Autor: Por: Rodrigo M. Ancamil
La patología que afecta a 1 de cada 100 nacidos y cuyo seguimiento debe ser de por vida
La patología que afecta a 1 de cada 100 nacidos y cuyo seguimiento debe ser de por vida Esta anomalía corresponde a un grupo de malformaciones presentes al nacer y que afecta al desarrollo normal de este órgano y sus vasos. Aunque los avances médicos han permitido aumentar la tasa de sobrevida, es necesario continuar con el seguimiento durante todo el desarrollo para evitar complicaciones a largo plazo. Por: Rodrigo M. Ancamil La espera de un hijo suele estar cargada de ilusión, planes e incluso nerviosismo.
Con cada ecografía surgen emociones y preguntas sobre el futuro del bebé, acompañadas por el deseo de que todo esté bien, que "venga sanito". Sin embargo, el embarazo es también un proceso lleno de incertidumbres, donde pueden aparecer diversas condiciones o enfermedades desde etapas muy tempranas.
La cardiopatía congénita es una de las patologías que más generan preocupación; de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 100 recién nacidos tiene esta condición y es una de las principales causas de muertes en niños menores de un año. El presidente de la Fundación de la Sociedad Chilena de Cardiología (Sochicar), Dr.
Carlos Fernández, explica que esta enfermedad se origina durante la gestación y puede ser detectada mediante ecografías prenatales o al observar complicaciones tras el nacimiento. "No se sabe a ciencia cierta la causa específica que producen estas malformaciones, aunque sí conocemos algunos factores que aumentan su probabilidad. Los tres principales son el hábito tabáquico durante el embarazo, el consumo de drogas y el consumo de alcohol", indica el especialista.
Si bien se trata de una patología de alta prevalencia, los avances en diagnóstico e intervenciones [ CARDIOPATÍA CONGÉNITA ] La patología que afecta a 1de cada 100 nacidos y cuyo seguimiento debe ser de por vida han permitido reducir considerablemente la mortalidad.
Técnicas como los cateterismos cardíacos, las cirugías y el diagnóstico por imágenes han sido claves para mejorar la sobrevida, logrando que más del 85% de los pacientes lleguen a la edad adulta. "El desarrollo de estas técnicas ha permitido intervenir en etapas cada vez más tempranas, dependiendo de la gravedad de la enfermedad. El límite de peso para una cirugía es de alrededor de dos kilos y medio, pero incluso en Chile se han realizado procedimientos en pacientes con menor peso. A partir de ahí, se pueden planificar distintos tipos de intervenciones a lo largo de la vida", detalla el Dr.
Fernández. "Nos estamos encontrando con que pacientes que han sido operados y con los que ha sido difícil de lograr un buen resultado, hoy por hoy son pacientes que tienen un exceso de peso que les juega en contra para su su seguimiento a futuro". CARLOS FERNÁNDEZ, PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN SOCHICAR. CARLOS FERNÁNDEZ, PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN SOCHICAR. Cuidados en el desarrollo y la adultez El aumento en la esperanza de vida ha sido un logro significativo, pero la cirugía no marca el final del camino. El seguimiento médico sigue siendo fundamental. "Niñas y niños operados del corazón deben continuar con controles regulares, no solo con el pediatra, sino también con el cardiólogo y otros especialistas. Muchas veces, estas cardiopatías pueden estar asociadas a otras malformaciones o enfermedades. No siempre es solo el corazón el que está afectado", agrega el presidente de Fundación Sochicar. El abordaje multidisciplinario es Clave en todas las etapas del desarrollo, incluso una vez llegado a la adultez. Los pacientes requieren controles permanentes, vigilancia de su peso, evitar el tabaquismo, practicar actividad física adecuada y monitorear parámetros como glicemia, colesterol y presión arterial. El objetivo no es solo vivir más, sino vivir bien.
CHILE Y EL TRATAMIENTO DE LA CARDIOPATÍA CONGENITA En Chile, la cardiopatía congénita fue una de las primeras patologías incorporadas al Plan AUGE (hoy GES). Con más de veinte años desde la implementación del plan, se han establecido una serie de prestaciones orientadas a dar cobertura integral --desde la sospecha diagnóstica hasta el tratamiento y seguimiento a largo plazo-para todos los pacientes, sin importar si pertenecen al sistema público o privado de salud. El motivo de esta cobertura prioritaria no es menor: los tratamientos para corregir o manejar una cardiopatía congénita pueden ser altamente costosos y complejos. Gracias a este sistema, Chile ha logrado alcanzar uno de los porcentajes más altos de acceso a diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento a nivel mundial, comparable con países desarrollados..