntarnos como compañeros y pasarlo bien un ratito, conversar, echar la talla. Él y su equipo se ponían a la misma altura nuestra. Nosotros somos buenos para tallas y él también.
Cuando él no podía estar mandaba a su equipo y a su gente para que estuviéramos siempre unidos de alguna forma”. nMineros rememoran su relación con Piñera tras el rescateMañalich y Daza recuerdan su rol en la gestión de las vacunas: “Déjenme a mí a cargo de esto”. María Corina Machado y el último Zoom: “Fue una conversación inolvidable, me impresionó fue su confianza”Andrés Allamand: “El ADN de Sebastián era ser competitivo”O N E R O M X E L APablo Longueira, como ministro de Economía de Sebastián Piñera, durante su primer mandato. FUE MINISTRO DE ECONOMÍA:El último viernes de enero de 2010, el expresidente Sebastián Piñera invitó a Pablo Longueira a la ceremonia en el Tribunal Calificador de Elecciones que lo declaraba presidente electo. Las diferencias que habían existido en el pasado habían quedado atrás luego de la proclamación que la UDI hizo en diciembre del 2008 como su candidato. Tras ello, Longueira integró el comando presidencial junto a Andrés Chadwick, Rodrigo Hinzpeter y Andrés Allamand que llevó al triunfo al exmandatario. Recuerda Longueira que días después de dicha ceremonia, partió de vacaciones en la avioneta de su amigo Marcelo Ruiz a Villarrica. “Estaba reportándome a la torre de Chillán, cuando se escucha simultáneamente a un señor solicitando información para abastecerse de combustible. Era Sebastián Piñera en su helicóptero. Al identificar mi voz, me dice que quiere pedirme un favor y que nos cambiemos de canal. Me pide que le haga el gabinete que yo haría y se lo mandara a un correo que me dio. Me instalé a escribirlo todo el sábado y al anochecer se lo envíe. Le advertía un conjunto de equilibrios que debía contemplar y le sugerí personas, algunas incluso con sus respectivas carteras. A mediados de semana, me fue a buscar Marcelo en su catamarán para que diéramos una vuelta y para sorpresa mía me cuenta que le habían ofrecido Economía al científico Pablo Valenzuela. Ahí supe que el correo estaba implementándose ya que le había sugerido que sorprendiera nombrando a un científico en Economía y le pusiera un buen economista de subsecretario”, recuerda Longueira. “Dos días antes de dar a conocer su primer gabinete, me llamó. Me señaló que nombraría a varios ministros de los nombres que le había propuesto y que había cambiado de opinión, no sacaría senadores. Yo en el correo le señalaba que la prensa sostenía que iría Hinzpeter a Interior, Larroulet a la Secretaría General de la Presidencia y Ena von Baer de vocera. De ser así, debía completar su equipo político sacando del Senado a Allamand, Chadwick y a mí.
Le advertía que la crítica duraría unos días, pero con ello, RN y la UDI se sentirían incorporados”. Aunque en un primer momento no lo hizo en los siguientes cambios de gabinete llegaron Chadwick, Allamand, Longueira y Evelyn Matthei al equipo ministerial. nANDRÉS ZALDÍVAR Y EL DESEMBARCO DE PIÑERA EN LA DERECHA PESE A SER DE FAMILIA DC:Sebastián Piñera y Andrés Zaldívar en La Moneda, siendo senadores, en 1994. con la deuda subordinada.
“Yo recuerdo que uno de los momentos importantes en el Senado, donde tuvimos una relación permanente y muy conjunta en la comisión de Hacienda, fue cuando hicimos todo el trabajo que tenía que ver con la deuda subordinada que era un tema delicado, financiero, que se había heredado de la dictadura y él fue el hombre desde la oposición que convenció a su sector, a algunos que no estaban muy convencidos con el proyecto.
Y yo representé al gobierno y fue una negociación exitosa, porque sacamos adelante el proyecto”. Dicha negociación en que ambos senadores oficiaron como protagonistas culminó en que se entregara un determinado plazo para que los bancos destinaran parte de sus utilidades para pagar la deuda con el Banco Central en menos de 10 años.
