Autor: GUILLERMo TobAR LoYoLA, DIRECToR NACIoNAL DE FoRMACIóN INTEGRAL USS
Columnas de Opinión: “Un año más: ¿Una canción, un anhelo o una incógnita?”
Columnas de Opinión: “Un año más: ¿ Una canción, un anhelo o una incógnita?” ¡ Quién no ha escuchado la emblemática canción que acompaña cada cumpleaños o celebración de fin de año! Un verdadero hit durante las fiestas de Año Nuevo. Se baila con una mezcla de alegría y nostalgia, evocando los días que quedaron atrás y celebrando la oportunidad de renovarnos con un espíritu más esperanzador. Al fin y al cabo, seguimos aquí, con vida y con la promesa de un nuevo comienzo.
Si la esperanza es lo último que se pierde, entonces las circunstancias adversas no son más que un impulso para superar el temor o la frustración que se esconden en nuestro interior, las que intentan convencernos de que el mundo entero conspira en nuestra contra. Sin embargo, esas amenazas no son más que fantasmas, proyecciones de nuestra mente, que pueden desvanecerse si decidimos enfrentarlas con valentía y determinación.
Por ello, “un año más” no es solo un estribillo que cantamos; es también un anhelo vehemente de alcanzar aquello que quedó pendiente o, tal vez, de revivir con una nueva perspectiva lo que ya se vivió y quedó en el pasado.
Sin embargo, en lo más íntimo de nuestro ser, este nuevo año puede abrir una brecha sutil: la nostalgia de los días que nos faltaron para amar mejor, para reconciliarnos o para soltar el peso del resentimiento. Son pequeñas o grandes cadenas que nos atan y obstaculizan el camino hacia nuestros deseos más profundos. Lo que nos ata pueden ser cadenas de acero o hilos de seda; al final, siguen siendo cadenas. Y así, el misterio del año que está por venir se convierte en una incógnita que nos invita a reflexionar. Pensamos en ello antes de dormir, al mirar en silencio el horizonte o al compartir confidencias con quienes más queremos. Por eso, los buenos deseos de la familia y de los amigos, tan generosos en estas fechas, cobran un significado especial. Son un bálsamo que ilumina el sendero hacia el futuro. “Un año más” resuena entre melodías y bailes, pero también nos envuelve en un nuevo comienzo, no como un salto al vacío, sino como una promesa cargada de intenciones. Los buenos deseos son, en cierto modo, una forma de descorrer el velo de lo desconocido. Cada persona sabe qué esperar a lo largo del año que está por comenzar.
Cada quien deposita en él la fuerza de la esperanza: la de hacer mejor aquello que ya se intentó y la de alcanzar metas y aspiraciones que, aunque parezcan inalcanzables, nos inspiran y nos impulsan a seguir adelante. Son esos sueños los que nos animan a querer entonar, al final de esos días, con alegría y gratitud: “¡ Un año más! ”, pues tal y como señaló C.S. Lewis “No se puede volver atrás y cambiar el principio, pero se puede comenzar donde estás y cambiar el final”..