Autor: María Segovia Locataria Feria Pantaleón Cortés
Expansión descontrolada amenaza el futuro de la Feria Pantaleón Cortés
Expansión descontrolada amenaza el futuro de la Feria Pantaleón Cortés ACTUALIDADSebastián Macías Sajay cronica mercurioantofagasta. cl a Feria de la calle PantaL león Cortés, popularmente conocidacomola Feria delas Pulgas, es un lugar que anteel primer paso, deja en evidencia que se puede encontrar detodo. Ver al horizonte el mar de toldos instalados en la calle da una vista impresionante, pareciera ir por cuadras y cuadras de locales, gente y bullicio. Desde Bandera hasta Avenida Los Leones. En ciertas esquinas es tanta la bulla que parecíauna competencia de estilos musicales, tres radios tocando canciones distintas y de distin1o tiempo. Una combinación disonante y bulliciosa, unreflejodel ambiente del sector.
Sise hace una lista mental delo que hay en los puestos, hace que rápidamente la pregunta cambie a ¿ qué no hay? Herramientas, repuestos electrónicos y mecánicos, jugue1es, frutas, verduras, carne, pescado, mariscos, medicamentos, en fin, quizás lo que nosse halla, es porque nose ha preguntado.
LA FERIA DE LA ALCALDESAUna de las comerciantes originales de esta feria es María Segovia, la mismísima que fue bautizada como la “alcaldesa” del Campamento Esperanza, hace ya más de una década en el desastre delos “33 Mineros”. La locataria tiene un frecuentado puesto de empanadas enla esquina de calle Pantaleón Cortés con Nicolás Gonzalez. “Aquí hay mucha gente que dependemos dela feria.
Yo pido que la arreglen, que la ordenen, organicen, pero que no la vayan asacar o la quiten”. El fin de semana es el de mayor movimiento, comenta Segovia mientras manejaba la freidora de su local. “Llegué aquí junto a la Feria de las Pulgas. Ha cambiado mucho en todo sentido, especialmente en cuanto a delincuencia? La dueña del localinmediatamente hace hincapié en que los locales nosonlos que generan estos altercados, sino en los que ocurren alrededor deesta zona. “Nosotros terminamos detrabajara las cinco de latarde, y cada uno se va asus respectivas casas, dejamos todo ordenado, todo limpio. Entonces, cuando pasan estas cosas ya es después denuestro horario, no esen sí cuando nosotros trabajamos”, expresa. “Amo mi feria, a mí me hadado todo lo quetengo.
Incluala escuela trabajanso pude ir doacá, me dieron la oportuni-dad y pude sacar mis. 0básico, entonces imagínese, qué es lo queno me ha dado”, añadió Una cosa es notoria al hablar sobrela feria de las Pulgas con doña María Segovia, tiene miedo, aligual que otros locatarios, temen por la continui: dad dela feria luego de los di chos del alcalde Sacha Razmilic, que han escuchado sobre elsupuesto cierre que la municipalidad desea implementar. a mí me quitan mi per-miso o me echan, me dejan en la calle. ¿Quién me vaa dar un trabajo en estas alturas dela vida? Nadie. Aquí hay mucha gente que dependemos dela feria. Yo pido quemejor arreglen laferia, quela ordenen, la organicen, pero que no la vayan a sacar o me la quiten. En este momento todos tenemos miedo que nos echen. Nos están haciendo una campaña de terror hacia nosotros”, puntualizala histórica comerciante. BÚSQUEDA DE ACUERDOS Otra locataria del sector, América Larrosa, tiene un puesto dechoripanes, en la esquina contraria a Segovia, lleva 16 años trabajando en el lugar. “Claro que han cambiado las cosas”, expresó, “porque aquí, como en todos lados, hay mucha delincuencia, pero nosotros como comerciantesvinimos a trabajar y después nos vamos. La feria queda vacía, si más tarde pasan cosas entre medio que nosotros no estamos, le echan la culpa a nosotros, que todo pasa por nosotros”, afirma.
