QUIÉN ES CÉSAR VILLEGAS, EL DUEÑO DE DEPORTES LIMACHE y motor del éxito del “tomate mecánico”
QUIÉN ES CÉSAR VILLEGAS, EL DUEÑO DE DEPORTES LIMACHE y motor del éxito del “tomate mecánico” El club ascendió a primera división del fútbol chileno:del club de sus amores: San Luis de Quillota. BENJAMÍN COURT“No voy a vender el club, por más que me ofrezcan un saco de plata”, ha dicho el empresario de laV región. arriendo de buses y maquinarias. Además, son dueños de Patriarca Inmobiliaria, donde hoy construyen cuatro proyectos en si-multáneo, uno es un electroterminal para buses eléctricos, el cual también tiene un hotel en Antofagasta Vista Norte que le arriendan a SQM. Por otra parte, en La Fe Constructora solo construyen casas bajas principalmente parcelas y condominios, también mantienen el Hospital Clínico Veterinario Quillota, un centro comercial que administra Ana Villegas, hija de César y un restaurante. Llegada a LimacheEn 2015, César cuenta que “lo echaron” de la dirigencia de su querido San Luis de Quillota, luego de que al igual que con Limache ascendiera el club a Primera División. “Nos fuimos por la ventana. Solo por la envidia y el ego de los otros socios. Sin robarle un peso a nadie y nos sacaron de en medio”, cuenta con rabia el patriarca de la familia.
Sus hijos Hugo, quien administra el holding familiar, y César, quien preside el equipo dicen que este episodio provocó la depresión de su papá, y conscientes de la grave enfermedad que lo aqueja, decidieron comprarle Deportes Limache en 2015 para subirle el ánimo. “No lo conocía nadie, iban 20 personas al estadio, 10 pagaban la entrada y 10 eran familias de los jugadores. Y resulta que me fui reencantando con el fútbol”, revela César. Sus hijos pagaron alrededor de $45 millones por el club y hoy solo la valoración de los jugadores es de casi US$ 5 millones. Durante todo este año, la ciudad de la Quinta Región se paralizó cada vez que jugabael equipo. “Los tomates mecánicos”, como son popularmente conocidos, son dirigidos por Víctor Rivero, casado con la hija de César Villegas. “Cuando compramos Limache dije que es como una guagüita que la vamos a hacer caminar, a hacer crecer y a hacer grande. Dicho y hecho”, recuerda su dueño. Pese a ser un equipo modesto, los jugadores han agradecido públicamente la preocupación que tiene el club por ellos.
“Los detalles marcan la diferencia, desde preocuparte de la alimentación, que los sueldos estén el día, coordinar el transporte, las concentraciones, el trato, la ropa; tienes que preocuparte que su tarea sea solamente entrenar”, dice orgulloso Hugo Villegas.
Además, adelanta que “sabemos que somos un club chico, pero tenemos un proyecto serio (... ). Para el próximo año nuestro objetivo es no descender, pero eso te puede llevar, si tenemos el 50% de rendimiento, incluso a clasificar a la Copa Sudamericana”. Hace dos meses, los hijos de Villegas decidieron darle otra sorpresa. Por alrededor de US$ 4 millones compraron un 96% de San Luis de Quillota, club del cual el empresario es fanático desde que era niño y en donde sentía que tenía una tarea pendiente. “Cuando me dieron la noticia, como soy diabético, me subió el azúcar a 500 solo de la emoción y me tuve que ir a acostar”, cuenta entre risas. César se hará cargo del club de Quillota, y sus hijos, de Deportes Limache, pero lo que sí tienen claro es que ninguno de los planteles se vende.
“¡No se va, no se va, don César no se va! ”, coreaban los hinchas de Limache el pasado domingo en el Estadio Fiscal de Talca, previo al inicio de la final entre Rangers y Deportes Limache. El ganador ascendería a Primera División.