“Eso le dio tranquilidad al sistema financiero chileno que había estado tan degradado, que nos limitaba los créditos en el exterior y ese proyecto nos permitió ordenar el sistema financiero chileno”, explica Zaldívar y afirma: “Mi recuerdo de él es que fue siempre una persona con vocaciónEl exsenador y exministro DC, Andrés Zaldívar, recuerda entre risas que un día del año 1969 viajó a Nueva York y como tenía una gran amistad con José Piñera, padre del expresidente y en esos años embajador de Chile ante las Naciones Unidas, se alojó en el departamento en el que vivían. Esa vez, al joven Sebastián Piñera “lo desalojaron” de su habitación para que allí durmiera Zaldívar.
Es una de tantas anécdotas que recuerda el expresidente del Senado, quien a pesar de las diferencias políticas que tuvo con el exmandatario, reconoce que siempre hubo una cercanía especial con la familia Piñera, aún cuando después Sebastián Piñera se acercó al mundo de RN y la UDI, cosa que a Zaldívar lo sorprendió: “Yo siempre le decía que parecía la oveja negra dentro de ese conjunto de personas que no lo querían mucho. Es sabido que en el plebiscito del 88 participó por el NO y estuvo en el Caupolicán el año 80 con su padre.
Después tomó una línea separada, en el 90”. En el Senado, ambos congresistas lideraron en la comisión de Hacienda, las negociaciones que tenían que verpública y que aportó al país, mucho heredado de su propia familia y siempre fue un gran colaborador en el gobierno de Patricio Aylwin”. “Siempre fue un hombre con raíz democratacristiana y la mantuvo”, comenta. nA D N U G E S A LPUERTAS ADENTRO DE LA OFICINAPor más de 20 años, la periodista Carla Munizaga trabajó codo a codo con Sebastián Piñera como su asesora de prensa, siendo una pieza clave y testigo de momentos políticos duros, pero también amenos.
En todos, la recomendación de Piñera para su equipo siempre fue: “Sin amor y sin humor no se puede estar bien”. Cuenta Munizaga que parte de la rutina de Piñera en La Moneda era visitar la capilla ubicada en el palacio y los momentos de alegría los expresaba cantando. “Cantaba solo y fuerte. Cuando estaba contento lo hacía notar a través de la música”, comenta, y agrega que en los momentos difíciles era cuando más exigía: “pedía precisión en las cifras, en los datos, en todo. Las “Negrita” hoy rebautizadas como“Chokita” eran infaltables entre sus golosinas favoritas, porque eran un recuerdo de niño. En su gusto por la lectura, Piñera tenía un fuerte apego a la filosofía. Socios estrechos del expresidente recuerdan el momento en que perdió uno de sus libros más preciados y que después Gonzalo Blumel, exministro, lo encontró y se lo regaló. Isabel Plá, exministra de la Mujer, recuerda un viaje juntos en helicóptero, acompañados también de Andrés Chadwick y Cecilia Pérez, que salió desde el aeródromo de Vitacura y aterrizó en Ranco. “Empezó sin parar a tomarnos la lección de los volcanes, cumbres y los lagos por los que sobrevolábamos. Nos retaba: “¡ Oiga, pero no se saben la geografía de Chile!”. nCarla Munizaga, exjefa deprensa de Sebastián Piñera. Los desconocidos consejos que el exmandatario le pidió a Longueira para conformar su primer gabineteCarla Munizaga: “Cantaba solo y fuerte.
Cuando estaba contento lo hacía notar”“Yo siempre le decía que parecía la oveja negra dentro de ese conjunto de personas que no lo querían mucho”. La líder opositora a Nicolás Maduro, María Corina Machado, narra la última conversación que tuvieron a pocas horas del fatídico accidente. Jaime Mañalich y Paula Daza rememoran cuando les dijo que se encargaría “personalmente” de la gestión de las vacunas contra el COVID-19. Su exasesor, Benjamín Salas, detalla su decisión de llamar a la ONU en el momento más álgido del estallido.
Andrés Allamand recuerda su instinto competitivo y Andrés Zaldívar, la cercanía que siempre tuvo con la DC. | A UN AÑO DE LA MUERTE DE SEBASTIÁN PIÑERA: Carla Munizag Pablo Longueira, como ministro de Economía de Sebastián Piñera, dur Jaime Mañalich y Paula Daz La salida de los mineros y Antonio Ledezma. Allamand y Piñera luego