"El mejor país de Chile, hermano"
"El mejor país de Chile, hermano" Opinión "El mejor país de Chile, hermano" Hay frases que parecen disparates, pero contienen más verdad que un tratado de relaciones internacionales. "Somos el mejor país de Chile, hermano", dijo un hincha en un momento de euforia nacional, y el país entero decidió adoptar la consigna. No porque sea lógica, sino porque en su absurdo hay algo profundamente emo. cional. Un afecto por lo que somos: contradictorios, orgullosos, rotos, pero de pie. Otra frase me persigue desde la adolescencia. La escuché cuando, en lasecundaria, nos enfrentábamos con bombas de agua y hari na a los grandotes del Liceo In: dustrial --una especie de guerra ritual, como la de castañas en la UdeC.
La lanzó un compañero de curso, y de inmediato se convir: tió en nuestro grito de guerra: "Les tenimos miedo, pero no se los demostramos" (sic). Reconocía una emoción incó: moda --el miedo--, pero a la vez contenía una declaración de dignidad: no vamos a ceder ante él. Aunque temamos, resistimos. Y, junto con darnos coraje, la frase desarmaba al rival por medio de la risa.
Ambas paradojas cobran sentido en este momento político, cuan dola todavía --o quizás yanoprincipal potencia mundial, amenaza con sanciones económicas si Chile no se alinea con su estra: tegia global, y el país responde desde la dignidad más que desde el cálculo frío de la lógica.
Y el gobierno, con todo lo que se le puede criticar, da un paso que parecía impensable hace décadas: construye alianzas con países que desafían el poder hegemónico, y lo hace diseñando mecanismos de cooperación que escapanal cerco financiero y diplomático queim: pone la potencia a los "disidentes". lógica, sino porque "Somos el mejor país de Chile, hermano", dijo un hincha en un momento de euforia nacional, y el país entero decidió adoptar la consigna. No porque sea profundamente emocional. Ya no somos los mismos. Chile ha cambiado. No es que se haya convertido en potencia. No es que esté al margen de contradiccio nes internas.
Pero ya no es el Chile sumiso de la Guerra Fría, ni el que bajaba la cabeza en la OEA cada vez que Estados Unidos tosía Tampoco es --y eso es clave--el quese cree superior al resto del continente. Es, quizás, el mejor país de Chile: la mejor versión de sí mismo, cuando se atreve a pensarse y actuar por su cuenta. ¿Nos da miedo lo que pueda venir? Puede que sí. Pero no lo va mosa demostrar. No por arto gancia, sino por instinto de supervivencia. Por memoria. Por los que cayeron defendiendo una democracia imperfecta, pero nuestra, Porlas veces que nos arrodillamos y aprendimos que nunca basta. Porque ante cada catástrofe natural o social que nos ha azotado, sabemos levantarnos solidariamente. Hoy Chile asumeel riesgo de parecer torpe, ridículo o ingenuo. Pero es un riesgo mejor que la obediencia automática.
Quizás estamos, por fin, diciendo como país lo que esas dos frases populares ya gritaban sin saberlo: "Podemos tener miedo, pero no nos vamos a rendir, Porque somosel mejor país de Chile, hermanos. " en su absurdo hay algo JOHANN BÓRQUEZ BOHN JOHANN BÓRQUEZ BOHN Periodista/Gestor cultural.