“Se está considerando la normativa que nos quieren sacar, pero qué van a hacer con tanta gente como yo?, que pago permisos, resolución sanitaria, que le paga a una empleada para que trabaje, que pago mis impuestos, ¿qué van a hacer con nosotros? Tengo 56 años, a la gente de mi edad ya no le dan trabajo y toda mi vida he sido comerciante, ¿Qué vamos a hacer?”, enfatiza Larrosa. La locataria considera que sería mejor que se logro un acuerdo y ordenen la proliferación de comerciantes irregula-res en el sector.
“Sihay mucha gente informal, que la haga formal, que se le dé el espacio dónde trabajar y que pague su permiso e impuestos como lo que hago yo, sería incluso lo ideal hasta para las arcas de la Municipalidad”, apuntó.
Otra de las vendedoras del sector es Ivonne Tobar, quien declaró que, “empezamos hace muchos añosen el suelo y hemos ido dea poco subiendo”. Según describe, su pasaje es uno delos más antiguos y organizados, ubicado en Nicolás González, cuenta que hacen lo posible para dejar limpio y que no se ubiquen negocios ilegales, pero admite que sonlaminoría.
Al igual que los otros locatarios, Tobar ha escuchado la información del cierre o reubicación a través de rumores, ninguna información oficial o conversación con ellos. ¡empre han dicho que quieren sacar la feria de acá, quehabíacrecido demasiado”, explayó.
ALZA DE DELINCUENCIA De nuevo, el énfasis en la delincuencia y la violencia es una de las cosas que han cam-Plan de ordenamiento de espacio público e Los vecinos afirman que no han tenido respuesta por parte dela municipalidad sobre cuantos locatarios cuentan con permisos. Desconocen igualmente la cantidad de no autorizados, quese trata de vendedores circunstanciales y temporapuesto les, no permanentes. La semana pasada, la DPR coordinó una masiva intervención en el sector que dejó como balance el decomiso de 340 kilos de alimentos. Por parte de la municipalidad se informaron 12 infracciones por comercio en vía pública sin permiso municipal.
“La feria queda vacía, si más tarde pasan cosas entre medio que NO estamos, NOSOÉTOS le echan la culpaa nosotros, que todo pasa por nosotros”. “Nuestro sector en su gran mayoría son adultos mayores, que merecen tranquilidad y no pasar malos ratos con gente que tienen malas costumbres”. América Larrosa Locataria Feria Pantaleón CortésVecina sector Villa Bulnesran y castigana personas, pero el foco ensínohasidoeliminado, la feria está llena de delincuencia, de droga, una lástima”, indica. Otra persona de Villa Bulnes, también manifiesta que “nuestra experiencia ha sido de dulce y agraz, ya que el descontrol que hay en la feria nos haafectado en cuanto a temas deseguridad. Somoselbasural y el baño público de la gente quese droga, o vieneala feria. Las peleas de gente ajena a nuestro sector son pan de cada día.
Cabe señalar que nuestro sector en su gran mayoría son adultos mayores, que merecen tranquilidad y no pasar malos ratoscon gente quetienen malas costumbres”. 0gbiado con los últimos años, según la comerciante, pero que no ha llegado asu sector. “La verdad no depende de nosotros, la gente a veces se pone agresiva, pero al menos eneste grupo no. Somos como una sociedad en este paseo, tratamos de dejar limpio, pagamos por el aseo, nuestro pasaje estranquilo, la verdad. ” Porotrolado, una delas vecinas en Nueva Balmaceda, que prefieremantener suidentidad en reserva, se queja del estado actual de la feria y de la serie de incivilidades que aumentan. “Es horrible. La feria se volvió tierra de nadie, pero no ha tenido mayor intervención. Siento quese hacen cosas, reti-EA15. Ciubap. Historias de superación y el temor a la delincuencia es la dicotomía que se vive en el sector, con muchos comerciantes que buscan ganarse la vida y no quedar sin su fuente de ingresos. VIENE DE LA PÁGINA ANTE /A SERIE DE INCIVILIDADES PARA LOS VECINOS DEL SECTOR. LA EXTENSIÓN DEL COMERCIO ILEGAL GENERA MOLESTIA EN VECINOS.
