Autor: JEAN PALOU EGOAGUIRRE
Los desafíos de Yamandú Orsi en el regreso del Frente Amplio al poder en Uruguay
Los desafíos de Yamandú Orsi en el regreso del Frente Amplio al poder en Uruguay Cambio de mando hoy en Montevideo:Después de cinco años en la oposición, la coalición del Frente Amplio que ya gobernó con Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) y José Mujica (20102015) vuelve hoy al poder bajo el liderazgo de Yamandú Orsi, quien ha dicho que impulsará un “cambio controlado” y una “revolución de las cosas simples”, con un proyecto que define como de una izquierda “moderna” y “moderada”, que no busca romper los consensos que han posicionado a Uruguay como una excepcionalidad de estabilidad política y económica en la región.
“Voy a ser el Presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional”, ha dicho el exintendente de Canelones, un profesor de historia de 57 años que se convertirá hoy, tras jurar en el cargo, en el primer mandatario del país no nacido en Montevideo. n Un Congreso divididoOrsi necesitará apelar a su perfil dialoguista para enfrentar un escenario más estrecho que el de sus antecesores en el Congreso y asegurar gobernabilidad.
En las últimas legislativas, el Frente Amplio que agrupa a una veintena de partidos y organizaciones consiguió la mayoría absoluta en el Senado, con 16 de los 30 escaños, pero en la Cámara Baja solo aseguró 48 de los 99 diputados, lo que obligará al próximo gobierno a negociar con la oposición.
Según el analista político Salvador Cardarello, académico de la Universidad de la República Uruguay, que el gobierno de Orsi no cuente con mayorías en ambas cámaras “es un escenario nuevo” en relación a las últimas tres administraciones del Frente Amplio y a la gestión saliente de Luis Lacalle Pou, pero desde el retorno a la democracia en 1985 sí hubo casos de presidentes que gobernaron con minorías.
“Esto no implica que haya una parálisis de gobierno, sino que seguramente va a haber más tiempo en la tramitación de los proyectos de ley, porque necesariamente va a haber más negociación y algunas políticas no van a tener el tenor que le gustaría”, dice.
ESSERPECNARFBartesaghi considera que Lula va a aprovechar la llegada de Orsi para reactivar un “grupo de presidentes de izquierda incluyendo a Gabriel Boric y fomentar algunos de sus proyectos relegados”. Orsi, por otro lado, ha dicho claramente que Venezuela es “un régimen autoritario y, si se quiere, una dictadura”, pero es un tema que genera tensiones internas en el Frente Amplio.
“Lamentablemente, ahí Orsi se va a separar un poco de Boric y va a quedar más del lado de Colombia, Brasil y México () Si bien no va a apoyar a Maduro, va a buscar un diálogo.
Y el diálogo por supuesto que favorece a Maduro”, dice Bartesaghi. n Ola de inseguridadA nivel doméstico, la mayor preocupación de los uruguayos es el aumento de la violencia y del crimen organizado: el país tiene una tasa de homicidios de 11,2 cada 100.000 habitantes (en Chile es de 2,9 cada 100.000 habitantes), y su población carcelaria es de 445 presos cada 100.000 habitantes, la más alta de Sudamérica.
“En Uruguay estamos viendo cosas que solo veíamos en las películas o en otros países de América Latina”, ha dicho Orsi, quien prometió que apenas asuma el cargo se sumarán 2.000 policías, se aumentarán la cantidad de cámaras y se intensificará el patrullaje en la zona fronteriza. Para combatir al narcotráfico, creará el Sistema Integral de Lucha Contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico para desarticular las 50 bandas de narcotraficantes que operan en el país. “La seguridad es desde hace años el principal tema de preocupación para los uruguayos”, dice Cardarello. “En un principio en Uruguay se hablaba mucho de que era solo un lugar de tránsito, donde por el tema del tamaño del mercado no era atractivo para el narcotráfico.
