Autor: Ingeniero Civil
Un desafío crítico para Ñuble
Un desafío crítico para Ñuble OpiniónDurante años, Ñuble fue vista como el “patio trasero” de Concepción. Tras la lucha política para obtener la categoría de región, parecía que Ñuble tendría más oportunidades. Sin embargo, la realidad refleja que Ñuble es una de las regiones más pobres de Chile. A pesar de los anuncios de proyectos y empleo, seguimos esperando la llegada de empresas que impulsan la economía. Esta falta de desarrollo está relacionada con un problema crucial, la crisis energética. Ñuble enfrenta una crisis que no solo afecta la calidad de vida de sus habitantes, sino también frena el desarrollo económico. La pobreza energética (PE), entendida como la incapacidad de los hogares para cubrir sus necesidades energéticas, es una realidad. Factores como bajos ingresos, alto costo de la energía y la mala calidad de las viviendas, que no están preparados para el frío del invierno ni para el calor del verano, contribuyen a esta situación. La PE impacta directamente en la salud de las personas. La imposibilidad de mantener una temperatura adecuada en el hogar obliga a elegir entre no usar calefacción o afrontar gastos impagables.
Por ejemplo, bajar la temperatura del aire acondicionado en solo 1C puede aumentar el costo energético más de un 7%. Las personas afectadas por la PE suelen tener bajos ingresos, bajo nivel educativo o estar desempleadas, enfrentándose también a problemas de salud. Además, residen en viviendas deficientes, lo que agrava la situación. Incluso los hogares de clase media, que destinan gran parte de sus ingresos a cubrir gastos de energía, sufren de PE. La crisis energética no solo afecta a los hogares, sino también al desarrollo regional. Empresas de distribución eléctrica han alertado sobre la falta de inversión en infraestructura, lo que ha llevado a rechazar más de 400 proyectos de inversión por un valor de 250 millones de dólares. Esta falta también está afectando la construcción de viviendas sociales y la vida enzonas rurales. Ñuble, históricamente agrícola, enfrenta un estancamiento prolongado por la falta de desarrollo energético. Aunque la energía solar es viable, su alto costo y lenta recuperación la hacen inaccesible para muchos. Los políticos, que deben defender los intereses de Ñuble, han paralizado proyectos clave, como el embalse Punilla, por intereses políticos y ambientales. Sin infraestructura adecuada y sin inversiones, la región seguirá retrasada, condenada al estancamiento.
El 12 de septiembre de 2024 se abrió la licitación para 22 obras de infraestructura eléctrica en la región, pero los resultados fueron desalentadores: no hubo interesados para la obra Monterrico a Cocharcas, y solo una empresa extranjera (BAC Ingeniería) mostró interés en el proyecto. Charrúa a Chillán. Es evidente que el futuro energético de la región es incierto. La comunidad y los actores involucrados deben unirse para estos enfrentar desafíos y asegurar un futuro más prometedor.. Jorge Bocaz Bocaz