Expansión descontrolada amenaza el futuro de la Feria Pantaleón Cortés ACTUALIDADSebastián Macías Sajay cronica mercurioantofagasta. cl a Feria de la calle PantaL león Cortés, popularmente conocidacomola Feria delas Pulgas, es un lugar que anteel primer paso, deja en evidencia que se puede encontrar detodo. Ver al horizonte el mar de toldos instalados en la calle da una vista impresionante, pareciera ir por cuadras y cuadras de locales, gente y bullicio. Desde Bandera hasta Avenida Los Leones. En ciertas esquinas es tanta la bulla que parecíauna competencia de estilos musicales, tres radios tocando canciones distintas y de distin1o tiempo. Una combinación disonante y bulliciosa, unreflejodel ambiente del sector.
Sise hace una lista mental delo que hay en los puestos, hace que rápidamente la pregunta cambie a ¿ qué no hay? Herramientas, repuestos electrónicos y mecánicos, jugue1es, frutas, verduras, carne, pescado, mariscos, medicamentos, en fin, quizás lo que nosse halla, es porque nose ha preguntado.
LA FERIA DE LA ALCALDESAUna de las comerciantes originales de esta feria es María Segovia, la mismísima que fue bautizada como la “alcaldesa” del Campamento Esperanza, hace ya más de una década en el desastre delos “33 Mineros”. La locataria tiene un frecuentado puesto de empanadas enla esquina de calle Pantaleón Cortés con Nicolás Gonzalez. “Aquí hay mucha gente que dependemos dela feria.
Yo pido que la arreglen, que la ordenen, organicen, pero que no la vayan asacar o la quiten”. El fin de semana es el de mayor movimiento, comenta Segovia mientras manejaba la freidora de su local. “Llegué aquí junto a la Feria de las Pulgas. Ha cambiado mucho en todo sentido, especialmente en cuanto a delincuencia? La dueña del localinmediatamente hace hincapié en que los locales nosonlos que generan estos altercados, sino en los que ocurren alrededor deesta zona. “Nosotros terminamos detrabajara las cinco de latarde, y cada uno se va asus respectivas casas, dejamos todo ordenado, todo limpio. Entonces, cuando pasan estas cosas ya es después denuestro horario, no esen sí cuando nosotros trabajamos”, expresa. “Amo mi feria, a mí me hadado todo lo quetengo.
Incluala escuela trabajanso pude ir doacá, me dieron la oportuni-dad y pude sacar mis. 0básico, entonces imagínese, qué es lo queno me ha dado”, añadió Una cosa es notoria al hablar sobrela feria de las Pulgas con doña María Segovia, tiene miedo, aligual que otros locatarios, temen por la continui: dad dela feria luego de los di chos del alcalde Sacha Razmilic, que han escuchado sobre elsupuesto cierre que la municipalidad desea implementar. a mí me quitan mi per-miso o me echan, me dejan en la calle. ¿Quién me vaa dar un trabajo en estas alturas dela vida? Nadie. Aquí hay mucha gente que dependemos dela feria. Yo pido quemejor arreglen laferia, quela ordenen, la organicen, pero que no la vayan a sacar o me la quiten. En este momento todos tenemos miedo que nos echen. Nos están haciendo una campaña de terror hacia nosotros”, puntualizala histórica comerciante. BÚSQUEDA DE ACUERDOS Otra locataria del sector, América Larrosa, tiene un puesto dechoripanes, en la esquina contraria a Segovia, lleva 16 años trabajando en el lugar. “Claro que han cambiado las cosas”, expresó, “porque aquí, como en todos lados, hay mucha delincuencia, pero nosotros como comerciantesvinimos a trabajar y después nos vamos. La feria queda vacía, si más tarde pasan cosas entre medio que nosotros no estamos, le echan la culpa a nosotros, que todo pasa por nosotros”, afirma.
