Autor: Carlos Peña
Columnas de Opinión: Vodanovic, Tohá y el cónclave
Columnas de Opinión: Vodanovic, Tohá y el cónclave Mirada constitucionalsta tarde se realizará enelpalaciode Cerro Castillo lareunión del oficialismo a fin de analizar los resultados de la última contienda electoral, avizorar lo que vendrá y prepararse para ello.
Sobra decir que en estareunión habrá un contenido explicito (prepararel último tramo del Gobierno y la ejecución delas políticas que están pendientes) y un contenido latente quees el que de verasimporta: ¿ quién enfrentará a Evelyn Matthei en los meses quese avecinan? En otras palabras, implícito en esa reunión estará el problema de la candidatura presidencial. Un gobierno que languidece, si no quiere Zanguidecer del todo, inevitablemente debe ocuparse de ello. Ahora bien, resolver un problema como ese supone discernir entre dos figuras típico-ideales: una semejante a Vodanovic; laotrasemejan-tea Tohá.
Desde luego, en el cónclave asomará algo que ya está ocurriendo en la cultura política chilena (ha de ocurrir en otras partes también, desde luego): la ansiedad por encumbrar figuras que puedan llenar el vacío 'queotras, por torpeza o mala fortuna o una mezcla deambas, han dejado. Esa alternativa típico ideal es la de Vodanovic. No cabe duda de quesetrata de un buen alcalde, algo que, porlo demás, si hemosde creerlea la ciudadanía, acreditasualta votación. Pero -no vale la pena ocultarloalgo no anda bien en la políticacuandola vara está tan baja.
No se trata, desde luego, de subestimar o minusvalorar el trabajo de un alcalde como 'Vodanovic, sino de decir lo ob'obernar un país, conducir el Estado (según se han enterado quienes presidirán el cónclave) es una cosa distinta que desempeñarsecon acierto en unaalcaldía resolviendo los problemas dela vecindad. Buscar liderazgos repentinos por talentosos que parezcan, es un grave error. Esta es una alternativa que es mejor apagar desde el inicio, puesto que ella deroga la política como quehacerdelargo plazo. Es mejor alguien como “Tohá. Ha tenido tropiezos, sin duda, pero su trayectoria es consistente. Max Weber, en losinicios de la democracia de masas, cifraba grandes esperanzas en los partidos y enel régimen parlamentario porque, entre otras cosas, explicaba, ellos permitían seleccionarlos liderazgos y profesionalizarlos. Después de los arduosaños y esfuerzos de aprendizajeenla lucha parlamentaria, en el día a día de la política, el político de profesiónadquiría Jasvirtudesindispensables para el trabajo público y la política nacional. Y esa figura de político profesional era, pensaba él, 'unantídoto contralo que llamó el “jefe demagógico”. Carolina Toháes, de todas las figurasgubernamentales, la que mejor representa la vocación del político en esesentido.
Y, por eso, si de lo que se trata es de pensar lo mejor parala coalición gubernamental, para que se constituya como una coalición de ideas y de ethos, con una perspectiva clara y una conducta muy otra que la estrategia de ensayo y error, en el subsuelo de este cónclave, entrelíneas, habrá de pensarseen una figura como la deella. La hará biena las fuerzas hoy gubernamentales y biena la democracia. Y se dirá adiósala tentación del liderazgorepentino y a losánimos redentores. Por supuesto nada de esto se dirá explícitamente; porque todo transcurrirá como en esos espesos secretos de familia: todos se dicen ignorantes de aquello que, sin embargo, sin pronunciarlo nunca, com: parten.. Mirada constitucional