La deuda pendiente: cómo las viviendas amenazan las metas de carbononeutralidad en Chile
La deuda pendiente: cómo las viviendas amenazan las metas de carbononeutralidad en Chile DESAFÍOS Y POSIBLES SOLUCIONES: La deuda pendiente: cómo las viviendas amenazan las metas de carbononeutralidad en Chile FELIPE LAGOS Si Si bien la mayoría de los titulares sobre sobre carbononeutralidad se los lleva lleva la descarbonización de la matriz matriz energética y del parque vehicular, hay un componente importante que parece parece ser invisible a los compromisos adquiridos adquiridos por Chile: ¿ Qué pasa con el parque habitacional? En el país, casi siete de cada diez casas se calefaccionan con fuentes contaminantes contaminantes como leña, parafina o carbón, según según la encuesta Casen 2022, último registro registro disponible.
Además, más del 60% de las viviendas carece de aislación térmica térmica mínima. ¿El resultado? La calefacción calefacción consume cerca de la mitad de la energía de un hogar, las cuentas suben y aumentan las emisiones de carbono y la contaminación local.
Esta brecha se traduce no solo en altas emisiones de C02 y material particulado fino, sino también en hogares fríos y caros caros de calefaccionar, alimentando un círculo círculo vicioso que profundiza la pobreza energética, es decir, la falta de acceso equitativo a servicios energéticos de calidad calidad para cubrir iluminación, calefacción calefacción y cocina.
Falta urgencia Hay que recordar que Chile se comprometió comprometió por ley y ante la comunidad internacional internacional a la carbononeutralidad para 2050, o sea, que las emisiones de gases de efecto invernadero que genere para mediados de siglo sean iguales o menores menores a las que sus bosques, suelos y otras medidas puedan absorber. Para lograrlo, el territorio debe reducir de forma sostenida sostenida sus emisiones, con un límite máximo máximo en 2025, y cumplir metas intermedias, intermedias, como no superar un “presupuesto” total de contaminación hasta 2030. “Si no abordamos el sector residencial residencial con la misma seriedad que el transporte transporte o la industria, no vamos a cumplir la meta de carbononeutralidad a 2050. Y no se trata solo de emisiones, hablamos también de salud, de bienestary dejusticia dejusticia social”, dice la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas. El avance en reacondicionamiento térmico de viviendas en Chile es lento y desigual.
Se estima que entre 2 y 2,5 millones de casas necesitarían algún tipo tipo de mejora para cumplir con los estándares estándares de eficiencia energética que exige la carbononeutralidad, específicamente específicamente en regiones como La Araucanía, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, áreas con más uso de leña húmeda y mayor pobreza pobreza multidimensional. A este ritmo, la renovación necesaria del parque habitacional tomaría varias décadas, muy por encima de los plazos que exige la carbononeutralidad.
“No se trata solo decambiarventanas o poner aislación dice Carolina Rojas, subdirectora de Investigación y Desarrollo Desarrollo del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales e investigadora principal del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable Sustentable (Cedeus) de la Universidad Católica; Católica; se trata de repensar cómo habitamos, habitamos, para que la vivienda sea un derecho derecho que garantice conforttérmico, salud y un ambiente limpio, sin importar la región región o el nivel socioeconómico”. Posibles soluciones La clave estaría en atacar el problema por dos frentes al mismo tiempo: reducir reducir la demanda de energía mediante eficiencia eficiencia térmica y sustituir las fuentes contaminantes por tecnologías limpias. ¿Por qué los dos frentes? Según Manuel Manuel Díaz, investigador sénior del Centro Centro de Energía y director del Observatorio Observatorio de Carbono Neutralidad de la Universidad de Chile, si se cambia el cumplimientos a 2050. combustible sin mejorar primero la aislación, el consumo eléctrico para calefacción podría dispararse, generando generando costos impagables para muchas familias y una sobrecarga para la red en invierno.
“No basta con enchufar un calefactor eléctrico y pensar que el problema está resuelto”, enfatiza Díaz, agregando que “si la vivienda pierde calor por muros, techos y ventanas, vamos a necesitar el doble o triple de energía para mantener una temperatura adecuada, y eso es insostenible insostenible económica y técnicamente”. De ahíla importancia de algunas iniciativas iniciativas piloto que se están concentrando concentrando en disminuir el gasto energético energético de las casas, específicamente a través través de viviendas sociales con alta eficiencia eficiencia energética, lo que permitiría reducir hasta en un 70% el consumo de energía para calefacción gracias a una envolvente térmica optimizada, mejor selección de materiales y ventilación controlada. Según la Casen de 2022, en el país hay un déficit de 556.046 nuevas viviendas, viviendas, lo que implica que se podrían construir construir propuestas más sostenible energéticamente. energéticamente. A lo anterior se suman las 1.263.576 casas que requieren modificaciones, modificaciones, acceso a servicios y ampliaciones, ampliaciones, las cuales deberían estar incluidas en esta dimensión.