“Se está considerando la normativa que nos quieren sacar, pero qué van a hacer con tanta gente como yo?, que pago permisos, resolución sanitaria, que le paga a una empleada para que trabaje, que pago mis impuestos, ¿qué van a hacer con nosotros? Tengo 56 años, a la gente de mi edad ya no le dan trabajo y toda mi vida he sido comerciante, ¿Qué vamos a hacer?”, enfatiza Larrosa. La locataria considera que sería mejor que se logro un acuerdo y ordenen la proliferación de comerciantes irregula-res en el sector.
“Sihay mucha gente informal, que la haga formal, que se le dé el espacio dónde trabajar y que pague su permiso e impuestos como lo que hago yo, sería incluso lo ideal hasta para las arcas de la Municipalidad”, apuntó.
Otra de las vendedoras del sector es Ivonne Tobar, quien declaró que, “empezamos hace muchos añosen el suelo y hemos ido dea poco subiendo”. Según describe, su pasaje es uno delos más antiguos y organizados, ubicado en Nicolás González, cuenta que hacen lo posible para dejar limpio y que no se ubiquen negocios ilegales, pero admite que sonlaminoría.
Al igual que los otros locatarios, Tobar ha escuchado la información del cierre o reubicación a través de rumores, ninguna información oficial o conversación con ellos. ¡empre han dicho que quieren sacar la feria de acá, quehabíacrecido demasiado”, explayó.
ALZA DE DELINCUENCIA De nuevo, el énfasis en la delincuencia y la violencia es una de las cosas que han cam-Plan de ordenamiento de espacio público e Los vecinos afirman que no han tenido respuesta por parte dela municipalidad sobre cuantos locatarios cuentan con permisos. Desconocen igualmente la cantidad de no autorizados, quese trata de vendedores circunstanciales y temporapuesto les, no permanentes. La semana pasada, la DPR coordinó una masiva intervención en el sector que dejó como balance el decomiso de 340 kilos de alimentos. Por parte de la municipalidad se informaron 12 infracciones por comercio en vía pública sin permiso municipal.
“La feria queda vacía, si más tarde pasan cosas entre medio que NO estamos, NOSOÉTOS le echan la culpaa nosotros, que todo pasa por nosotros”. “Nuestro sector en su gran mayoría son adultos mayores, que merecen tranquilidad y no pasar malos ratos con gente que tienen malas costumbres”. América Larrosa Locataria Feria Pantaleón CortésVecina sector Villa Bulnesran y castigana personas, pero el foco ensínohasidoeliminado, la feria está llena de delincuencia, de droga, una lástima”, indica. Otra persona de Villa Bulnes, también manifiesta que “nuestra experiencia ha sido de dulce y agraz, ya que el descontrol que hay en la feria nos haafectado en cuanto a temas deseguridad. Somoselbasural y el baño público de la gente quese droga, o vieneala feria. Las peleas de gente ajena a nuestro sector son pan de cada día.
Cabe señalar que nuestro sector en su gran mayoría son adultos mayores, que merecen tranquilidad y no pasar malos ratoscon gente quetienen malas costumbres”. 0gbiado con los últimos años, según la comerciante, pero que no ha llegado asu sector. “La verdad no depende de nosotros, la gente a veces se pone agresiva, pero al menos eneste grupo no. Somos como una sociedad en este paseo, tratamos de dejar limpio, pagamos por el aseo, nuestro pasaje estranquilo, la verdad. ” Porotrolado, una delas vecinas en Nueva Balmaceda, que prefieremantener suidentidad en reserva, se queja del estado actual de la feria y de la serie de incivilidades que aumentan. “Es horrible. La feria se volvió tierra de nadie, pero no ha tenido mayor intervención. Siento quese hacen cosas, reti-EA15. Ciubap. Historias de superación y el temor a la delincuencia es la dicotomía que se vive en el sector, con muchos comerciantes que buscan ganarse la vida y no quedar sin su fuente de ingresos. VIENE DE LA PÁGINA ANTE /A SERIE DE INCIVILIDADES PARA LOS VECINOS DEL SECTOR. LA EXTENSIÓN DEL COMERCIO ILEGAL GENERA MOLESTIA EN VECINOS.