EDITORIAL: Dotación fantasma en nuevo hospital
EDITORIAL: Dotación fantasma en nuevo hospital El nuevo hospital de Coquimbo avanza a paso firme en su construcción, prometiendo transformarse en una solución concreta a las históricas deficiencias de infraestructura en salud que arrastra la comuna y la región.
Sin embargo, un tema igual o más importante que el cemento y el acero ha comenzado a encender las alertas: la ausencia de un plan de dotación claro, garantizado y proyectado para el funcionamiento del recinto. Los gremios han sido categóricos.
Advierten que no existen certezas sobre el número de funcionarios que serán requeridos, la reconversión del personal actual, ni las nuevas contrataciones necesarias para enfrentar la complejidad del establecimiento, cuya envergadura duplicará la capacidad asistencial del hospital actual. En otras palabras, se está construyendo un edificio que, de mantenerse esta tendencia, podría inaugurarse sin personal suficiente para operar con eficacia. Este escenario es particularmente preocupante porque no se trata de una inquietud nueva. Experiencias recientes en otros puntos del país dan cuenta de hospitales inaugurados con carencias críticas de especialistas, tensiones laborales e incluso servicios cerrados por falta de recursos humanos. El fantasma del "hospital sin médicos ni insumos" ya no es una exageración: es un riesgo posible si no se planifica con responsabilidad. La comunidad merece certezas. No bastan las obras si no hay personal suficiente, condiciones laborales dignas y una planificación seria del recurso humano. El Estado no puede repetir errores del pasado. Dejar en segundo plano la dotación es hipotecar el éxito de uno de los proyectos más esperados de las últimas décadas en la Región de Coquimbo. Dotación fantasma en nuevo hospital Los gremios y trabajadores alertan sobre un vacío mucho más grave: no hay claridad sobre quiénes lo harán funcionar. EDITORIAL.