PEDAGOGÍA EN HISTORIA Y GEOGRAFÍA
Señora directora: Hace casi seis años, numerosos académicos celebraban con entusiasmo la promulgación de las Bases Curriculares 2019, destacando su novedoso enfoque disciplinar y pedagógico. Sin embargo, esta reforma trajo consigo una decisión de granimpacto: la asignatura de Historia, Geografía y Ciencias Sociales pasó a ser electiva en 3? y 4? medio. Para los profesores de aula, lejos de ser una innovación celebrada, esta medida generó preocupación y rechazo, pues se advertía—con razón—el perjuicio en el plan de estudios y las consecuencias laborales que traería consigo. Hoy, cuando las universidades encienden las alarmas por la drástica disminución de postulantes a la pedagogía— especialmente en Historia y Geografía—resulta inevitable recordar aquella “hazaña” curricular. La sobreoferta de profesionales en un campo laboral cada vez más restringido es una realidad innegable.
En los liceos técnico-profesionales, por ejemplo, la carga horaria de la especialidad se redujo a la mitad: de cuatro horas semanales, ahora solo se imparten dos de Educación Ciudadana, mientras que las horas de libre disposición se orientan, lógicamente, hacia lasáreas técnicas de cada establecimiento.
Llama la atención que quienes impulsaron y defendieron este cambio curricular—varios de ellos desde el propio Ministerio de Educación durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet—sean hoy los mismos que expresan preocupación ante la crisis en la formación docente.
Esto nos lleva a una preguntafundamental: ¿ hasta cuándo las decisiones curriculares setomarán de espaldas a la realidad del sistema escolar y sin un diálogo efectivo con el profesorado que vive, día a día, las consecuencias de estos cambios en el aula? Es momento de establecer un debate genuino entre la academia y el profesorado, un debate que no solo aborde aspectos pedagógicos y disciplinares, sino que también considere las repercusiones concretas en el plan de estudios y en la estabilidad laboral de quienes enseñan. La formación de docentes no puede estar desvinculada de la realidad educativa del país. Que esta experiencia nos sirva de aprendizaje para construir políticas curriculares más responsables, consensuadas y sostenibles en el tiempo. César Barría Larenas Profesor de Historia y Geografía Director Nacional Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas