Autor: MACARENA PAZ DÍAZ ALBRECHT Artista
Una fiesta para la que soy invisible
Señor Director: A propósito de la jornada electoral del pasado fin de semana, me gustaría decir que yo sí quería ser vocal de mesa y creí en la inclusión, pero esta es la peor fiesta a la que me han invitado. Soy una persona sorda, me comunico en lengua de señas chilena y entiendo que, como ciudadana, tengo deberes que cumplir.
Pero imagine el lector trabajar más de 10 horas por dos días, en un lugar donde nadie logra comunicarse con uno; sin conversar; sin compartir; casi sin que a una le dirijan la palabra o la mirada; aislada y excluida doblando votos porque nadie en el local sabe interactuar con una, que es sorda, y mucho menos saben lengua de señas. Lo que me aqueja no son las malas condiciones laborales, sino las humanas.
Tampoco culpo a los otros vocales por no saber relacionarse conmigo, entiendo que es un problema estructural, pero ¿ cómo ejerzo mi deber si mis derechos no están satisfechos? ¿ Cómo participo de esta fiesta si al parecer soy invisible?