Historias de viviendas sociales
Historias de viviendas sociales POR SEGISMUNDO ¿ C uriosidad? ¿ Arribismo? Use usted la calificación que quiera.
El hecho es que un día de semana cualquiera fuimos a almorzar al restaurante Don Emello, el mismo al cual llego la princesa Leonor junto a un grupo de guardiamarinas en un recorrido turístico por Viña del Mar, Pausa dentro de su mediático viaje de instrucción a bordo del "Juan Sebastian Elcano", el buque escuela de la Armada española. Pudo el grupo de la princesa haber elegido un lugar más glamoroso, como el Hotel Sheraton, el clásico Chez Gerald o el Carmine de Reñaca. En fin, alguien bien informado oriento al grupo hacia el discreto Don Emelio, de calle Seis Norte. La heredera del trono español se sirvió croquetas de carne mechada, ceviche y corvina. Muy formal, bebió un jugo y mineral. El local elegido se ubica en la esquina de un pasajecon la calle indicada y forma parte de un discreto grupo de construcciones, muy sencilloy bien mantenido. Llegamos, tenemos que esperar en una mesa exterior, pues el interior, dos comedores, estaba totalmente ocupado. Nos reciben amablemente y nos dicen que en la espera hagamos el pedido. Nos ilustran detalladamente sobre la oferta, apoyada por muy buenas imágenes en una plataforma digital. Elegimos platos en base a pescado de roca y mariscos y una original terrina de pernil. Pisco sour y sangria, suavecita para la conductora.
Al parecer la oferta no considera aquellas tentadoras "tapas" que hacen conquistar España y de las cuales el otro día nos informa el diario El Pais en detalle y con ilustraciones de 50 tentadores bocadillos para un "picoteo" previo a un almuerzo o comida. "La chica del Crillón", aludiendo al aperitivo que reemplazo en esos años de crisis y guerra al inalcanzable escocés base del whisky sour. Al tener como base obligada el hasta entonces mirado en menos pisco, el ingenio nacional hablaba del Rotting Sour, es decir, preparado con un licor de rotos.
Buen almuerzo cerrado con arroz con leche y crème brille, Pero nuestra mirada no es la de un crítico gastronomico, sino más bien la de un observador social en terreno, en una ciudad cuyo crecimiento da para variadas apreciaciones y estudios. "Don Emelio" se ubica en un conjunto de sencillas casitas de un piso que conforman un pasaje. El pasaje tiene un nombre histórico: José Manuel Balmaceda. No es el único, al lado hay otro de nombre famoso, J.J. Latorre, almirante que dio su nombre al poderoso acora zado chileno que terminó en Japón como chatarra. Los espacios de Don Emelio están perfectamente aprovechados y bien remodelados. En el cielo raso se ven las cañerías de las canalizaciones eléctricas, prueba de una cuidada mantención que considera la seguridad ante la epidemia de incendios. Incluso, mi opinión, esos coloridos conductos se ven bien. Pero el mejor lucimiento está en las funcionales estanterías murales que exhiben un completo surtido de vinos. Esas sencillas construcciones deben tener facilmente un siglo de existencia y son parte del pasado industrial de la ciudad. Fueron levantadas en el área norponiente de la comuna junto a diversas fabricas de elevadas chimeneas. Estupendos los sour, aperitivo emblema. El trago aquel contodas sus versiones se popularizo en los años 30 del siglo pasado, con el nombre de Rotting Sour. Lo consigna Edwards Bello en En esas casitas vivian los trabajadores. Por otra parte, en Ocho Norte se ubicaban otras viviendas de más apariencia y hasta con entrada de auto para los jefes de algunas de las empresas que alli se ubicaban. Ignoro los cambios de propietarios de esos inmuebles, pero puedo asegurar que los antiguos avaluos han aumentado exponencialmente. Lo que vale y se castiga con elevadas podríamos llamar sociales. Junto a Don Emelio se ubican otras ofertas