Autor: JOAQUÍN AGUILERA R.
“La comisión técnica de pensiones enreda la posibilidad de un acuerdo más de lo que ayuda”
“La comisión técnica de pensiones enreda la posibilidad de un acuerdo más de lo que ayuda” El economista Bernardo Fontaine aborda la reforma previsionalporque el promedio de la OCDE es 23%, y en realidad tenemos que ir a un 20% para que Chile vuelva a ser un país atractivo para invertir, que generemos una lluvia de inversiones. “Por otra parte, esta alza de impuestos a las personas es inaceptable.
No tiene sentido seguir gravando con impuestos a los profesionales que ya tienen tasas altas, y peor aún, con la idea de la desintegración”. ¿Por qué sería negativa la desintegración?“Eso significa que todos los que reciban dividendos de empresas van a pagar una tasa fija que en muchísimos casos va a ser mayor que lo que hoy día pagan, van a terminar cancelando un 40% de impuesto total entre lo que paga la empresa y ellos. “Hoy día un socio o accionista de una empresa paga una tasa deimpuestos que depende de su nivel de ingreso. Si su nivel de ingresos está en los tramos del 20%, paga 20%, no 40%. Si se desintegra, terminarían pagando la tasa más alta, no la tasa que les corresponde por su nivel de ingreso. No conocemos los números hoy día, porque el Gobierno no los ha publicado, pero la última vez que se discutió este tema fue el 2018. Ese año, el Servicio de Impuestos Internos publicó quiénes eran las personas que reciben rentas de las sociedades, y por consiguiente, saldrían perjudicadas, y son 800.000 personas.
Habría que pedir que se rehaga ese cálculo, pero el dato es escalofriante”. Para aumentar la recaudación fiscal, ¿basta con estimular el crecimiento?“Los chilenos son un chanchito que ya no da más manteca en impuestos, y de hecho, la recaudación no ha ido subiendo al ritmo que habían previsto las reformas tributarias. Por consiguiente, lo que hay que hacer es al revés, ahora le toca al Estado achicarse para que los chilenos tengan más plata en el bolsillo y Chile pueda crecer. Eso va a redundar en mayores ingresos”. ¿Por qué cree que se insiste en esta materia?“Llama la atención la continua inconsistencia de este Gobierno. Partieron con un impuesto al patrimonio, una idea inaplicable y equivocada, pero ahora pasó a un gran perdonazo tributario a los mayores ingresos.
Resulta que la gente que tiene platas negras fuera de Chile puede pagar un 12% y blanquearlas, y la gente que tiene utilidades acumuladas en las empresas puede retirarlas sin pagar el impuesto que le corresponde, sino que uno muchísimo más bajo de 12%. Ese mismo Gobierno dice que va a cobrar más impuestos a los profesionales exitosos; entonces, no se entiende toda esta incongruencia”. ¿Y ve espacio para una separación de la industria?“El Gobierno está insistiendo aparentemente en dividir la industria, permitiendo que un mismo dueño tenga los dos negocios: la administración de cuentas y atención, y manejo de inversiones.
Eso es crear dos empresas, con dos gerentes generales, vamos a terminar pagando doble y no tiene ningún sentido lógico”. Los chilenos son un chanchito que ya no da más manteca en impuestos Ahora letoca al Estado achicarse para que los chilenos tengan más plata en el bolsillo y Chile pueda crecer”. Con todos esos reparos, ¿se está “más cerca que nunca” de lograr un acuerdo como se ha planteado?“Creo que estamos más cerca que antes, pero hay todavía nudos muy grandes por resolver. Eso pasa porque el Gobierno se allane a respetar lo que los chilenos quieren y que los técnicos han recomendado, que las cotizaciones vayan a las cuentas individuales.
Esta idea del 0,5 no ha sido defendida por nadie en términos técnicos, solo como el precio para lograr un acuerdo con el Gobierno”. Estrechez fiscal¿ Están las condiciones fiscales para asumir los costos de esta reforma?“Sabemos que el fisco chileno está excedido. Tiene déficit continuo en el tiempo y la deuda pública ha subido enormemente, y lo que toca ahora es apretarse el cinturón.