Pero hoy sabemos que en Uruguay se acopia droga, y eso está relacionado con las fronteras y el presupuesto menguado en Defensa: se ha invertido muy poco en la protección del espacio aéreo y marítimo (). También son ciertas las disputas entre pandillas que controlan la distribución en los barrios periféricos de Montevideo”. El gobierno de Orsi tendrá que convencer a diputados de la actual coalición de Lacalle Pou, como el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Nacional.
“Seguramente va a tener que rebajar sus pretensiones, pero eso es algo a lo cual el sistema político uruguayo está acostumbrado”, dice Cardarello, quien menciona como una de las propuestas “más complicadas” la reforma de la seguridad social, en la que un sector del Frente Amplio pretende revertir el aumento de la edad de jubilación que se aprobó recientemente (se pasó de 60 a 65 años) y revisar el funcionamiento de las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional. n Crecimiento mediocreEl último informe de la agencia Fitch destacó que es “poco probable” que el gobierno de Orsi “traiga cambios políticos importantes”, y señaló que esa continuidad debería “preservar la estabilidad económica e institucional”. Sin embargo, advirtió que el país no ha crecido con todo su potencial: el PIB promedio de Uruguay se expandió 1,2% anual desde 2019, por debajo de la media regional de 2,4%, y muy lejos del 5,5% que creció entre 2005 y 2015. “El crecimiento mediocre es otro desafío”, resaltó la agencia, que alertó también sobre el déficit fiscal, que cerró en -4,1% del PIB en 2024, y una deuda pública que ya supera el 66% del PIB.
Al calor de la campaña, Orsi descartó subir los impuestos, y como garantía para los inversionistas anunció como ministro de Economía a Gabriel Oddone, un economista con fuertes lazos con el empresariado, quien ha planteado la necesidad de mejorar la eficiencia del gasto público y modernizar las negociaciones colectivas. Es un equilibrio difícil de alcanzar ante las expectativas de un sector del Frente Amplio.
“El manejo de la economía va a suponer un desafío para Orsi, porque gran parte de la promesa electoral y de lo que el Frente Amplio tiene como obje-tivo es el aumento del gasto en términos de políticas sociales.
Si bien la economía no está en restricción, no está creciendo a las tasas necesarias para impulsar un plan de políticas sociales tan ambicioso como el que el gobierno seguramente pretendía”, comenta Cardarello. n Relaciones con vecinosEl regreso de la izquierda a Uruguay vuelve a reconfigurar el mapa ideológico en Sudamérica, y el pequeño país de 3,4 millones de habitantes tiene el desafío de ser equilibrista entre dos vecinos, Argentina y Brasil, que hoy apenas dialogan bajo los liderazgos de Javier Milei y Lula da Silva. Orsi ha intentado tender lazos hacia Argentina: “Los uruguayos somos argentinos sin la intensidad”, ha dicho. Pero no es claro que Milei sea tan receptivo. “Yo creo que Orsi va a ser pragmático para evitar el choque con Argentina, pero va a alinearse más a Lula y a Brasil.
Va a dar cierta po-ASISTENTES Los presidentes de Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y República Dominicana, así como el rey de España, asistirán al juramento de Orsi. litización de las relaciones internacionales de Uruguay, a diferencia del pragmatismo puro que mostró Lacalle Pou”, señala Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica de Uruguay. “Hay una expectativa de un mayor alineamiento a Brasil y, en ese sentido, automáticamente te diferencias un poco de Milei, que ni siquiera va a estar presente en la asunción de su cargo. Ahí hay ya una señal, ¿no?”, plantea.. Una gobernabilidad más compleja, una economía estancada, la inseguridad y la diplomacia regional asoman como sus retos. Cambio de mando hoy en Montevideo: posa con seguidores después de una visita a la casa del expresidente José “Pepe” Mujica, a quien considera un mentor político.