Antes del partido, César Villegas, dueño de Deportes Limache y de San Luis de Quillota, declaró que si el primero no subía, tendría que vender uno de los dos clubes, ya que el reglamento de la ANFP prohíbe que una misma persona sea dueña de más de un equipo en la misma categoría.
Una semana después del partido y luego de rumores de que otros empresarios e inversionistas quieren comprar Deportes Limache, Villegas aclara que “no voy a vender ninguno de mis dos equipos, por más que me ofrezcan un saco de plata”, dice a “El Mercurio”. El empresario es dueño de un importante grupo de negocios en Quillota, pero su mayor felicidad se la da el fútbol. Hace varios años está enfermo, pero se lo toma con humor. “Tengo todas las enfermedades que se puedan imaginar; cáncer al páncreas, soy trasplantado renal, diabetes y ahora más encima estoy corto de vista”, dice entre risas. Sus hijos lo definen como una persona muy trabajadora, buena, pero competitiva. También dicen que ayuda a mucha gente de forma desinteresada y sin la intención de llamar la atención. A la única que obedece es a su señora, Ana María, con quien hoy cumple 45 años de matrimonio. César Villegas Urrutia tiene 68 años, nació en una familia minera que emigró a Quillota luego del fin del salitre. Su papá murió cuando él tenía 12 años, por lo que tuvo que abandonar el colegio en 8 básico. Trabajó en mil cosas; manejó lanchas, fue empleado en servicentros, hasta que llegó al mundo del transporte. Toda su adolescencia fue empleado en empresas de buses que hacían el recorrido de Quillota hacia Valparaíso, lugar en el que estuvo más de 20 años. En 1996 compró su primer bus y transportaba principalmente a gente del sector agrícola, pero una vez que construyeron la termoeléctrica Central Nehuenco a 20 kilómetros de Quillota, el negocio se comenzó a expandir. “Mi papá fue a la fila (de la eléc-trica), como todo obrero, a ofrecer su servicio de transporte. Tenía su máquina y era el conductor y mecánico. Mostró la foto de su bus marca Mercedes-Benz del 1969 y lo contrataron altiro. Le preguntaron cuándo podía partir y empezó trabajando el mismo día”, cuenta Hugo Villegas, hijo de César y encargado de las finanzas de los negocios familiares. Hugo cuenta que el negocio creció principalmente por lo amistoso y querido que es su papá en la zona. “Conocía a todo Quillota, desde dónde comprar un perno, un clavo, hasta cascos para el personal, de todo. Entonces, se ganó la confianza y se hizo muy querido por el administrador del contrato y el gerente de ese proyecto”, cuenta. Una vez que se cerraron las termoeléctricas, en la empresa le preguntaron si podía traer más buses, pero a César no le alcanzaba la plata para una flota.
Le dieron la oportunidad de subarrendar y empezó a contactar a sus antiguos compañeros de trabajo, formalizando luego la empresa “Transportes César Villegas Urrutia (CVU)”. Poco a poco, empezaron a cerrar acuerdos para ser el transporte oficial de mineras actualmente tienen tres grandes contratos, siempre transportando trabajadores, pero nunca haciendo rutas. “Aquí no hay retiros, todos tienen un sueldo fijo, y todo se va reinvirtiendo en nuevos negocios, o bien en transportes CVU”, explica Hugo Villegas. Actualmente cuentan con más de 700 buses y sobre 2.500 empleados. Desde 2018 han diversificado sus negocios dentro del holding familiar llamado Grupo Villegas. Otra empresa que lo integra es Villegas Hermanos, que se dedica alEl inicio del imperio Villegas. El empresario de transportes compró el equipo en 2015 y en menos de diez años logró llevarlo de la cuarta categoría a la principal liga del campeonato nacional. Comenzó como chofer de buses y hoy tiene una empresa de transportes con más de 2.500 trabajadores y 740 buses en la V región. Hace dos meses, sus hijos le regalaron el 96% El club ascendió a primera división del fútbol chileno: Vestidos como su tradicional tomate, los limachinos coparon el estadio para lentar a su equipo. César Villegas, dueño de Deportes Limache.