El otro 18
El otro 18 Por Max Colodro Filósofo y analista políticoerminan las Fiestas Patrias y Chile se apronta para un nuevo *18”. Es el aniversario del estallido social, ya a cinco años de distancia; una fecha quesimboliza la otra cara de la moneda, el 18 quenos divide. Son las ironías de la historia: hasta hace poco, la izquierda conmemoraba el 4 de septiembre el triunfo de Salvador Allende en 1970. Ahora, en la misma fecha, los opositores al actual gobierno celebran el triunfo del Rechazo en el plebiscito de 2022, la derrota política másrotunda de la izquierda chilena desde el golpe de Estado.
Parece queno hay remedio, queestamos condenados a la ironía, a ser un espejo de contrastes insalvables donde unos ganan y otros pierden. ¿Qué fecha del último medio siglo es una efeméride compartida? La verdad es que no hay ninguna y esa es la razón por la cual el pasado reciente no deja de perseguirnos. Durante un tiempo, pareció que la transición a la democracia había logrado generar algo común, una historia de avances compartidos. Pero bastó que la derecha ganara la elección presidencial de 2010 para que todo se viniera abajo. Elestrépito emocional de los opositores a Pinochet fue tan enorme que la centroizquierda decidió tirar sus veinte años en el poder por la borda. Otra ironía, ahora el Chile de la Concertación es más valorado por la derecha que por sus propios creadores.
Hoy la centroizquierda gobierna con el PC y el FA, es decir, con aquellos que consideran que en los veinte años de la tran-sición sólo se administró y consolidó la herencia de la dictadura. ¿A quién le hablará entonces el Presidente Boric el próximo 18 de octubre?, ¿a los quevieron en el estallido un motivo de alegría y de esperanza 0a los que sintieron horror y tristeza? ¿ Qué debiera primar, la imagen de más de un millón de personas demandando cambios en las calles o las estaciones del metro en llamas? ¿ Puede el Presidente hablarle a los dos países en paralelo? ¿ Tendrá interés en hacerlo? ¿ O, más bien, confirmará que seguimos confrontados, con dos procesos constitucionales fracasados y sin un presente común? Essignificativo que ahora tengamos “otro 18”, exactamente un mes después. Es que, la verdad, no podíamos tener uno solo porque no somos un país para causas comunes. Quizá la selección de fútbol y la Teletón, hasta ahí llegamos. El Chile que tuvo la posibilidad de ser un proyecto compartido murió el día que la democracia se volvió competitiva y la alternancia en el poder se hizo una realidad. A partir del estallido, incluso la violencia política pasó a ser de nuevo parte del paisaje. Hoy nadie dice justificarla, ni siquiera “entenderla” en el actual contexto, pero los contextos cambian muy rápido, sobretodo cuando se pierde el poder. En fin, apenas un mes entre el 18 que nos ilustra sobre un pasado común cada día más lejano y el otro que exhibe un presente de división que nose puede dejar atrás. En medio, una sociedad que no sabe cuál la representa mejor..