¿Cuáles son los desafíos que debe enfrentar el gobierno del Presidente Gabriel Boric en su último año?
¿ Cuáles son los desafíos que debe enfrentar el gobierno del Presidente Gabriel Boric en su último año? Mauricio Morales Académico Universidad de Talca Académico Universidad de Talca Del trasnoche ideológico al pragmatismo efectivo os gobiernos impopulares suelen ser irrelevantes en su último año. Los ciudadanos están más pendientes del futuro inmediato del país en los cuatro años siguientes, que de los cuatro años que se van junto con el Presidente de turno. Sin embargo, en el gobierno de Boric la situación es muy distinta. La principal figura del gabinete -Carolina Tohá decidió ser candidata. Dado que le será imposible desacoplarse del Presidente y de su gestión a cargo del Ministerio de Interior, necesita que el gobierno mejore sus niveles de popularidad. Sólo de esa manera podrá elevar sus chances de triunfo para las presidenciales cz noviembre. En este contexto, ¿qué debe hacer Gabriel Boric? Primero, al gobierno le hará bien renovar los rostros a cargo del Ministerio de Interior y del próximo Ministerio de Seguridad Pública. Las prioridades son dos: combate al delito y control migratorio. Nada más. El nuevo ministro de Seguridad Pública deberá convertirse en un verdadero sheriff, y su misión será mostrar resultados inmediatos, claros y comunicacionalmente contundentes. El gobierno debe aprender a cacarear el huevo. No basta con mostrar cifras. Lo importante es incidir en la percepción de los ciudadanos en torno a los avances en materia de seguridad pública.
A este diseño se podría incorporar la ¿ Cuáles son los desafíos ¿ Cuáles son los desafíos vocería, pues si bien su tarea es responder a los ataques de la oposición, una estrategia meramente reactiva no basta, especialmente en año electoral.
Segundo, si el nuevo ministerio cumple con las expectativas y, en efecto, se constituye en una instancia que combate más eficientemente el delito, el crimen organizado y el narcotráfico, de inmediato esos logros serán transferidos a Tohá.
Fue ella quien impulsó la creación del ministerio y, por tanto, es justo que coseque debe enfrentar el gobierno del Presidente Gabriel Boric en su último año? Tomás Leighton Director ejecutivo de Rumbo Colectivo Director ejecutivo de Rumbo Colectivo Subir las pensiones, bajar el pesimismo ontra la fugacidad del cuatrienio presidencial, y la eternidad de ocho elecciones "intermedias" desde su inauguración, la administración Boric comenzará a implementar la reforma previsional más grande en cuatro décadas. Este año subirán las pensiones, y así, el desafío es bajar el pesimismo con que las élites someten a la sociedad. En 2025, Chile tendrá tres citas electorales para elegir al gobierno que conducirá los destinos del país hasta 2030. Con ello, el Presidente Boric habrá presenciado ocho elecciones al final de su mandato, un verGadero récord cuando la oposición intentó convertir cada una de ellas en un plebiscito a su gestión.
Según el último Informe del PNUD (2024), las élites encargadas de conducir las transformaciones reclamadas por la población tienen una relación disfuncional que fomenta lógicas inhibidoras del cambio, a nivel de las subjetividades, el discurso público y las instituciones. Sin tener claro por qué nos cuesta cambiar, la sociedad chilena está sumida en el pesimismo.
En diez años, se triplicaron las expectativas negativas por la situación del país y la preocupación por el futuro colectivo aumentó al doble. ¿Cómo esperar un futuro mejor si después de votar tantas veces, los cambios no se perciben? Por supuesto, nadie podría decir que no se ha intentado.
