UN RINCÓN AVENTURERO EN PEÑALOLÉN
UN RINCÓN AVENTURERO EN PEÑALOLÉN TIROLESA SOBRE QUILLAYES, UN MURO DE ESCALADA, MUCHA NATURALEZA: EN EL PARQUE CANTALAO LA EDUCACIÓN AMBIENTAL Y EL TOQUE DE ADRENALINA SE JUNTAN EN UN BOSQUE ESCLERÓFILO. UNA EXPERIENCIA ORIGINAL, SIN ALEJARSE DE LA CIUDAD.
POR Marcela Saavedra Araya. "V amos a partir ahora que tenemos un arnés atado con dos mosquetones gruesos", dijo Alberto Ávila, luego de que el equipo de guías del Parque Cantalao nos había preparado con cuerdas y otros artificios que desconocíamos. Siguió: "Cada arnés cuenta con dos cintas de vida con las que nos vamos a anclar a la tirolesa. Ellas los sostendrán en caso de que cualquier incidente ocurra. Recuerden que también cuentan con una polea, casco y guantes. Vamos a ocupar todo el equipo. Y ahora, díganme, ¿quién ha pasado alguna vez por una tirolesa de 206 metros?". Era una manera interesante de comenzar un miércoles. Horas antes, había partido hacia este parque, en Peñalolén, que abrió sus puertas hace poco. Para llegar, había que subir por calle Las Palmas, desde donde es posible ver el templo Bahá'i y la ciudad completa ya desde lo alto.
Al final, siguiendo una ruta de curvas, llegué a un terreno de la Armada, donde me indicaron cómo recorrer el tramo final. "Antiguamente, este terreno era propiedad del Club Militar, hasta que ellos cedieron estas 37 hectáreas de montaña y bosque nativo para la educación ambiental", explicaría más tarde Nicolás Díaz, el guardaparque de este lugar.
Ese fue el origen de Cantalao, que hoy administra la Asociación de Municipalidades Parque Cordillera, que también tiene a su cargo sitios icónicos en la montaña de la Región Metropolitana, como Aguas de Ramón, El Yeso o San Carlos de Apoquindo. Pero volvamos a Cantalao. Tras equiparnos, los guías nos llevaron a la recién inaugurada tirolesa.
En un entorno cubierto de aromáticas flores de manzanilla y viejos quillayes, peumos y litres, llegamos a una estructura de madera que, mediante un grueso cable de acero, une de norte a sur el parque. "Esto les permitirá tener una buena panorámica, pues atraviesas todo", dijo Alberto Ávila.
Leandra Molina, otra de las guías, verificó mi arnés y conectó mis mosquetones a la tirolesa para que mi propio peso procediera a hacer la magia de llevarme de un extremo a otro de la cuerda a toda velocidad. Y mientras estaba en eso, podía ver pasar las copas de los árboles, en una perspectiva muy diferente del bosque y, a lo lejos, también las montañas. Pero no era todo. Cuando llegamos al otro lado, y sin quitarnos el equipo, enfilamos nuevamente hacia el sector del sendero Guayacán.
Ahí había dos muros de escalada y dos puentes colgantes, donde seguimos las actividades "aéreas". Juana Tapia, tercera guía de la jornada, enganchaba a cada pasajero para comenzar la sesión de equilibrio: tendríamos que caminar sobre otro grueso cable de acero, sosteniéndonos con ayuda de dos cuerdas que estaban a la altura de nuestra cabeza. Abajo, rocas. Así que no era buena idea desviar la mirada del objetivo, en el otro extremo del puente colgando. Aunque era sólo una aprensión: es imposible caer porque íbamos bien enganchados. Al final de los puentes había una especie de caseta con un agujero en la base. Ahí partía la tercera actividad: el rapel, un descenso controlado, sostenido con arnés y cuerda, y ayuda de una polea. Muy, muy entretenido.
Más tarde, el grupo entero dejó atrás arnés, casco y guantes, y partimos a recorrer el sendero más sencillo del parque: Litre Guayacán, de un kilómetro y medio. "Este es un bosque de la zona central. No se puede comparar con el bosque del sur porque tiene especies esclerófilas", dijo Leandra Molina, y puntualizó que Cantalao tiene una biodiversidad única. Nos habló después del colliguay, del litre y de especies que encontramos como natre o quillay. "En el parque además hemos visto zorros culpeo, águilas, cóndores, iguanas chilenas, lechuzas y codornices", dijo Nicolás Díaz.
Después, cuando nos sentamos alrededor de un inmenso litre, el guardaparques contó que la botánica Adriana Hoffmann fue una gran impulsora de estas tierras. "Ella venía a investigar y, gracias a su visión, a través de un Fondo de Protección Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y con el apoyo de la Asociación Parque Cordillera, en 2019 se logró proteger y comenzar a construir la infraestructura que hoy existe aquí". Para que tenga en cuenta, el parque abre a todo público los fines de semana y a grupos en la semana (con reserva). Puede comprar entradas en Punto Ticket, mientras que las actividades más aventureras se gestionan directamente con Cantalao a través del correo que aparece en su página web. D MÁS INFORMACIÓN: AsociacionParqueCordillera. cl/ red-de-parques/cantalao DIARIO DE VIAJES Hay tres senderos de trekking. MAR CELA SAA VEDRA Tirolesa sobre el bosque nativo. ARA CELI C ANCINO Abrió hace unas semanas. P A R QUE C ANT ALA O Puente colgante. ARA CELI C ANCINO CRIS TIÁN ALF AR O.