Hoy día, la recaudación de impuestos en términos reales es 50% más alta que hace 10 años, el gasto fiscal es 56% más alto, y eso no se ve reflejado ni en las listas de espera, ni en la calidad de la seguridad, ni en la educación, por mencionar algunos campos.
Lo que necesitamos es hacer un gran ajuste fiscal y dar espacio para bajar impuestos, porque estamos con impuestos demasiado altos”. El Gobierno ha mantenido su idea de subir los impuestos personales. ¿Tiene futuro esa discusión?“Valoro que el Gobierno haya llegado a la conclusión de que el impuesto a las empresas es demasiado alto. En los rankings tenemos casi el peor impuesto corporativo de toda la OCDE, en el puesto 36 de un total de 38. El impuesto a las empresas, contrario a lo que se podría creer, es el impuesto contra la inversión, contra el ahorro, contra la generación de empleo. Tenemos que bajarlo, carga sobre las generaciones futuras endeudando al Estado, que ya está ultra endeudado.
Un préstamo del 1% es algo que se puede acomodar, porque no significa un aumento de deuda pública inmanejable, pero si vamos con 2%, excedemos el límite de lo razonable”. Todas las simulaciones consideran, en régimen, 5,5 puntos al ahorro individual. ¿Cuál es su opinión sobre el medio punto restante para financiar una compensación a mujeres?“Si va a haber cotizaciones de los trabajadores que van a ir a financiar el Estado con este fin, que es muy loable, eso es una manzana podrida dentro del posible acuerdo, y hay que votarla, porque si no, va a podrir el cajón completo de cotizaciones. Podría ir creciendo y abriría la puerta a un reparto mucho más grande; de hecho, la ministra Jara está ahora hablando que no es 0,5, sino que es crecedor y tendría que subir a futuro. Eso es una ventana abierta inaceptable y Chile Vamos no se puede perder. “Creo que esto hay que financiarlo con gasto público, o meterlo dentro del préstamo y financiarlo con deuda. También se puede extender el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS), igualar el cálculo de pensiones de hombres y mujeres para los cotizantes, pero no usar esa plata en jubiladas.
Es muy central que los trabajadores sientan que nadie de la oposición les dio la espalda, y que defendió que sus cotizaciones vayan a la cuenta individual”. ¿Cómo ve la discusión para aumentar la competencia en las comisiones que cobran las AFP?“Existe esta idea de la licitación que puede ser eventualmente una buena idea teórica, pero es muy compleja de aplicar en la práctica.
Es difícil traspasar las inversiones, no sabemos si eso va a generar un incentivo para que las administradoras inviertan en activos menos rentables y perjudiquen a los cotizantes, porque al final es poner todo el acento en el costo de la administración y no ponerlo en lo que necesitamos, que es la rentabilidad. “A mi juicio, no rasca donde pica. Donde los afiliados expresan mucha molestia es cuando la rentabilidad es negativa y las comisiones de las AFP son las mismas.
Por eso, junto a Alejandro Weber y Michelle Labbé, hemos hecho una propuesta de comisión en dos partes: una comisión por administración que sería un porcentaje del sueldo, y una comisión que sería un porcentaje de las utilidades del fondo, o sea, por rentabilidad. Entonces, las AFP pagarán más si la rentabilidad es buena, pero no va a poder cobrar comisiones mientras tenga rentabilidad negativa acumulada”. SEROLFROTCÉHtariamente, porque es más seguro.
Efectivamente, esto daría rentabilidad de mercado, que es inferior a la rentabilidad de otros activ o s, p e r o o t o r g a m a y o r estabilidad a los fondos.
Si pensamos en la racionalidad de los afiliados, esto podría darles mayor seguridad, a cambio de un poco menor rentabilidad”. ¿Cómo se diferencia este préstamo de un componente de reparto?“El reparto se caracteriza por que al menos parte de los cotizantes, si no todos, entregan cotizaciones para financiar al Estado y muchos reciben menos de lo que ponen.
Este préstamo de inversión es diferente, todos los cotizantes van a recibir su cotización más los intereses correspondientes, de forma que no pierden”. ¿Qué le pareció el análisis de la comisión técnica sobre este instrumento?“El informe de la comisión técnica enreda la posibilidad de unacuerdo más de lo que ayuda, porque está lleno de desacuerdos, es confuso y es muy sesgado. Todos los cálculos y simulaciones no comparan la reforma con lo que queremos, que es que el 6% vaya a la cuenta individual, entonces las debilidades de la reforma no quedan expresadas en el informe.
