Editorial: 174 Años de entrega que exigen más que solo aplausos
Editorial: 174 Años de entrega que exigen más que solo aplausos EDITORIAL aunque esencial, ya no es suficiente: se requiere formación especializada, tecnología de punta y equipamiento moderno. El carácter voluntario de Bomberos de Chile es su mayor orgullo, pero no puede seguir siendo sinónimo de abandono estatal. Los recursos actuales son limitados y muchas compañías sobreviven gracias a la solidaridad de sus propias comunidades. Es indispensable que el país avance hacia un financiamiento sostenido, oportuno y suficiente, donde el reconocimiento social se traduzca en inversión concreta. Bomberos ha demostrado ser una de las instituciones mas confiables del país, y su credibilidad debe ser respaldada por políticas públicas que fortalezcan su labor. Este aniversario es una oportunidad para celebrar, pero también para asumir que proteger a quienes nos protegen debe ser un compromiso nacional. La vocación no puede seguir enfrentando las emergencias sola. Cada 30 de junio, Chile rinde homenaje a una de sus instituciones más queridas y respetadas: Bomberos de Chile. Este año, celebran 174 años de historia. Han forjado una tradición de entrega y servicio desinteresado, consolidándose como el mayor símbolo de solidaridad y compromiso ciudadano. Son hombres y mujeres que, sin esperar retribución, se lanzan a las llamas, rescatan vidas en accidentes, enfrentan catástrofes naturales y acompañan a las comunidades en los peores momentos. Pero este aniversario debe ser también un momento de profunda reflexión. La admiración de la ciudadanía no basta para sostener una institución que enfrenta hoy desafíos cada vez más complejos y urgentes. Las emergencias evolucionan: los incendios estructurales son más violentos, los incendios forestales se multiplican por efecto del cambio climático, y los accidentes con materiales peligrosos exigen preparación técnica de primer nivel. La valentía,. En su aniversario, Bomberos de Chile, la institución más valorada por los chilenos sigue enfrentando emergencias con vocación y coraje, pero con recursos limitados. Es tiempo de que el reconocimiento social se transforme en apoyo concreto.