Autor: Bernardo Berger Fett Diputado por Los Ríos
Columnas de Opinión: Gato por liebre... financiamiento autocontenido
Columnas de Opinión: Gato por liebre... financiamiento autocontenido OoColumnaEl “financiamiento autoconte nido” queelEstado elude la obligación de priorizar sus gastos. En lugar de decidir dónde se necesitan más los fondos públicos como en salud, Aeducación oseguridad-, el financiamiento “autocontenido” permite saltarse este debate y cargar los costos a los privados.
Estetipo de financiamiento abre además un peligroso precedente. ¿Qué impedirá que mañana lo apliquen en educación, medicamentos o incluso alimentos? Si lo aceptamos hoy en el subsidio eléctrico oen la condonación del CAE, podríamos ver su expansión asectorescríticos, desvirtuando el concepto dejusticia tributaria y desatendiendo el principio de no afectación tributaria que impide destinar impuestos a fines específicos. El financiamiento autocontenido, disfrazado de autosuficiencia, esenrealidad un “gato por liebre” fiscal. Un camino fácil que evita el debate tributario abierto y honesto que Chile necesita.
Como ciudadanos, debemos exigir transparencia y verdaderaresponsabilidad fiscal, y no dejar que los costos de las políticas públicas sigan trasladándose en silen-cio a nuestras cuentas. pocas semanas dela votación sobrelanueva Ley de Presupuesto dela nación, surge un concepto que el gobierno ha popularizado: el “Financiamiento Autoconteni-do" Aunque suena aalgo positivo y autosuficiente, noesmás que un eufemismo para ocultar un impuesto, un ardid fiscal disfrazado de autonomía financiera. El “financiamiento autocontenido” implica que el Estado fnancie programas sin recurrir a sus arcas, pero traspasando ese costo a ciudadanos y empresas de manera obligatoria.
Esto ha ocurrido, por ejemplo, enla ley de Precios dela Electricidad para Clientes (PEC 2) de Agosto del 2022, donde se impuso un sobrecargo a los consumidores para estabilizar tarifas eléctricas. en vez de asumir el iEste mecanismo reitera el mismo patrón: nanciamiento a través de impuestos discutidos en el Congreso, el gobierno recurre a lo que, enla práctica, es un impuesto oculto, cargado directamente alos bolsillos de los chilenos. ¿Quésignifica esto en la vida cotidiana? Básicamente, loscostos de programas sociales son trasladados ala ciudadanía sin la transparencia que un impuesto ordinario requeriría..