Un cambio cultural
Señora Directora: La reciente revelación de que más de 25 mil funcionarios públicos viajaron fuera de Chile mientras estaban con licencia médica no es solo una noticia impactante; es un síntoma profundo de una enfermedad ética y cultural que carcome nuestro sistema público.
Se trata de un caso que va más allá de la falta de control administrativo o del uso irregular de licencias médicas: lo que está en juego aquí es la integridad del pacto social y la legitimidad de nuestro Estado. Este hecho golpea con fuerza al Estado, no solo porque pone en entredicho la probidad del funcionariado, sino porque afecta directamente la confianza ciudadana en sus instituciones. Y aunque es verdad que este fenómeno no se limita al sector público —seguramente en el mundo privado ocurre algo similar— lo público es simbólicamente distinto: es de todos, y por lo tanto, exige más. En este contexto, resulta imperioso reforzar los mecanismos de control y fiscalización, como el rol del COMPIN en la validación y seguimiento de licencias médicas. Pero reducir el problema a un tema de control es insuficiente. Este escándalo revela una herida mucho más profunda: la urgencia de un cambio cultural en Chile. Necesitamos urgentemente revalorizar lo público. Hoy más que nunca, es fundamental formar no solo profesionales técnicamente competentes, sino ciudadanos éticos, con una conciencia clara de que los bienes comunes no son “de nadie”, sino de todos y todas. Y eso empieza en la sala de clases, en los hogares, en los medios de comunicación, y en la formación cívica que tanto hemos descuidado. Lucas Serrano/USS