Tampoco concluye a quién tiene que beneficiar con esta garantía de 0,1 UF, y ese es uno de los problemas centrales: cómo se define a quiénes sí y a quiénes no, y cómo se garantiza que sea transitorio. “En definitiva, no está para nada claro para qué se va a usar este préstamo. El informe recoge un 2% de préstamo, lo que me parece una enormidad, porque no se trata de andar endeudando al Estado sin freno”. ¿Cree que cuesta menos financiar la garantía?“De todas maneras.
No puede ser tan grande, porque esto al final es deuda pública, entonces tampoco se trata de generar unaEl economista Bernardo Fontaine fue uno de los primeros en plantear la idea de reemplazar el componente de reparto intergeneracional en la reforma de pensiones, por un préstamo que a la larga se devuelve a las cuentas de capitalización individual. Sigue apoyando esta idea, siempre que tenga resguardos adecuados como la garantía del Estado y la propiedad de los afiliados, pero le preocupan los costos que se están discutiendo.
Por esta razón, también es crítico de las conclusiones formuladas por la comisión técnica que convocó la comisión de Trabajo del Senado, cuyo informe, dice, “enreda la discusión más de lo que ayuda”. Advierte que el desafío fiscal también es complejo, y por eso la discusión tributaria debería priorizar incentivos a la inversión que aumentarían la recaudación en forma más eficiente que alzas de impuestos. ¿Se considera el padre de esta idea o se ha ido alejando de lo que planteó?“Lo justo y lo técnicamente correcto es que el 6% vaya a la cuenta individual; pero, como una forma de tender un puente, yo propuse un préstamo que tiene que ser una inversión segura y rentable para el cotizante. El Gobierno no ha entregado ningún detalle de cómo sería este préstamo.
El préstamo correcto es que las cotizaciones entren a la cuenta individual, que no más de un 1% vaya a comprar un bono del Estado que va a pagar al cotizante de intereses y reajustes, un bono que esté inscrito en el Depósito Central de Valores, que sea parte de la cartola que recibe el afiliado mensualmente y que sea, por consiguiente, heredable. Más aún, que la AFP que va a tener estos bonos en cartera pueda vender ese bono después de 15 años, de manera que además sea transable. “Por supuesto que esta fórmula tiene riesgos.
El riesgo es que un gobierno futuro pueda generar nuevos bonos y pervertir el sistema, pero habrá que tener las mayorías necesarias del Congreso para detener cualquier avance populista en esa materia”. Según lo trascendido, la propuesta se ha ido pareciendo mucho a ese diseño. “Aparentemente sí, por lo que han dicho los economistas de derecha que han participado en las conversaciones. El Gobierno quería originalmente un préstamo a lo amigo, una especie de cuenta nocional que lo pagaba el Estado si tenía plata.
Eso es inaceptable”. Desde el punto de vista de la administración de ese préstamo, ¿cuál cree que es la fórmula más adecuada?“Del punto de vista del cotizante, un bono es una inversión que va a pagar el Estado, por lo tanto da lo mismo lo que se haga con la plata. Desde el punto de vista de la buena administración del Estado, lo correcto sería que esta plata fuera administrada directamente por el Ministerio de Hacienda, en el Fondo de Reserva de Pensiones.
Yo tengo preocupación de que se cree un fondo estatal, porque ese fondo puede llegar a tener plata acumulada, y puede ser muy tentador para los políticos repartir esa plata en beneficios para conseguir votos”. Cuando se obliga a invertir una fracción en bonos del Estado, ¿no se termina sacrificando rentabilidad?“Hoy día las AFP ya invierten en bonos del Estado, pero volun-. El experto lamenta que las conclusiones del grupo no hayan clarificado aspectos clave como el universo de personas a beneficiar. Advierte que un préstamo con el 2% de cotizaciones conlleva una deuda difícil de gestionar. El economista Bernardo Fontaine aborda la reforma previsional El economista Bernardo Fontaine.