Autor: ILUSTRACIÓN: RAFAEL EDWARDS
¿Tendrá efectos directos Unidos? resultado de las elecciones en Estados en Latinoamérica el
¿ Tendrá efectos directos Unidos? resultado de las elecciones en Estados en Latinoamérica el Jorge Sahd Director Centro de Estudios Internacionales UCDorotea López Directora Instituto de Estudios Internacionales U. de Chilemérica Latina no es la centralidad de la política exterior de Estados Unidos. No lo ha sido para demócratas ni republicanos en la historia reciente.
Menos lo será para el próximo Presidente, sea Donald Trump o Kamala Harris, agobiados por una política interna cada vez más polarizada y disfuncional; temas abiertos como la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y la siempre tensa relación con China. Gane Trump o Harris, la política de Estados Unidos hacia América Latina no variará mayormente. Con la excepción de México, cuya economía depende de sus relaciones con el país vecino y que el 2026 enfrenta la renegociación del Tratado con EE. UU y Canadá (T-MEC), el resto de la región no tendrá mayores cambios por las políticas de uno u otro candidato.
Podremos ver cambios en la estrategia hacia Venezuela, en temas migratorios con México y Centroamérica, en el combate al narcotráfico o en una retórica distinta frente a la mayor presencia de China en América Latina: Trump con un estilo transaccional de “la zanahoria y garrote”, mientras Harris con uno más diplomático en línea de la administración Biden.
Sin embargo, en la práctica ni uno ni el otro “moverán la aguja”. A nivel ideológico, se piensa que un triunfo de Trump generará un nuevo eje ideológico con la Argentina de Milei a la cabeza, Bukele en el Salvador y otros países afines como Paraguay, Perú, Panamá, Costa Rica y República Dominicana. En la otra vereda, Chile, Colombia, Brasil enfrentarían una relación más tirante por las diferencias políticas.
Más allá del valor simbólico, la historia muestra que las relaciones con Estados Unidos son mucho más fuertes y “de Estado” que lo que sus gobernantes pueden pensar y que al final del día se termina imponiendo la diplomacia (y los intereses). Si los efectos directos no serán relevantes más allá de quien gane la elección ¿ dónde debemos poner atención? En los efectos indirectos, es decir, en las consecuencias para América Latina de un escenario de mayor inestabilidad internacional y sus efectos en el precio de los commodities, el dólar y nuevos enfrentamientos entre China y Estados Unidos que disminuyan el apetito al riesgo de losinversionistas. La guerra de Rusia en Ucrania no cede, el conflictoen Medio Oriente tiene el riesgo de escalar y la situación de Taiwán siempre es una luz de alarma. El multilateralismo, otrora muro de contención de conflictos, atraviesa por su momento irrelevante y no hay rendición de cuentas a quienes violan el derecho internacional.
Si bien el dólar podría fortalecerse con Trump, ante nuevas medidas y alzas adicionales de aranceles, las políticas comerciales de Biden probaron ser proteccionistas, manteniendo un nivel elevado de aranceles con China y desplegando una ola de subsidios en su política industrial 2.0. Fue Biden, y no Trump, quien anunció un arancel de 100% a los autos eléctricos fabricados en China y el mercado pareciera considerar menos impredecible a Trump porque lo conoce. Los commodities y las economías latinoamericanas en general, permanecerán expectantes a las débiles proyecciones de crecimiento chino, que podría verse amenazado por nuevas medidas del próximo gobierno americano.
No siendo prioridad nuestra región en la política exterior americana, la atención de los mercados deberá estar en impacto indirecto: la vulnerabilidad un escenario de mayor inestabilidad global. frente aa elección presidencial de los Estados Unidos es quizá uno de los hitos más analizados por sus implicancias propias y los efectos en nuestra región. Un país donde los electores tienen una desazón general con la democracia y la caja de herramientas que el Estado tiene para enfrentar temas que obsesionan a los electores como la migración y la seguridad. Los lazos históricos que nos unen y nuestra interdependencia, en términos económicos, políticos, sociales y culturales merecen debates y análisis profundos. Resulta imposible escribir sobre los impactos que el resultado del 5 de noviembre tendrá en una sola América Latina.
México, “tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, presenta una complejidad única por la alta dependencia, además que enfrentará una futura negociación del T-ME, los efectos en el nearshoring, la política migratoria, la presencia china, y una nueva Presidenta entre otros. Centroamérica con desafíos similares, en especial migratorios, impositivos con las remesas y la posibilidad que Trump agudice el retiro de Estados Unidos de los espacios democráticos como sería también en el caso de Venezuela.
Entonces viendo el Sur, al que sin duda los últimos años Estados Unidos ha prestado menos atención, tanto demócratas como republicanos, y que progresivamente ha incrementado su dependencia económica de China relegando a Estados Unidos a un segundo lugar, pero con importante posición inversora.
El comercio y las posibilidades de aumentar la participación en la nueva conformación de cadenas regionales, la necesidad de atraer inversiones, controlar el narcotrafico y la seguridad, y la migración son desafíos compartidos en la relación con Estados Unidos de cada uno de los países del Sur. La situación de Venezuela y su impacto regional, otro tema más particular. Un continente con insuficiencia de oferta de políticas públicas que parezcan serias. En materiainternacional el abandono del multilateralismo que Trump inició en su primer gobierno, sugiere que su victoria lo profundizará y de forma más radical sin una posible reelección.
Si bien en ciertos espacios los demócratas no demostraron un pleno regreso al mismo, pero al menos en cambio climático han tenido una postura más cercana a la realidad de nuestros países y a la continuidad en buscar soluciones globales. Reavivar la competencia con China, propuesto por Trump, puede significar un gran desafío para los países de la región. Lo que conocíamos cada vez sirve menos por lo que el sistema tiene que repensar la normalidad. Para Chile y Brasil la posición valórica de Kamala Harris es más cercana, no sólo en cuanto a los Derechos Humanos y de la mujer, también en su postura frente al multilateralismo y la integración. La situación de economía emergente y relacionada con China, es posible que tendrían más problemas con una victoria republicana. Ecuador, Bolivia y Perú con sus desafíos internos y su cercanía china no podrán esperar presencia en ninguno de sus desafíos internos. Colombia con un Presidente más cercano a Kamala sin duda. Argentina donde cabe la duda de si en realidad Trump es más cercano y esto cambiaría por la relación con Milei y Musk. Venezuela es un enigma desesperanzado. Es necesario entender quién conformará el Congreso, pero hay más preguntas que respuestas, y másmiedo que una segunda etapa de Trump sea aún más agresiva con la región y más aislacionista.
Hacer América Grande Nuevamente no nos incluye en su programa y eso ha sido claro. ¿Es posible que esta elección sea un punto de inflexión en nuestra relación?Las elecciones en Estados Unidos siempre son objeto de especial atención por los giros que puede dar su política interna, pero también por la orientación que una nueva administración pueda tener en sus relaciones con el resto del mundo, y en particular con América Latina, escenarios que son abordados por los especialistas. Impactos de las elecciones de Estados UnidosAmérica Latina no es prioridad para Estados Unidos.