Autor: RODOLFO CARTER FERNÁNDEZ
La Florida: el final de un gran viaje
La Florida: el final de un gran viaje barricada, sino una forma de tratar a los demás y el progreso, mucho más que un discurso... ”.Pocas experiencias vitales son más desafian-tes que separarse de algo que se ama tanto, y alo cual se le ha entregado tanto tiempo. Des-pués de 13 años, finalmente, escribo estas líneas en unacondición que tal vez nuncaimaginé: exalcalde de LaFlorida.
Mas allá del vértigo de es-te inolvidable viaje, marcadosiempre por el sino de lo im-probable, llego al final de es-te, lleno de recuerdos: deY sobre todo con una deuda que no podré pa-gar: la gratitud infinita hacia mis vecinos porconfiar, por haber creído que un simple vecinoun desconocido al decir de muchos podíarepresentarlos y, por sobre todo, cuidarlos. Más que orgullo, me siento bendecido por laoportunidad de entregar una comuna muchomejor de la que recibimos. En 2011, el presupuesto municipal ascendíaa poco más de 70.000 millones de pesos dehoy. En 2025 se proyecta uno que asciende a200.000 millones.
Y si al partir dependíamosen más de un 62% del Fondo Común Munici-pal, hoy solo lo hacemos en el orden del 45%. La Florida es hoy un municipio sano, con unpresupuesto que se ha multiplicado por tres, más independiente del gobierno central y conprestaciones que eran impensadas años atrás. Solo un ejemplo: Médico a Domicilio, serviciogratuito y universal que atiende a los ciudada-nos en sus casas cuando una enfermedad lesimpide desplazarse, alcanzará este año las300.000 atenciones. En palabras simples, másdel 90% de los hogares de nuestra comuna ha-brán recibido esta cobertura única en Chile. Es así como la dignidad nunca ha sido, paranosotros, un puño en alto o una barricada, sinouna forma de tratar a los demás y el progreso, mucho más que un discurso. En 2016, cuando muchos congelaban susplanos reguladores por temor a la “correcciónpolítica”, en La Florida seguimos el camino in-verso. Cuidando que los nuevos desarrollosurbanos fueran a escala humana, resistimos alcamino fácil y mantuvimos nuestra fe en el sec-tor privado.
Resultado: no solo alcanzamosuna recaudación municipal inédita, que finan-ció iniciativas de impacto directo en las perso-nas más vulnerables, a escalas nunca antes vis-tas; también generó un salto cualitativo en laprosperidad y la calidad de vida de la gente. Los números así lo ratifican: la comuna capi-tal de la clase media chilena está hoy entre loslugares más atractivos para la inversión. Y nosolo para las constructoras, sino también paralos nuevos vecinos que eligen a La Florida co-mo su hogar.
Prueba de ello es que el últimoestudio del Índice de Calidad de Vida Urbanade la Pontificia Universidad Católica de Chilenos ubica, por primera vez, entre las siete co-munas con mejor calidad de vida de la RM. Sal-vo por las comunas tradicionalmente próspe-ras del sector oriente, no hay otra que tenga lasdimensiones y complejidades de La Floridaque haya podido entrar a ese exclusivo grupo yque haya tenido un avance semejante en unadécada. En materia de limpieza y seguridad, los re-sultados están a la vista. Tal como lo describieraen una recordada columna el profesor CarlosPeña, nunca dejamos de esforzarnos en que losespacios públicos se mantuvieran dignos, puesestos le pertenecen a la gente y no al que gritamás fuerte. Cuando muchos abandonaron a lapolicía en medio del Estallido, a pesar del mie-do, nunca dimos un paso atrás. Los defendi-mos y los apoyamos, y hoy, como siempre, tra-bajamos conjuntamente en cada rincón. Hastahoy tenemos un récord: 20 patrulleras para Ca-rabineros, financiadas con recursos propios. No hay otra comuna que haya hecho algo así. La Florida ha elegido un nuevo alcalde: Da-niel Reyes, 39 años, otro desconocido québonita y noble tradición, se convierte con el53,2% en el edil más votado de Chile Vamos. Pero Daniel no estará solo, será acompañadopor seis concejales de derecha, en un concejo de10 miembros.
Con voto obligatorio, con un90% de participación, nuestra comuna, tradi-cionalmente de centroizquierda, ha sellado uncambio cultural profundo: volver a elegir aotro vecino, a otro hijo del esfuerzo, como sulíder, y no por un dedazo ni una encuesta, sinoque luego de una primaria que dobló en parti-cipación a la alguna vez invencible izquierdafloridana.
Mientras Puente Alto y Maipú giran a la iz-quierda, La Florida apuesta por el camino in-verso, no porque un aprendiz de caudillo lo or-dene, sino porque después de 13 años nuestragente comprendió que es posible una sociedaddonde el progreso y el orden, la solidaridad y elmérito convivan.
Con humildad y esperanza, desde esta patria pequeña que es La Florida, ponemos a disposición de Chile esta experien-cia, este gran viaje, del cual fui tan solo el pri-mer pasajero.. “... La dignidad nunca ha sido, para nosotros, un puño en alto o una barricada, sino una forma de tratar a los demás y el progreso, mucho más que un discurso... ”. muchos éxitos y también de algunos fracasos.