Autor: MARÍA FLORENCIA POLANCO
Colegios que regulan el uso del celular ya notan los efectos positivos en sus estudiantes
Colegios que regulan el uso del celular ya notan los efectos positivos en sus estudiantes Están más concentrados en las clases y también ha mejorado la convivencia entre ellos y con sus docentes:n Algunos establecimientos han restringido los aparatos solo dentro de las aulas, mientras que otros no permiten que los alumnos los lleven a la escuela.......................................................... CRISTÓBAL GARCÍAVer a los estudiantes correr gar a las cartas o escuchar detrás de una pelota, ju sus risas parece ser una postal de antaño para muchos colegios.
Con la masificación de los celulares, estas escenas fueron poco a poco reemplazadas por recreos en silencio, con niños y adolescentes absortos en sus pantallas, muchas veces interactuando virtualmente entre ellos pese a estar a metros de distancia. Sin embargo, en varios establecimientos ese panorama está empezando a cambiar. La implementación de normativas que restringen el uso de estos dispositivos en horario escolar estaría permitiendo, entre otros beneficios, recuperar la interacción cara a cara y mejorar la convivencia en las aulas y los patios. “Ha sido maravilloso”, comenta Isabel Fuentes, directora del segundo ciclo (3º a 6º básico) del Colegio San Francisco Javier de Puerto Montt, que es parte de la Red Ignaciana. En el establecimiento está restringido el uso del celular desde prekínder hasta 2º medio. La decisión la tomaron tras la pandemia, cuando detectaron que el 45% de los problemas de convivencia escolar tenían que ver con el mal uso del celular o las redes sociales. Para animar a los escolares a reconectar entre ellos, crearon una estrategia que llamaron “súper recreo”. “Compramos taca-taca, mesas de ping-pong, hicimos turnos para el fútbol, el básquetbol y el vóleibol, porque había que sacarlos. En los cursos más grandes era impresionante; los veías a todos sentados en una banca mirando su celular donde nadie hablaba con nadie”, comenta. Cristóbal Peralta, alumno de 4º medio del establecimiento, valora la medida. “Regular el uso de celulares en el colegio incentiva a que podamos desconectarnos del aparato para conectar con cosas reales y con nuestro entorno”, opina. En 2024, el Santiago College logró un acuerdo con el Centro de Padres para prohibir el uso de teléfonos móviles durante toda la jornada escolar. “Ha sido uno de varios factores que han incididoZEPÓLOSNOFLAOIGRESlén, los alumnos no pueden usar el celular en la sala de clases. Antes de entrar, dejan sus aparatos en una caja de madera que lleva tallado el curso al que pertenece.
Hay mayor Evitamos la atención en clases. interrupción, la distracción y el mal clima que se generaba cuando el profesor se daba cuenta de que un estudiante estaba ocupando el celular”........................................................... CLAUDIA CHIRIGHINDIRECTORA COLEGIO JESÚS SERVIDORRegular el uso de celulares en el colegio incentiva a que podamos desconectarnos del aparato para conectar con cosas reales y con nuestro entorno”........................................................... CRISTÓBAL PERALTAALUMNO DE 4º MEDIO, COLEGIO SAN FRANCISCO JAVIERpositivamente en el rendimiento de nuestros estudiantes y su participación en clases”, asegura Claudia Rose, coordinadora académica. “Los estudiantes se observan más enfocados y activos en las discusiones y actividades dentro de la sala de clases y esto enriquece el ambiente de aprendizaje y fomenta un sentido de comunidad”, añade. El Colegio Jesús Servidor, de la red CEAS, abordó el tema con una estrategia progresiva. Según su directora, Claudia Chirighin, el desafío principal era mejorar la concentración y la convivencia escolar.
“Nos dimos cuenta de que el celular no solo distraía a quien lo usaba, sino que también a sus compañeros, afectando el ambiente de aprendizaje”. En marzo del año pasado, se instauró una rutina en la que los alumnos entregan sus celulares al ingresar a clases. “Hoy, la medida está totalmente integrada”, agrega. La iniciativa también ha reducido tensiones entre docentes y alumnos. “Hay mayor atención en clases. Evitamos la interrupción, la distracción y el mal clima que se generaba cuando el profe-sor se daba cuenta de que un estudiante estaba ocupando el celular”, dice Chirighin. Una institución que se adelantó a los problemas que podía causar la adicción a las pantallas fue el Colegio Puerto Varas, quienes no permiten el uso del celular en el colegio desde hace ocho años. “Ha sido positivo, porque como el estudiante ya tiene internalizado que no puede usar el celular, no tiene ese distractor permanente, pudiendo poner su foco en lo académico”, comenta el director, Cristóbal García.
Y suma: “En los recreos se pelean las canchas de fútbol, el espacio para correr, para jugar a la pinta, incluso los días de lluvia”. Más adeptosOtros colegios están pavimentando el camino para restringir el uso de celulares en el establecimiento, medida que implica mantener diálogos con las familias y con los estudiantes. Eso es lo que hará este año la Protectora de la Infancia, quienes hasta ahora no permiten usar los aparatos en la sala de clase. Ade-más, “definimos como lineamiento central el no uso del celular como herramienta pedagógica.
La investigación que estamos manejando ahora nos indica que hay más costos que beneficios para los niños, sobre todo después de la pandemia y los niveles de ansiedad con los que llegaron”, cuenta Bárbara Streeter, gerente académica. La SIP Red de Colegios está tomando medidas en la misma dirección. “En ninguno de los 17 colegios se puede usar o prender el celular en la clase”, dice Lily Ariztía, presidenta de la institución. “Estamos transitando hacia una política en la que desde 2026 no ingrese ningún alumno con celular al colegio”, añade. La regulación del uso de los celulares en los colegios ya es una tendencia mundial. Según la Unesco, 79 países han prohibido el uso en las escuelas.
En Chile, aún está en tramitación un proyecto de ley que busca restringirlos en las salas de clases durante las horas lectivas y otro que obliga a las escuelas a aplicar exámenes psicológicos a los alumnos, para evaluar riesgos asociados al uso excesivo de celulares y redes sociales.
En el recreo se pelean las canchas de fútbol, el espacio para correr, para jugar a la pinta, incluso los días de lluvia”. Están más concentrados en las clases y también ha mejorado la convivencia entre ellos y con sus docentes:. En el Colegio Jesús Servidor, de Peñalo-