gastronomicas, además de varios negocios que aprovechan la buena ubicación en reciclados locales. Pero el tema habitacional de trabajadores de diversas empresas hoy desaparecidas da para mucho. Ahí está el amplio grupo de viviendas para el personal de la fenecida CRAV. Un abigarrado grupo, tal vez el primero de la ciudad levantado a principios del siglo pasado, se denominaba La Ciudadela, con entradas exclusivas y calles internas. En la calle central se ubicaban las casas de los princontribuciones es el terreno, el suelo, no las simples construcciones, pues son potenciales espacios para el desarrollo de no siempre felices edificaciones en altura. Históricamente, el desarroIlo residencial de Viña del Mar aumento tras el devastador terremoto que afectó a Valparalso el 16 de agosto de 1906. Ese desarrollo se tomó el plan junto a la estación, lugares del eje Agua Santa y el área sur oriente de la Población Vergara, con costosas y aparatosas edificaciones. Ejemplo concreto de ello es el Palacio Rioja o la mansión, desaparecida, de Carlos van Buren. El ahora apreciado lado poniente estaba dedicado a las fabricas y viviendas que cipales ejecutivos, amplias construcciones de muy buena calidad y buen gusto. Se compartia el vecindario con los obreros y también conel agobiante paso de trenes en la vía ferroviaria que corría juntoa la población. Una "pasada" que acortaba el acceso a la calle Álvarez, resultó por años ser una trampa mortal ante la continua circulación de los convoyes. En la población funcionaba un cine abierto a todo público y un amplio gimnasio escenario de reñidos encuentros de básquetbol. La población se fue ampliando en los años 50 o GO del siglo pasado hasta formar un nuevo núcleo de buenas casas de dos pisos junto al estero. Las calles de esegrupo residencial conservan los nombres de importantes jefes de la gran empresa. En el extremo norte de la Población Vergara se ubicó en 1904 Gratry, una empresa textil de capitales belgas. Tuvo gran desarrollo y junto a la planta se construyeron viviendas de calidad para los trabajadores. Ademas, se instaló un cine, el Gratry, abierto a toda la ciudad. La textil, como otras, no resistió la competencia y desaparecio con deudas. Las viviendas fueron entregadas a lostrabajadores en pago a obligaciones pendientes y subsisten hasta hoy formando una pobla ción que recuerda la fábrica. El pequeño cine paso a ser taller mecánico y hoy el recinto acoge un Centro Cristiano Internacional y se denomina Casa de la Misericordia. La Textil Viña, de capitales ingleses, también logró importante desarrollo. Subsisten en el extremo oriente de Siete Norte las muy buenas casas destinadas a los ejecutivos. Son el recuerdo de otra importante empresa desaparecida ahogada por la competencia que viene de oriente. Además, en Cerro Castillo y sector Caleta Abarca subsister algunas de las viviendas que ocuparon los trabajadores de la desaparecida Sociedad de Maestranzas y Galvanización. La historia industrial de Vifa del Mar es larga y con un pasado poderoso, donde tras negociaciones y a veces duras demandas laborales se atendió la calidad de vida de los trabajadores. Es asi como en muchos sectores como los descritos subsisten buenas viviendas que hoy podrían ser calificadas de sociales.
A diferencias de las actuales, su calidad no se discute, como lamentablemente ocurre en estos dias con las levantadas en la parsimoniosa recuperación de los barrios devastados por el siniestro de aquel fatidico 2 de febrero. (g CASAS PARA TRABAJADORES LOS SOURS. JOSÉ MANUEL BALMACEDA, UN PEQUEÑO PASAJE EN 6 NORTE CON NOMBRE IMPORTANTE QUE RECIBIÓ LA VISITA DE LA PRINCESA LEONOR. MUROS Y MARQUESINA SOBREVIVIENTE DEL CINE GRATRY, PARTE DE LA POBLACIÓN LEVANTADA EN TORNO A LA DESAPARECIDA TEXTIL DE ESE NOMBRE. ACTUALMENTE ACOGE A UN CENTRO RELIGIOSO.