Así lo demuestra Juan Pablo Cárdenas, Cárdenas, académico e investigador en la Facultad Facultad de Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma, Autónoma, cuya premiada propuesta incorpora incorpora aislamiento de alto rendimiento rendimiento y ventanas de doble vidrio en viviendas viviendas sociales, con un aumento en el costo costo de construcción de entre un 5% y 8%, lo que se recuperaría en pocos años gracias gracias al ahorro en cuentas de energía yen salud de las familias. “La vivienda social eficiente no es un lujo, es una necesidad”, dice Cárdenas. Y añade que “cuando una casa está bien diseñada, la familia gasta menos en calefacción, calefacción, vive más saludable y contamina contamina menos.
El costo adicional de construir construir así se paga solo, y rápido, en ahorro ahorro y calidad de vida”. Otros piloto muestran que la eficiencia eficiencia térmica es viable incluso en viviendas viviendas sociales con presupuestos muy limitados, limitados, como es el caso del proyecto realizado en Coronel por la Fundación Energía para Todos. “Aislamos viviendas sociales sin ningún ningún tipo de material aislante, solo con techumbre y sellado de infiltraciones, por un promedio de $1.600.000 por casa”, casa”, dice el director de la fundación, Javier Javier Piedra. “El consumo de leña bajó hasta 70% y la temperatura interior subió subió en casi tres grados.
La clave fue la demanda agregada, comprar en volumen volumen y lograr un 24% de descuento”, asegura. ¿Quién paga? La necesidad de reacondicionar millones millones de viviendas en dos o tres décadas décadas implica inversiones cuantiosas que difícilmente el Estado puede asumir por sí solo. “Cada año que pasa sin intervenir el parque habitacional nos aleja dela meta y encarece la solución. El costo de la inacción es mucho mayor que el de actuar actuar ahora”, alerta la ministra Rojas. En este sentido, combinar subsidios públicos con instrumentos como créditos créditos verdes, hipotecas con tasas preferenciales preferenciales para viviendas eficientes y bonos bonos de carbono que involucren al sector privado podría ser la solución.
“El modelo de financiamiento que necesitamos necesitamos es que existan créditos con aval del Estado a la eficiencia energética, de modo que los privados inviertan y recuperen recuperen su dinero a través de los ahorros ahorros de las familias en sus cuentas de energía. Con garantías estatales, el mercado mercado se dinamiza y la transición se acelera”, acelera”, dice Javier Piedra.
En tanto que para Carolina Rojas, parte parte del problema es que se siguen evaluando evaluando los programas de eficiencia térmica térmica como si fueran un gasto aislado en infraestructura, sin reconocer los impactos impactos positivos en salud, productividad productividad y calidad de vida.
“Mientras no se integren esos beneficios beneficios a los marcos de evaluación pública, la eficiencia térmica siempre va a perder frente a otras prioridades”, advierte la experta del Cedeus, quien añade que “si sumáramos el ahorro en salud y la reducción reducción de enfermedades respiratorias, muchas de estas inversiones dejarían de parecer costosas y empezarían a verse verse como lo que realmente son: política social y climática al mismo tiempo”. Pese a las diferencias de enfoque, todos todos los especialistas coinciden en que, sin mejorar la eficiencia térmica del parque habítacional, la carbononeutralidad carbononeutralidad es una meta imposible. El cambio de combustible por sí solo no resolverá el problema. Y postergar las intervenciones masivas solo hará que el costo social, económico y ambiental ambiental crezca irremediablemente. Desde Desde el mundo político, energético y arquitectónico, arquitectónico, el llamado es a tratarla eficiencia eficiencia como una prioridad nacional, no como un complemento. “La descarbonización no es solo un desafío tecnológico, es una decisión de país. Y mientras no la pongamos en el centro de la política pública, seguiremos perdiendo tiempo y recursos”, concluye Maisa Rojas. Hasta 2,5 millones de hogares no cumplen con estándares sostenibles de calefacción.
Los expertos advierten que sin una estrategia masiva, los costos para las familias aumentarán fuertemente y ponen en riesgo los La calefacción y el mal aislamiento de las casas son responsables de gran parte de las emisiones urbanas y de la pobreza energética en el país. 4. - ----.. -E. - -. _____.. .=.. = -,:. -L ::.