Justamente, el cierre trunco de los procesos constitucionales frustró las expectativas de modificaciones profundas en la sociedad chilena, que aunque fueron escuchadas con mayor atención en el contexto del estallido social en 2019, llevan largo tiempo esperando concretarse. Es más, el voto obligatorio y la rebaja del quórum para cambiar la Constitución a 4/7 han sido parte de la oferta de la política por perseverar en una agenda de che las ganancias. Adicionalmente, una mejor evaluación del gobierno en seguridad pública traerá como consecuencia un alza en la aprobación presidencial, lo que rebotará positivamente en la popularidad de Tohá. Tercero, el gobierno necesita mostrar cifras económicas más halagúeñas. Existen dudas razonables sobre el déficit fiscal, lo que ha abierto un espacio de crítica desde la oposición.
De igual forma, sería muy adecuado insistir en el efecto inmediato de la reforma previsional sobre el alza en las pensiones, especialmente de los segmentos de menores ingresos que, dicho sea de paso, han sido particularmente reacios a respaldar al gobierno.
La encuesta Pulso Ciudadano muestra que si el promedio de aprobación de Boric es del 30,8%, en los segmentos más pobres la cifra es de 26.4%. Lo mismo ha ocurrido con los electores más longevos, significativamente menos entusiastas con el gobierno en comparación con los electores más jóvenes. Nadie mejor que la ministra Jara para cumplir con esta tarea. En consecuencia, el equipo de Boric debe abandonar, definitivamente, cualquier discurso ideológico que, a estas alturas, suena como un mal trasnoche del tortuoso proceso constitucional. En su lugar, se sugiere adoptar un pragmatismo efectivo de cara a las próximas elecciones presidenciales. Y para eso no existe mejor receta que mostrar resultados e imponer un diseño comunicacional mucho más agresivo. Al frente tiene, al menos, tres candidaturas de oposición atentas a cualquier tropiezo del gobierno. Á esas candidaturas no se les enfrenta con el discurso, las palabras, o la verborrea. Más bien, se les tapa la boca con éxitos, logros y el aplauso de los votantes.
Siempre el último año de gobierno plantea las complejidades propias de un periodo con elecciones parlamentarias y presidenciales, en que sin embargo el Ejecutivo debe desplegar sus esfuerzos por sacar adelante las iniciativas que el país requiere.
Los desafíos que ello plantea para el gobierno son importantes, y son ol eto del análisis de los especialistas. bierno son importantes, y son ol eto del análisis de los especialistas. cambios al sistema político, a pesar del problema constitucional inconcluso. Pero la cuestión de las reglas del juego ha dejado de atraer las expectativas ciudadanas por el cambio. Ahora, "la gestión" (que no está cargada de otra cosa que de ideología) y la agenda de reformas legales, son las depositarias de un anhelo que, si acaso expira, puede convertir el pesimismo en violencia. Después de que tres gobiernos seguidos lo intentaran sin éxito, la reforma previsional aprobada es un antídoto contra el pesimismo. Y el comienzo desuimplementación constituye la posibilidad de que el progreso se perciba de manera más clara.
Cuando la reforma acabe deimplementarse, 2,8 millones de jubilados aumentarán su previsión social, y algunos lo harán hasta en un 35%. También habrá una compensación a cerca de 800.000 mujeres por diferencias de expectativa de vida. Todo esto, debido a la incorporación de elementos de un sistema mixto de pensiones, que combina la capitalización individual, el aporte del Estado y la creación de un seguro social. La nueva cotización del 8,5% sobre las remuneraciones imponibles de cargo de los empleadores comenzará su implementación gradual este año. Si la ley logra publicarse en marzo, en seis meses se pagará el primer aumento de la PGU a aproximadamente 500.000 personas. Si en 2025 suben las pensiones, sedebe a un gobierno que confía en el optimismo que sembraran sus Obras, en vezde quedarse en la disconformidad con sus limitaciones. Pero aquello tampoco hubiese sido posible sin que los parlamentarios de Chile Vamos dejaran el pesimismo que han tenido durante los últimos tres años. Aquel pesimismo interesado, que tranca los cambios por la vía legal, mientras aguarda tiempos excepcionales para hacer cambios bruscos. Aunque en otras direcciones. SMART.