Autor: JOAQUÍN AGUILERA R.
Colocaciones bancarias cierran junio a la baja, arrastradas por deterioro del crédito a empresas
Colocaciones bancarias cierran junio a la baja, arrastradas por deterioro del crédito a empresas 8 6 4 2 0 -2 -4 -6 -8 -10 -12 Los créditos bancarios al mundo empresarial se contraen o crecen poco, pero en ningún caso se recuperan.
De acuerdo con el último reporte de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) sobre la industria, con información disponible a junio, la colocación de préstamos en la cartera comercial totalizó US$ 154,6 mil millones el mes pasado, lo que equivale a una contracción en 12 meses equivalente a 1,74%. El flujo de financiamiento hacia las empres a s r e p r e s e n t a una forma de medir las expectativas sobre el desarrollo de la economía, ya sea por las condiciones en que los bancos ofrecen sus créditos, o por la demanda de capital para desarrollar la actividad productiva. En este sentido, desde la industria y en la mirada de expertos existe preocupación por el estancamiento que se observa en la cartera comercial.
Estas colocaciones han presentado una variación negativa durante todo el semestre, profundizando un ciclo iniciado en 2022, que solo ha exhibido pausas acotadas con alzas mensuales de no más de 2% (ver infografía). Pese a que los créditos de consumo y los hipotecarios tampoco han registrado una trayectoria marcadamente positiva, la contracción interanual de las colocaciones del sistema (-0,49%, totalizando US$ 288,9 millones de stock en junio), “está asociada principalmente a la evolución de la cartera comercial”, dice el reporte de la CMF. Contexto y costos El estallido de 2019, la pandemia y los retiros de ahorros previsionales son factores que contribuyeron a condiciones financieras más restrictivas, y con ello a una contracción del crédito. “El actual ha sido el período más extenso de estancamiento del crédito desde 1990. Si bien en las crisis asiática y subprime se observaron caídas, estas se revirtieron rápidamente en forma posterior a la crisis.
En este caso, la caída producto de la pandemia no se ha revertido”, destaca u n i n f o r m e d e l Centro de Estudios Financieros (CEF) de la ESE Business School de la U. de los Andes. En el momento actual del ciclo crediticio, sin embargo, el académico de la U.
Andrés Bello Gonzalo Escobar cree que detrás de las cifras gravita que “el crecimiento es tan bajo que no hay incentivos para aumentar la capacidad productiva de las empresas y, por lo tanto, no toman endeudamiento a través de créditos comerciales.
Con la capacidad instalada que tienen basta”. Sostiene que no hay buenas perspectivas en un contexto electoral donde además las preferencias presidenciales se han ido polarizando: “Eso genera bastante ruido y provoca que las empresas no se arriesguen a adquirir deuda”. Una mirada similar tiene el economista y socio de PKF Chile, Héctor Osorio, quien advierte que si bien las expectativas económicas han ido mejorando en los meses recientes, “la inversión requiere cierta prudencia y eso se está verificando. Al ralentizarse la inversión, también se ha ralentizado el requerimiento de créditos comerciales, que no son otra cosa que elementos complementarios a los procesos de negocios regulares.
Es decir, estos créditos suelen asociarse a lo que llamamos capital de trabajo”. En el CEF plantean otra mirada, y advierten que también hay elementos de oferta en la ecuación, como los requerimientos de capital contracíclico: “El fortalecimiento regulatorio ha reforzado la solvencia bancaria, pero ha venido acompañado de una reducción sostenida en las colocaciones”. Repunte parcial En junio, solo la cartera comercial se contrajo.
Las colocaciones de consumo crecieron 1,14% y las de vivienda 1,08%. Escobar plantea que este comportamiento refleja en parte condiciones financieras más flexibles, pues “cuando las personas observan que las condiciones de crédito son favorables, es decir, que las tasas de créditos de consumo han disminuido, se endeudan”. Osorio, en tanto, cree que este comportamiento también puede ligarse al ciclo económico: “Muchas veces esos niveles de desempleo altos se combaten con créditos para mantener la capacidad de consumo”. La cartera hipotecaria es la única que se ha mantenido con variaciones positivas de forma relativamente estable, lo que podría relacionarse con las políticas públicas destinadas a dinamizar este segmento, y a las condiciones de sobreoferta en el mercado de viviendas, según plantean los especialistas.
CICLO NEGATIVO El ciclo de estancamiento en el crédito comenzó a materializarse durante la pandemia.. Mientras los segmentos de consumo y vivienda anotaron cifras levemente positivas, el financiamiento corporativo profundizó su mal desempeño y se contrajo 1,7%. Cartera comercial permanece estancada desde 2022: CICLO NEGATIVO El ciclo de estancamiento en el crédito comenzó a materializarse durante la pandemia.