La vejez y sus avatares
La vejez y sus avatares Cuando Baltasar Gracián, en su novela "El Criticón", se refiere a las etapas de la vida, habla del verano de la niñez, la primavera de la edad adulta, el otoño de la madurez y el invierno de la vejez. La alegoría, señala Critilo, resume todo lo dicho y pensado sobre la vida humana. Al "reino de Vejezía", dice Gracián, se entra por dos puertas: la de los honores y la de los horrores. Y una vejez digna es fruto de una vida virtuosa. La naturaleza, dice Cicerón, en su inefable sabiduría, no solamente nos quita placeres; también nos priva del deseo de tenerlos.
Que se proclame un día (el sábado 15 de junio) como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez es señal de que hay conciencia generalizada de que las deficiencias y vulnerabilidades aumentan con la edad cronológica. Sin embargo, las personas no se definen solo por esta. La edad biográfica y, sobre todo, los efectos generacionales hacen que cada persona envejezca de modo diferente. Nunca son los seres humanos más diferentes que cuando envejec e n. J o n a t h a n Swift hace llegar a Gulliver a un país donde no se muere. Los buenos se hacen mejores y los malos peores. Homogeneizar a las personas por su edad cronológica no es buena estrategia para afrontar la vulnerabilidad y las deficiencias. Cada cual tiene su proceso de envejecimiento y su propia vejez. D Í A A D Í A La vejez y sus avatares ANDRENIO.